Los muertos del Mundial que se endeudaron para comprar su puesto de trabajo
Muchos de los trabajadores migrantes de Qatar pidieron pr¨¦stamos para pagar a reclutadores. Sus viudas no han recibido indemnizaciones porque el emirato calific¨® las muertes como ¡°naturales¡±
¡°A mi marido le prendieron fuego y yo siento que estoy quem¨¢ndome en aceite¡±. As¨ª explicaba la nepal¨ª Bipana c¨®mo su esposo muri¨® tras largas jornadas de trabajo en la construcci¨®n a alt¨ªsimas temperaturas en Qatar y la rabia que ella sent¨ªa por una tragedia que pod¨ªa haberse evitado. Tal Bahadur Gharti falleci¨® en 2020, seg¨²n el emirato, ¡°por un fallo cardiorespiratorio debido a causas naturales¡±. Ten¨ªa 34 a?os. Amnist¨ªa Internacional document¨® su caso en un informe titulado En lo mejor de su vida. La inacci¨®n de Qatar a la hora de investigar, poner remedio y evitar las muertes de trabajadores migrantes.
Tambi¨¦n Human Rights Watch (HRW) ha acompa?ado el viaje de vuelta en ata¨²d del eslab¨®n m¨¢s d¨¦bil del Mundial: los que lo hicieron posible levantando estadios y hoteles, construyendo un nuevo metro o ampliando el aeropuerto. Kripal Mandal, nepal¨ª, casado y padre de cinco hijos, muri¨® el pasado febrero. El certificado de defunci¨®n catar¨ª dice que de un ataque al coraz¨®n. Ten¨ªa 40 a?os. Mohammad Kaochar Khan, de Bangladesh, casado y padre de un ni?o, fue hallado sin vida en su cama en noviembre de 2017; causa oficial de la muerte: ¡°fallo respiratorio debido a causas naturales¡±. Ten¨ªa 34 a?os. Yam Bahadur Rana, casado y padre de dos ni?os, muri¨® en febrero de 2020 por otro ¡°fallo cardiorespiratorio debido a causas naturales¡±. Ten¨ªa 34 a?os. Todos hab¨ªan pasado un examen m¨¦dico antes de empezar a trabajar en Qatar. Todos estuvieron expuestos a alt¨ªsimas temperaturas. A ninguno de ellos se les practic¨® una autopsia. Y como las autoridades consideran que murieron ¡°por causas naturales¡±, ninguna de sus familias ha recibido una indemnizaci¨®n.
HRW recently accompanied a driver carrying out a somber task: delivering the body of a migrant worker who died in Qatar to his loved ones.
— Human Rights Watch (@hrw) July 11, 2022
FIFA and Qatar should provide remedy for serious abuses against migrant workers ahead of the 2022 World Cup: https://t.co/mD28gXyOpt pic.twitter.com/B8bYL6jOIb
El Mundial de f¨²tbol se ha celebrado por primera vez en noviembre y en diciembre y no en verano porque era peligroso someter a jugadores y aficionados a las inhumanas temperaturas que alcanza Qatar entre junio y septiembre: hasta 50 grados con un 90% de humedad. Pero durante a?os nadie pens¨® que tambi¨¦n hab¨ªa que proteger del calor a las decenas de miles de trabajadores que iban a levantar las infraestructuras necesarias para que un territorio del tama?o de la regi¨®n de Murcia y 2,7 millones de habitantes acogiera a otro mill¨®n y medio m¨¢s durante el torneo. Tras insistir durante meses en que hab¨ªan muerto tres personas directamente vinculadas a la construcci¨®n de los nuevos estadios y otras 37 no directamente relacionadas con el trabajo en las obras, Hassan Al Thawadi, secretario general del comit¨¦ organizador del Mundial, admiti¨® el pasado 29 de noviembre una cifra mucho m¨¢s alta: ¡°entre 400 y 500¡å, que posteriormente intent¨® matizar de nuevo. Para las organizaciones de derechos humanos que llevan m¨¢s de una d¨¦cada denunciando las condiciones de estos trabajadores, ese n¨²mero sigue muy lejos de la realidad. ¡°Seg¨²n las propias estad¨ªsticas de Qatar¡±, explica Michael Page, director de HRW en Oriente Medio, ¡°hay miles de muertes naturales de j¨®venes perfectamente sanos cuando llegaron, es decir, miles de muertes sin explicaci¨®n¡±.
El calor mata. Lo ha advertido la OMS en sucesivos informes sobre el calentamiento clim¨¢tico: provoca infartos y fallos en ¨®rganos hasta d¨ªas despu¨¦s de la exposici¨®n. La Organizaci¨®n Internacional del Trabajo (ILO en sus siglas en ingl¨¦s), agencia tripartita de la ONU que re¨²ne a gobiernos, empleadores y trabajadores de 187 estados miembros, public¨® en noviembre de 2021 un estudio que, tras analizar las estad¨ªsticas oficiales de Qatar entre 2016 y 2018, advirti¨® de que muertes relacionadas con el trabajo en el emirato pod¨ªan no estar siendo clasificadas como tales. No se practicaban autopsias y para los casos de hipertermia el an¨¢lisis deber¨ªa ser siempre ¡°en el lugar del incidente¡± y teniendo en cuenta las circunstancias, lo que nunca se hac¨ªa. El texto recomendaba a las autoridades que modificaran su ¡°enfoque¡± e investigaran las muertes ¡°por causas naturales de j¨®venes aparentemente sanos¡± para tomar las medidas de correcci¨®n necesarias y para que sus familias pudieran recibir ¡°la debida indemnizaci¨®n¡±.
¡°Podr¨ªan haberse evitado¡±
En 2013, tras detectar un llamativo aumento de muertes en las obras en Qatar ¨Cocho veces superiores a la media de otros pa¨ªses ricos¨C, la Confederaci¨®n Sindical Internacional ya advirti¨® de que 4.000 trabajadores pod¨ªan perder la vida en los siguientes siete a?os si no se tomaban medidas urgentes para protegerlos. En 2019, un estudio realizado por expertos de institutos y organizaciones m¨¦dicas de Noruega, Nepal, Australia y Chipre examin¨® el incremento de muertes de trabajadores nepal¨ªes en Qatar entre 2009 y 2017 y concluy¨® que al menos 200 de las 571 atribuidas a enfermedades cardiovasculares de j¨®venes de entre 25 y 35 a?os se deb¨ªan a la exposici¨®n a un calor extremo y ¡°podr¨ªan haberse evitado con una adecuada protecci¨®n¡±. El Mundial iba acerc¨¢ndose, proliferaban este tipo de informes y el comit¨¦ catar¨ª organizador del torneo, en colaboraci¨®n con ILO, encarg¨® un estudio sobre el impacto del calor en los trabajadores. Se public¨® en octubre de 2019, es decir, casi nueve a?os despu¨¦s de que empezaran las obras, y fue en ese momento cuando el emirato extendi¨® la prohibici¨®n de trabajar en exteriores de 10 de la ma?ana a 15.30 de la tarde desde el 1 de junio al 15 de septiembre.
¡°Lo hicieron muy tarde¡±, explica Michael Page, de HRW. ¡°Para entonces las principales construcciones para el Mundial estaban ya terminadas. Muchas muertes pod¨ªan haberse evitado, as¨ª como secuelas graves. Y las autoridades no las han investigado por dos motivos: hac¨ªan a Qatar y a la FIFA quedar mal y obligar¨ªan a los empleadores a pagar indemnizaciones a las familias¡±. En 2018 ¨Ccasi ocho a?os despu¨¦s de obtener la sede del Mundial de 2022¨C , el emirato constituy¨® un fondo para compensar a los trabajadores en caso de muerte, accidente o impago de sus salarios. El comit¨¦ organizador del torneo asegura que este a?o se han destinado 331 millones de euros a dicho fondo, pero familias de los fallecidos no han recibido compensaci¨®n alguna porque la mayor¨ªa de muertes han sido registradas como naturales. Max Tu?¨®n, director de ILO en Qatar, explica que ese fondo se ha utilizado, sobre todo, para pagar las deudas de los empleadores con sus trabajadores. ¡°La cantidad, 331 millones, demuestra la magnitud del problema, es decir, de los abusos. En los ¨²ltimos 12 meses se presentaron 34.000 denuncias por impagos¡±.
¡°Una c¨¢rcel al aire libre¡±
Poco m¨¢s de un a?o despu¨¦s de su nombramiento, Nepal retir¨® en 2013 a su embajadora en Qatar, Maya Kumari Sharma. Las autoridades catar¨ªes se hab¨ªan quejado por unas declaraciones suyas en las que describ¨ªa al emirato como ¡°una c¨¢rcel al aire libre¡± debido a los abusos que sufr¨ªan sus compatriotas. El sistema vigente, llamado kafala, obligaba a los trabajadores migrantes, fundamentalmente del sureste asi¨¢tico y de ?frica, a depender de una especie de padrino local que en la pr¨¢ctica pod¨ªa retener sus pasaportes, impidi¨¦ndoles cambiar de trabajo o salir del pa¨ªs si lo deseaban, o no pagarles lo acordado. Max Tu?¨®n exhibe la modificaci¨®n, en 2018, de la kafala, como uno de los ¡°progresos¡± en la legislaci¨®n del emirato. ¡°Ahora los trabajadores pueden abandonar el pa¨ªs o cambiar de trabajo sin el permiso de sus empleadores y eso les da m¨¢s poder a la hora de negociar y mejorar sus condiciones laborales¡±, explica. Es lo que dice la nueva ley, pero el propio Tu?¨®n admite que no se aplica en todos los casos. ¡°Algunos amenazan a sus empleados con la deportaci¨®n o con denunciarles por algo si les dicen que quieren irse a otro sitio¡±.
Endeudados
La presi¨®n de ILO tambi¨¦n permiti¨® establecer por primera vez un salario m¨ªnimo: 304 euros al mes en uno de los pa¨ªses m¨¢s ricos del mundo. La mayor¨ªa de trabajadores migrantes necesitaban varios meses para empezar a ganar dinero porque previamente hab¨ªan tenido que comprar su puesto de trabajo, pagando una especie de tarifa a los reclutadores para asegurarse esa plaza entre la inmensa demanda de pa¨ªses del sudeste asi¨¢tico y de ?frica. ¡°Todo el dinero que ten¨ªamos¡±, explica Manu Devi, de 38 a?os, viuda de Kripal Mandal, ¡°se lo dimos al reclutador local¡±. El empleador de su marido ni siquiera les abon¨® los ¨²ltimos d¨ªas de trabajo antes de su muerte. Mohammad Kaochar Khan pag¨® 3.915 euros ¨Cuna fortuna en Bangladesh¨C para asegurarse de que tendr¨ªa trabajo en Qatar. ¡°La legislaci¨®n proh¨ªbe estas pr¨¢cticas¡±, explica Michael Page, de Human Rights Watch, ¡°pero el emirato no lo vigila y decenas de miles de trabajadores tuvieron que endeudarse, pidiendo pr¨¦stamos a intereses muy altos para poder ir a trabajar a Qatar. Si luego, como ocurri¨® tantas veces, el empleador no les pagaba, el problema se complicaba a¨²n m¨¢s. Familiares de los fallecidos ahora se ven sin los ingresos que suministraba el cabeza de familia y con una deuda que pagar¡±. Tambi¨¦n los que han vuelto vivos, pero con secuelas graves, como los que precisan di¨¢lisis por los fallos renales causados por la exposici¨®n al calor extremo, se encuentran ahora incapacitados para seguir trabajando como antes y obligados a pagar el pr¨¦stamo y los elevados intereses que contrajeron para ganarse el favor de los reclutadores.
¡°Hoy me siento un trabajador inmigrante¡±, declar¨® el presidente de la FIFA, Gianni Infantino, al inicio del Mundial, en una rueda de prensa en la que, para zafarse de las cr¨ªticas, acus¨® a Occidente de hipocres¨ªa: ¡°Europa deber¨ªa pedir perd¨®n por los ¨²ltimos 3.000 a?os¡±. A las organizaciones de derechos humanos que llevan a?os denunciando la situaci¨®n del colectivo les hirvi¨® la sangre. ¡°Han ganado much¨ªsimo dinero con el Mundial y est¨¢n faltando al respeto a esta gente. Es asqueroso¡±, opina Page, de HRW. Durante la reciente fase de grupos, muri¨® otro trabajador, un filipino de 40 a?os que realizaba unas reparaciones en el resort utilizado como base de entrenamientos de la FIFA por la selecci¨®n de Arabia Saud¨ª. La habitaci¨®n m¨¢s barata este s¨¢bado en el complejo costaba 422 euros. Al preguntar por qu¨¦ hab¨ªa ocurrido, el comit¨¦ organizador del Mundial respondi¨® que ¡°el incidente¡± tuvo lugar en una propiedad que no est¨¢ bajo su ¡°jurisdicci¨®n¡± y que las autoridades competentes lo estaban investigando.
El emirato lleva 12 a?os tratando de dibujar una l¨ªnea invisible entre las obras que s¨ª tienen que ver con el Mundial y las que no. Es una forma de reducir la cifra de muertes y el impacto negativo que provocan en la gran campa?a de imagen que han lanzado con el torneo. Preguntado por el fallecimiento del trabajador filipino, un portavoz del gobierno catar¨ª asegura que si se comprueba que no se cumplieron los protocolos de seguridad adecuados en el complejo hotelero, la empresa para la que trabajaba ser¨¢ denunciada y obligada a pagar ¡°una severa sanci¨®n econ¨®mica¡±. Tambi¨¦n asegur¨® que la tasa de accidentes hab¨ªa ¡°bajado considerablemente¡± desde que Qatar introdujo en su legislaci¨®n medidas de seguridad e inspecciones para asegurar que se cumplen. Pero cuando Reuters pregunt¨® a Nasser Al Khater, director ejecutivo del comit¨¦ organizador, por ese ¨²ltimo trabajador fallecido, este contest¨®, molesto: ¡°Estamos en mitad de un Mundial. Est¨¢ siendo un ¨¦xito. ?Y esto es de lo que quieres hablar ahora? La muerte es una parte natural de la vida, ya sea en el trabajo o mientras duermes¡±.
El pr¨®ximo domingo se jugar¨¢ la final y aficionados del pa¨ªs ganador lo celebrar¨¢n por todo lo alto. Mientras, miles de viudas como Bapina sienten que arden por dentro.
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