Alcaraz sucumbe a los fantasmas de Par¨ªs-Bercy

A base de buen hacer, y sin la necesidad de competir con excesivo filo, Roman Safiullin descabalga a Carlos Alcaraz a las primeras de cambio: 6-3 y 6-4, en 1h 36m. Es, c¨®mo no, una noche tramposa. Otra pesadilla. S¨ª, esto es Par¨ªs-Bercy, territorio de lo enrevesado y lo dif¨ªcil. Al ruso le basta con la inercia. Procedente de la fase clasificatoria y m¨¢s rodado, aborda con decisi¨®n el reto y al murciano van envolvi¨¦ndole circularmente los fantasmas, martille¨¢ndole por un lado y por otro. Sufre, padece y falla una y otra vez, como si el Palais Omnisports ocultase un fen¨®meno extra?o y le hubiese succionado todas las fuerzas en un santiam¨¦n. As¨ª de r¨¢pido se acaba este tercer paso por el torneo. Aquella velada canalla hace dos a?os contra Hugo Gaston; el latigazo abdominal del curso pasado ante Holger Rune; y ahora, un desfallecimiento instant¨¢neo frente a Safiullin. Es un Alcaraz irreconocible, sin chispa, cansado.

Anticipaba el espa?ol en el pre¨¢mbulo del torneo que los dolores y la fatiga est¨¢n ah¨ª, que a estas alturas se guerrea con lo que se puede y que, pese a todos los pesares, contemplaba hacer un buen resultado y debatir con Novak Djokovic por el trono hasta el final. No suceder¨¢, probablemente. La derrota le concede al serbio casi todas las cartas para retener el n¨²mero uno a final de temporada y refuerza la impresi¨®n de que a Alcaraz vuelve a pesarle demasiado el oto?o. Entra la ca¨ªda contra Jannik Sinner en Pek¨ªn dentro de la l¨®gica, pero no tanto la sufrida ante Grigor Dimitrov despu¨¦s, en Shangh¨¢i, y menos esta contra Safiullin. No tanto por el fondo como por la forma. La buena din¨¢mica del ruso ¨Ctres partidos en la fase previa y la primera ronda¨C ayuda a la explicaci¨®n, como tambi¨¦n lo hace la descompresi¨®n f¨ªsica y mental del n¨²mero dos. Est¨¢, pero no est¨¢. Quiere, pero no puede. Todo sale mal. Los misterios y las realidades del tenis.

El primer set ya enga?a. Del 2-1 a favor, al parcial de 5-1 en contra. Solo tres golpes ganadores, 13 errores no forzados. Alcaraz se precipita y si no, se le queda corta la bola y habilita la optimista acometida de Safiullin, otro de esos tenistas castigados por las lesiones. No es ning¨²n virtuoso, pero sabe jugar; Tsitsipas y Zverev, dos de sus muescas. Y este a?o, los cuartos de Wimbledon. Es el 45? del mundo. Hay jugador, pues. Lo comprueba enseguida el de El Palmar, que pese a haber descansado la semana previa ¨Crenunci¨® a Basilea, al igual que descart¨® la Copa Davis antes de emprender la gira asi¨¢tica¨C traza movimientos m¨¢s bien plomizos y tiros recurrentemente err¨¢ticos. Fr¨ªo con el servicio, con promedios de velocidad sensiblemente inferiores a los que acostumbra, va cediendo terreno y breaks (4) hasta el indeseado desenlace.

Se revuelve en el segundo parcial, pero replica con un tirachinas. No hay remedio. Ni p¨®lvora en esta ocasi¨®n. Son 15 golpes ganadores y 27 imprecisiones, por los 14 y 21 del adversario; a Safiullin le vale con ser estricto con el m¨¦todo y con no acusar ning¨²n v¨¦rtigo, que no es poco. ?l se medir¨¢ con Karen Khachanov, tan sorprendido como todos. Se?ora campanada. Son 73 partidos en las piernas (63 triunfos y 10 derrotas) y casi dos horas de estancia en la pista en cada uno de ellos. Tropez¨® en su momento contra Fabian Marozsan, el 135? aquel d¨ªa en Roma. Y esta vez el traspi¨¦ llega una ronda antes, en el estreno. No ca¨ªa a la primera desde que lo hiciera el a?o pasado en la cita veraniega de Montreal, frenado entonces por el impetuoso Tommy Paul; curiosamente, un mes despu¨¦s conquistar¨ªa el US Open. Referencias (y consuelos) a los que agarrarse.

No parece que esta sea, en ning¨²n caso, la mejor forma de afrontar la recta final, del 12 al 19 de este mes en Tur¨ªn. Lleg¨® a la Ciudad de la Luz con algunos interrogantes y se marcha con alguno m¨¢s. Pero all¨¢ queda la Copa de Maestros, aliciente lo suficientemente atractivo como para remontar. Ya sin la presi¨®n de recuperar el mando del circuito ¨Clas opciones menguan de manera considerable, salvo descalabro inesperado de Djokovic en un h¨¢bitat que entusiasma al de Belgrado¨C y con el descanso a la vuelta de la esquina, Alcaraz tal vez pueda encontrar de nuevo la luz, la inspiraci¨®n perdida. Dif¨ªcil, que no imposible. Tenis. Pero ahora y hoy, pesadilla. Otra vez, Par¨ªs-Bercy.

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