Nadal, hacia Roland Garros entre dos aguas

Habla Rafael Nadal todav¨ªa en caliente, apenas una hora despu¨¦s de que se haya certificado su eliminaci¨®n en Roma ¡ª6-1 y 6-3 favorable a Hubert Hurkacz, en 1h 33m¡ª y sin la perspectiva necesaria como para que pueda pronunciarse de manera tajante. ?Roland Garros? ¡°Hay dos caminos¡±, precisa; ¡°uno es decir que no estoy preparado ni jugando lo suficientemente bien, y entonces decidir que no voy, u otro que es aceptar c¨®mo estoy y trabajar de la mejor manera posible para intentar llegar all¨ª de una forma diferente dentro de dos semanas¡±. Como resultar¨ªa tremendamente extra?o que el mallorqu¨ªn fuera a estas alturas de su carrera en contra de su propio credo, todo apunta ¡ªsi el f¨ªsico le respeta durante el remate preparatorio, obligatorio siempre el asterisco¡ª a que finalmente podr¨¢ desfilar a partir del d¨ªa 24 por Par¨ªs.

¡°La decisi¨®n hoy no est¨¢ clara¡±, matiza, ¡°pero si debo decir cu¨¢les son mis sensaciones y si mi cabeza est¨¢ m¨¢s cerca de un camino u otro, voy a decir que estar¨¦ all¨ª y que lo dar¨¦ todo¡±. Nadal, pues, enfoca ya hacia su reino del Bois de Boulogne, donde aterrizar¨¢ con el poso agridulce que le deja el paso por el Foro It¨¢lico, broche de una gira de tierra at¨ªpica y emotiva para ¨¦l, constantemente a prueba y con aroma a despedida. No pudo competir en Montecarlo, peque?a espina; logr¨® saltar a la pista del God¨®, cuando su f¨ªsico estaba cogido con alfileres y ni ¨¦l mismo lo esperaba; progres¨® despu¨¦s en la Caja Magica, donde creci¨® el volumen y la intensidad de los entrenamientos, y fue rendido por el espl¨¦ndido Jiri Lehecka en los octavos; y marcha ahora pronto de Roma, marco de una doble conclusi¨®n.

Comentaba el tenista tras superar el estreno en la capital italiana frente a Zizou Bergs (103? del mundo) que a partir de ah¨ª, se autoimpon¨ªa forzar y dar otro golpe de tuerca en el proceso: ¡°Y si me rompo, me rompo¡±. Es decir, obtenidas pruebas m¨¢s o menos fidedignas de que su cuerpo es capaz de soportar una carga sostenida de competici¨®n, pero moderada, quer¨ªa comprobar si resistir¨ªa a un envite que no admit¨ªa escapatorias ante Hurkacz. El polaco, noveno mejor jugador del mundo en la actualidad, porta un mazo que obliga una y otra vez a la extensi¨®n y al escorzo, a exigir a esa zona abdominal que ha condicionado la preparaci¨®n del mallorqu¨ªn durante los tres ¨²ltimos meses; y el resultado, transmite, ha sido satisfactorio. Prueba superada.

¡°F¨ªsicamente tengo algunos problemas, pero probablemente no son suficientes como para decir que no jugar¨¦ el torneo m¨¢s importante de mi carrera¡±, expone. Feliz de haber sorteado el ultimato corporal, que pon¨ªa en riesgo su presencia en el grande franc¨¦s, Nadal lamenta sin embargo el diagn¨®stico t¨¦cnico y t¨¢ctico extra¨ªdo del segundo partido en Roma. Tras llegar en l¨ªnea ascendente en t¨¦rminos de confianza, y de haber reforzado el ¨¢nimo y engrasado el engranaje con una sucesi¨®n de d¨ªas muy productivos, el balear ¡ª38 a?os el 3 de junio¡ª lamenta no haber sido capaz de extrapolar a la competici¨®n las buenas sensaciones obtenidas en las jornadas de entrenamientos. La din¨¢mica optimista lograda en los ensayos con jugadores de entidad como Stefanos Tsitsipas o Francisco Cer¨²ndolo no se plasm¨® contra Hurkacz, el primer adversario del top-10 con el que se ha medido desde noviembre de 2022.

Cierto es que en Madrid pudo con Alex de Mi?aur, und¨¦cimo de la ATP y verdugo dos semanas antes en Barcelona, pero el del polaco supon¨ªa un test mayor que le sit¨²a ante una fr¨ªa realidad: hoy por hoy, su tenis no le alcanza para un reto superior. M¨¢s all¨¢ de que no lograra convertir ninguna de las siete opciones de rotura que se procur¨® ¡ªque pueden ofrecer una lectura positiva, porque al fin y al cabo se las coste¨®; cinco en el primer juego del partido¡ª, estuvo otra vez espeso de piernas y en las maniobras, y no logr¨® hacerle cosquillas al resto a un Hurkacz que le rompi¨® cuatro veces el servicio y que registr¨® la mitad de errores no forzados (10-20). Lo m¨¢s significativo, en cualquier caso, fue que el gigant¨®n se impuso en la mayor¨ªa de los intercambios largos y que prevaleci¨® en los puntos dirimidos desde las trincheras.

¡°Voy a ver qu¨¦ plan voy a llevar a cabo para estar diferente a lo que he estado hoy, y voy a intentarlo¡±, apunta el de Manacor, quien, cabe recordar, en el caso de participar finalmente en el major parisino lo har¨ªa sin ser cabeza de serie, por primera vez en 20 a?os. Su evoluci¨®n a partir de abril le ha reportado, al menos, una ascensi¨®n notable en el ranking, del puesto 649? al 276?. ¡°?Si es mi ¨²ltima vez aqu¨ª? No lo s¨¦, pero hay muchas posibilidades de que as¨ª sea. Ya veremos¡±, se?ala. ¡°Hoy parece imposible pensar en ir a Roland Garros a competir por algo, pero f¨ªsicamente no he estado tan mal. Espero prepararme bien y conf¨ªo en llegar all¨ª en unas condiciones lo suficientemente buenas para darme la oportunidad de pelear por todo lo que me gustar¨ªa pelear¡±, cierra Nadal, que intu¨ªa por d¨®nde pod¨ªan ir los tiros y ahora ya sabe d¨®nde queda el list¨®n que aspira a sortear; sobre todo, d¨®nde est¨¢ exactamente ¨¦l.

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