Ni Alcaraz ni Sinner: el poderoso brazo de Sabalenka

La linealidad de Iga Swiatek en los ¨²ltimos tiempos probablemente sea incomparable. Sin embargo, ah¨ª est¨¢ erre que erre Aryna Sabalenka, intentando tirar una y otra vez la puerta; toda una fuerza de la naturaleza a la que el tenis seguramente le debe m¨¢s ¨¦xitos de los que le ha reportado hasta ahora, que no son pocos. Son ya tres grandes y 22 t¨ªtulos, este ¨²ltimo de campanillas, en Nueva York. Triunfa otra vez ¡ªsegunda en un gran escenario este curso, tras lo de Australia¡ª y su juego evoluciona, pero no consigue regresar a la c¨²spide, estancia de la que solo pudo disfrutar ocho semanas; entre septiembre y noviembre del a?o pasado. Inabordable hoy por hoy la polaca, elogio a la regularidad. ¡°Pero, honestamente, no me centro en la clasificaci¨®n¡±, dice despu¨¦s de batir a Jessica Pegula (doble 7-5, en 1h 53m) y de redondear as¨ª un excepcional 2024, en el que a falta de poltrona, puede decirse que se ha impuesto en las alturas.

Si hace no mucho se achacaba una falta de estabilidad generalizada, ella y Swiatek siguen elev¨¢ndose y ofreciendo sobradas muestras de que est¨¢n varios cuerpos por delante de las dem¨¢s. Se plasma ahora la superioridad en Flushing Meadows, donde la campeona refrenda su voluntad de dejar huella. ¡°Despu¨¦s de perder a mi padre, mi objetivo siempre ha sido el de inscribir el nombre de mi familia en la historia del tenis. Significa mucho para m¨ª, siempre ha sido mi sue?o¡±, reconoce la tenista de Minsk, que no puede disimular las ganas porque en la pista es un libro abierto. Emocional, visceral y con anterioridad demasiado extrema, demasiadas pistas para la rival, va dando con el punto id¨®neo y encontrando la templanza necesaria que est¨¢ concedi¨¦ndole un espacio de privilegio y le ha permitido rebatir a la mism¨ªsima Swiatek, a la que despu¨¦s de lo sucedido este s¨¢bado vuelve a saltar la luz de alarma: viene de nuevo Sabalenka, y lo hace con todo. Dif¨ªcil dar con mayor apetito.

Del mismo modo, imposible encontrar un brazo tan poderoso como el suyo en la actualidad, o as¨ª lo refleja el veloc¨ªmetro. En Nueva York, seg¨²n precisan las m¨¦tricas, su promedio de golpeo ha ascendido a 129 km/h, lo que la sit¨²a por encima de todas las jugadoras y tambi¨¦n de los jugadores. Las sacudidas de Carlos Alcaraz registraron 127 km/h y las de Jannik Sinner 126, por los 122 de Novak Djokovic. No ha habido estos d¨ªas derecha m¨¢s demoledora ni tampoco a lo largo del a?o porque, con 476 tiros definitivos, supera a Jasmine Paolini (475), Qinwen Zheng (431) o la propia Swiatek (127). En t¨¦rminos de pegada no hay color y la potencia es su indiscutible punto de partida; sin embargo, su inconformismo ha enriquecido su propuesta y su paleta ha ido a?adiendo matices. Fuerza, s¨ª. Y algo m¨¢s.

Lejos de estancarse o vivir exclusivamente de ese desborde, la bielorrusa ha ido incorporando una serie de matices que la hacen menos previsible. Los cambios de velocidad, los cortados o las dejadas ya no son elementos extra?os en su repertorio. ¡°Se trata de tener una serie de opciones en el bolsillo, en el caso de que no te sientas c¨®moda desde la l¨ªnea de fondo¡±, explica a los periodistas. ¡°En realidad estoy trabajando esta variaci¨®n desde hace tiempo, pero ahora estoy atrevi¨¦ndome a plasmarla en algunos momentos clave. Siempre he pensado que es muy importante ir mejor¨¢ndote a ti misma. Creo que ahora las rivales sienten un extra de presi¨®n porque ven que no solo s¨¦ pegarle duro, sino que tambi¨¦n hay algo de toque. Voy a seguir as¨ª y espero poder hacer alg¨²n d¨ªa, por ejemplo, el saque-volea; una especie de Plan C¡±, agrega.

M¨¢s imprevisible

El caso es que a pesar de que siga prevaleciendo la contundencia de los impactos, Sabalenka (26 a?os) busca alternativas y nuevas v¨ªas para desbloquearse en las circunstancias adversas. Ya no es una tenista de un solo registro, sino que ensaya y en ocasiones sorprende, m¨¢s all¨¢ de que sus pelotazos desde la base sigan haciendo estragos. Lo han comprobado en fila de una Hon, Bronzetti, Alexandrova, Mertens, Zheng, Navarro y al cierre del torneo Pegula. Aunque siga muy lejos de la riqueza estrat¨¦gica y la variabilidad de tenistas m¨¢s talentosas como puedan ser Krejcikova, Muchova, Jabeur o Vondrousova, mucha mano todas ellas, va destapando una versi¨®n mejorada y m¨¢s imprevisible que puede otorgarle jugosos r¨¦ditos, sin perder la esencia ni la fiereza tan caracter¨ªstica.

¡°El tenis femenino ha mejorado mucho¡±, sostiene. ¡°Hace cinco a?os, por ejemplo, yo era totalmente diferente a como soy ahora. Todas las mujeres son m¨¢s fuertes a nivel mental y la velocidad del juego ha aumentado¡±, contin¨²a. ¡°Me he convertido en una jugadora consistente y experimentada. Antes me presionaba mucho a m¨ª misma y llegar a la segunda semana [de un grande] me generaba un estr¨¦s enorme; no sab¨ªa c¨®mo gestionar las emociones, me pasaba los d¨ªas libres pensando en tenis y ped¨ªa mucha energ¨ªa. Ahora intento tom¨¢rmelo con m¨¢s calma, soy consciente de qu¨¦ puedo controlar y qu¨¦ no. He aprendido a disfrutar de esta profesi¨®n¡±, asevera.

Asentada en la segunda posici¨®n del ranking, Sabalenka sigue reafirm¨¢ndose como la m¨¢s dura oposici¨®n para Swiatek, y poco a poco empieza a emparejar su nombre con el de profesionales del m¨¢ximo nivel. Al carisma y la espectacularidad de su juego ha a?adido este curso un alt¨ªsimo porcentaje de victorias en los majors; con un 97,4%, se sit¨²a muy cerca de los registrados por la belga Justine Henin (95%) o Serena Williams, quien lleg¨® a alcanzar directamente un 100% (2002), o bien un 96% y un 95% (en 2003 y 2015, de manera respectiva). Desde ahora, tambi¨¦n es la quinta mujer en la Era Abierta (1968) capaz de conquistar en un mismo a?o el cemento de Melbourne y Nueva York, despu¨¦s de que lo consiguieran Steffi Graf (1998 y 1989), Monica Seles (1991 y 1992), Martina Hingis (1997) y Angelique Kerber (2016) como referencia m¨¢s reciente.

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