El dinero estrangula al calendario del tenis
El modelo de negocio y los torneos obligatorios multiplican el desgaste de las figuras, que a su vez se ven atra¨ªdas por los millones de las nuevas exhibiciones
Coincidiendo con la amenaza de huelga expresada en las ¨²ltimas fechas por parte de algunos futbolistas, quienes afirman que el espect¨¢culo va resinti¨¦ndose conforme las lesiones van castigando a los jugadores y que, llegado el caso, estar¨ªan dispuestos a parar, Carlos Alcaraz tambi¨¦n reflexionaba sobre la dureza del calendario del tenis. El murciano, de 21 a?os, se refiri¨® durante su participaci¨®n del pasado fin de semana en la Laver Cup a la obligatoriedad de jugar determinados torneos ¡ªlos que impone el circuito de la ATP, salvo exenciones por lesi¨®n o muy espec¨ªficas por trayectoria¡ª y expres¨® su desacuerdo, al entender que la saturaci¨®n de compromisos merma la calidad de su tenis y perjudica a la motivaci¨®n de los profesionales. Incidi¨®, por tanto, en un viejo problema que pone en serio riesgo la posibilidad de desarrollar una carrera larga y que vienen denunciando numerosas figuras de la raqueta.
¡°En ocasiones no me siento motivado. Como he dicho muchas veces, el calendario es muy ajustado y hay muchos torneos, as¨ª que no tengo d¨ªas libres o no tantos como quisiera. A veces me gustar¨ªa tomarme algunos d¨ªas para m¨ª, pero no puedo; tengo que entrenarme y viajar, y tambi¨¦n est¨¢ el jet-lag¡ As¨ª que a veces no me apetece ir a los torneos, no voy a mentir¡±, transmiti¨® el murciano en Berl¨ªn, donde encabez¨® el triunfo europeo en la competici¨®n por equipos que organiza anualmente el legendario Roger Federer desde 2017. ¡°He sentido esto varias veces, porque me gustar¨ªa quedarme en casa con mi familia o mis amigos, y tengo que encontrar la motivaci¨®n simplemente para ir y hacer el tenis correcto, o poner la cara correcta en el entrenamiento y los partidos¡±, agreg¨®.
Alcaraz, que ingres¨® en la ¨¦lite en 2021 ¡ªmeti¨® la cabeza un a?o antes, pero el coronavirus interrumpi¨® su despegue¡ª, dice que las estrecheces del programa le impiden ¡°encontrar ese ritmo o esa sensaci¨®n¡± en la pista, y que le resulta muy complicado conciliar la vida personal con la profesional. ¡°Cada jugador tiene su propia sensaci¨®n. Algunos quieren jugar m¨¢s, incluso; muchos creen que este es un buen calendario; y otros dicen que es demasiado apretado y que hay muchos torneos durante el a?o. Yo soy de estos ¨²ltimos, de los que piensan que hay muchos torneos obligatorios y que, probablemente, durante los pr¨®ximos a?os habr¨¢ incluso m¨¢s. As¨ª que, de alguna manera, nos van a matar...¡±, profundizaba el n¨²mero tres del mundo. Lo dec¨ªa con su caracter¨ªstica sonrisa, pero muy en serio.
Alcaraz, el ¨²ltimo gran talento de su deporte, alcanz¨® la cima del circuito en 2022 y hasta ahora ha conquistado cuatro grandes. Sin embargo, considera que act¨²a como un aut¨®mata y que en un momento u otro, su voluntad se puede romper por la erosi¨®n derivada de la carga f¨ªsica y psicol¨®gica que en los ¨²ltimos tiempos ha apartado del primer plano o bien ha terminado consumiendo a no pocos y pocas profesionales. Sin ir m¨¢s lejos, la n¨²mero uno mundial, Iga Swiatek, ha repetido en varias ocasiones que la factura de jugar con tanta frecuencia es demasiado elevada y que su ¨¢nimo ha ido resinti¨¦ndose de manera inevitable. ¡°Nuestro deporte va en la direcci¨®n equivocada. No tenemos tiempo para pensar ni mejorar. Vamos de un torneo a otro¡ La temporada es demasiado larga y esto debe cambiar¡±, expon¨ªa en agosto.
M¨¢s citas y m¨¢s largas
Recordaba la polaca (23 a?os) que el calendario arranca a finales de diciembre y que de aqu¨ª en adelante, el ¨¦xito no proceder¨¢ tanto de la calidad como del acierto a la hora de gestionar la hoja de ruta de cada tenista. En su caso, abri¨® el curso el d¨ªa 29 y desde entonces ha disputado 61 partidos, que le han guiado hacia cinco t¨ªtulos y el bronce ol¨ªmpico. Sin embargo, ella ha preferido echar el freno un par de veces para tratar de reducir el desgaste. Swiatek, al igual que Alcaraz, apunta a la imposici¨®n de la normativa de jugar una determinada cifra de torneos obligatorios ¡ªlos Mandatory, que han ido creciendo en los ¨²ltimos a?os¡ª y tambi¨¦n al aumento de la extensi¨®n; en varios casos, de una a dos semanas; es decir, lo mismo que un Grand Slam. Todo, esto, recalca el espa?ol, empieza a pesarle en exceso.
¡°Hay muchas lesiones por las pelotas, por el calendario y por muchas cosas. En alg¨²n momento, muchos buenos jugadores se van a perder torneos por eso, porque tienen que pensar en sus cuerpos y tienen que cuidar de su vida privada. Tienen familia, muchas otras cosas en la vida aparte del tenis. Todo esto es demasiado¡±, indica el joven de El Palmar, que esta temporada ha jugado 52 partidos oficiales, incluyendo los cuatro ¨²ltimos disputados este fin de semana en Berl¨ªn. Los ha distribuido en 12 torneos, a los que se suman tanto la primera experiencia ol¨ªmpica como los recientes compromisos de la Copa Davis, que pondr¨¢ el broche al a?o el 24 de noviembre. Para entonces, ¨¦l puede haber llegado a saltar a la pista 76 veces, siempre y cuando los resultados le acompa?en y en el mejor de los casos.
En 2021, la nueva punta de lanza del tenis espa?ol jug¨® 49 partidos; al a?o siguiente, la cifra aument¨® a 66; ascendi¨® a 77 en 2023, pese a la injerencia de las lesiones; y cerrar¨¢ al actual con un registro similar, al que se le debe a?adir un extra significativo. Antes de desplazarse a Australia particip¨® en una exhibici¨®n con Novak Djokovic en Arabia Saud¨ª y en marzo se reuni¨® con Rafael Nadal en Las Vegas, y pr¨®ximamente desfilar¨¢ de nuevo por Riad ¡ªen un c¨®nclave millonario en el que a priori volver¨¢ a coincidir con Nadal y Djokovic, entre otras estrellas¡ª y tambi¨¦n por el territorio norteamericano; all¨ª, se medir¨¢ con Ben Shelton en el Madison Square Garden de Nueva York (4 de diciembre) y con Frances Tiafoe en Charlotte (el d¨ªa 6). Esto es, m¨¢s kilometraje, m¨¢s horas de vuelo y, por ende, m¨¢s fatiga.
En su af¨¢n por expandirse y generar negocio, el tenis contin¨²a tensando la cuerda y exprimiendo la gallina de los huevos de oro. Se mantiene el ingente volumen de torneos ¡ª68 este a?o en la ATP y 58 en la WTA¡ª y se ampl¨ªa la cifra de eventos obligatorios que deben jugar los mejores ¡ªocho de los nueve Masters 1000 y al menos cuatro ATP 500, en un caso, y los diez WTA 1000 y seis WTA 500, en otro¡ª. El calendario apenas ofrece ya treguas, m¨¢s all¨¢ del par¨¦ntesis entre noviembre y diciembre que, en realidad, es m¨¢s bien ficticio porque los jugadores y las jugadoras deben emprender casi de inmediato la fase preparatoria; unas pretemporadas que cada vez lo son menos. Hoy por hoy, la transici¨®n es m¨ªnima y todo va sobre la marcha, solap¨¢ndose. Todas las partes quieren m¨¢s, y los actores y las actrices principales asumen a rega?adientes el peaje, no sin protestar.
Paradoja y agresividad
¡°He terminado cansada, con mucho desgaste mental y f¨ªsico tambi¨¦n, porque tambi¨¦n tengo muchos problemas f¨ªsicos. La disciplina que hay que tener para mantenerse en este deporte es dur¨ªsima, casi insostenible¡±, conced¨ªa en abril a este peri¨®dico Garbi?e Muguruza, cuando la espa?ola anunci¨® su retirada, con 30 a?os. Tres menos tiene Alexander Zverev, que el fin de semana tambi¨¦n opinaba sobre una congesti¨®n que lejos de resolverse, sigue acentu¨¢ndose.
¡°Ning¨²n deporte tiene una temporada tan larga, tan innecesariamente larga. No hay tiempo para descansar ni para preparar el cuerpo, as¨ª que necesitamos hacer algo al respecto¡±, se?ala el alem¨¢n; ¡°?boicot? Nosotros no podemos hacer eso, nosotros no decidimos ni controlamos esto; si no jugamos, nos multan. Si quieres ser el n¨²mero uno [¨¦l es el dos] y ganar Grand Slams tienes que jugar. ?Qu¨¦ deber¨ªamos hacer? A la ATP no le importa nuestra opini¨®n. Es una cuesti¨®n de dinero. Los torneos cuestan una determinada cantidad, y no puedes quitarlos de en medio as¨ª de f¨¢cil; la ATP debe encontrar dinero para devolv¨¦rselo a aquellos torneos que compraron la licencia, y eso son millones y millones y millones de d¨®lares. No funciona as¨ª. Ellos tienen la licencia y los derechos, y hay que pagarles. No es tan simple como parece¡±.
En los ¨²ltimos a?os, la incorporaci¨®n de citas y la dilataci¨®n de las ya existentes ha engrosado de forma considerable el calendario. A las m¨¢s o menos tradicionales y de mayor o menor magnitud han ido encaj¨¢ndose con calzador la United Cup ¡ªuna suerte de Mundial que se celebra a principios de a?o y que pretend¨ªa competir con la Davis¡ª y la Laver Cup ¡ªque reparte dinero entre los participantes, pero no puntos¡ª en el caso plano masculino, y la proliferaci¨®n de torneos sobre territorio asi¨¢tico en el femenino. En ambos ha irrumpido tambi¨¦n el factor ¨¢rabe y cada vez van adquiriendo m¨¢s fuerza las exhibiciones, que atraen mediante una cuantiosa cifra de millones; Nadal gir¨® hace un par de a?os por Sudam¨¦rica ¡ªArgentina, Brasil, Ecuador, M¨¦xico y Colombia¡ª y tambi¨¦n se dej¨® caer por Abu Dabi, y el curso pasado Alcaraz protagoniz¨® un bolo ante 20.000 personas en La Monumental de DF.
En un an¨¢lisis efectuado por Relevo, los datos demuestran que los tenistas punteros de hoy (hombres y mujeres) juegan casi diez partidos menos que a principios de este siglo. Sin ir m¨¢s lejos, Nadal lleg¨® a disputar 93 en 2008 y super¨® la barrera de los 80 en seis ocasiones, mientras Federer alcanz¨® los 97 en 2006 y Djokovic la misma cifra en 2009. No obstante, m¨¢s all¨¢ de lo tangencial ahora hay dos factores que intervienen decisivamente y que explican esta reducci¨®n: el promedio de duraci¨®n de los duelos ha ido dispar¨¢ndose ¡ªun 25% m¨¢s en los grandes torneos respecto a comienzos de este siglo, seg¨²n The Athletic¡ª y, por encima de todo, la agresividad actual. El tenis es hoy un deporte a¨²n m¨¢s abrasivo en t¨¦rminos f¨ªsicos. Se juega con m¨¢s potencia y a mucha m¨¢s velocidad. As¨ª que, parad¨®jicamente, los herc¨²leos cuerpos del presente se quiebran cada vez m¨¢s.
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