Sindicatos y partidos pol¨ªticos
La politizaci¨®n de los sindicatos se calific¨® por Niel, secretario general de la CGT, en el hist¨®rico congreso de Amiens (1906), como ?la cuesti¨®n de las cuestiones?. Y no le faltaba raz¨®n. La relaci¨®n entre sindicatos y partidos pol¨ªticos puede sintetizarse, siguiendo a Reynaud, en las siguientes variantes:- La f¨®rmula social-dem¨®crata, que conf¨ªa al partido el papel predominante, puesto que se le atribuye la responsabilidad de las grandes orientaciones pol¨ªticas. El sindicato se ocupa fundamentalmente de problemas profesionales y en especial de la negociaci¨®n colectiva y de la estrategia huelgu¨ªstica.
Este modelo se sigui¨® en Alemania hasta 1933 y de alg¨²n modo persiste, puesto que a pesar de la autodenominada neutralidad pol¨ªtica de los sindicatos alemanes, el Partido Socialdem¨®crata cuenta con un ?rgano llamado Consejo Sindical, en el que est¨¢n representados el presidente de la DGB (Central Sindical Obrera), el presidente del Sindicato de Empleados (DAG) y el director del Banco Sindical.
- La f¨®rmula laborista (Inglaterra y Suecia), en la que el partido es ancilar respecto del sindicalismo, de modo que tanto los adheridos como la financiaci¨®n del partido (en Inglaterra las 3/4 partes), tienen su fuente principal en el sindicato. En estos pa¨ªses, diferencia de otros, como Francia e Italia, donde fueron los partidos quienes crearon sus propias centrales obreras, han sido los sindicatos los que crearon su partido pol¨ªtico. Frente a la cl¨¢sica ?correa de transmisi¨®n? podr¨ªa hablarse en este caso de un ?contrato pol¨ªtico-sindical?, a trav¨¦s de la interrelaci¨®n entre las dimensiones laboral y pol¨ªtica de la sociedad. Tal interrelaci¨®n se manifiesta en el cl¨¢sico do ut des, recibiendo el partido de los sindicatos: financiaci¨®n, informaci¨®n y electorado fiel; y los sindicatos del partido: protecci¨®n pol¨ªtica contra toda legislaci¨®n antisindical y una acci¨®n positiva en materia de mejora de las condiciones laborales. Es una f¨®rmula que podr¨ªa denominarse de ?relaci¨®n org¨¢nica?.
- La f¨®rmula leninista, en la que hay una separaci¨®n te¨®rica y una fusi¨®n pr¨¢ctica del sindicato con el partido. El sindicato es una organizaci¨®n de masas y el partido la vanguardia del proletariado, de modo que el sindicato se convierte en correa de transmisi¨®n de las masas al partido. Es la tesis de ?domesticaci¨®n? del sindicato.
Tal tipo de sindicalismo est¨¢ en crisis, pero subsiste en el ¨¢rea m¨¢s puramente comunista.
En Francia y en Italia tambi¨¦n existen manifestaciones de esta f¨®rmula, si bien suavizada por razones estrat¨¦gicas. En Italia, si bien estatutariamente, la CGIL (Confederazione Generale Italiana del Lavoro), la CISL (Confederazione Italiana Sindacati Lavoratori) y la UIL (Unione Italiana del Lavoro) son independientes de los partidos pol¨ªticos, la verdad es que, como afirma Rosignolo, tales centrales son ?las sacrist¨ªas de los partidos pol¨ªticos en las empresas?. La CGIL del socialista y principalmente del comunista. La CISL de la democracia cristiana y la UIL de los partidos republicanos y socialdem¨®crata.
En Francia, puede decirse de un modo simple y sint¨¦tico que FO (Force Ouvri¨¨re) es independiente, la CFDT (Confederation Fran?aise Democratique du Travail) es de tendencia socialista y la CGT (Confederation Fran?aise du Travail) comunista.
Aunque cuantitativamente prima la CGT, creo que en el plano cualitativo es la CFDT la que marca la pauta del movimiento obrero franc¨¦s. Por personas tan significadas como Edmon Moire y Jacques Julliard se afirma que la confederaci¨®n no reh¨²sa el compromiso pol¨ªtico de sus militantes, pero s¨®lo a t¨ªtulo individual..., porque la CFDT ?no aspira a ser un sindicato-partido?. Sin embargo, ambos militantes hacen ver, a mi juicio con certeza, que resulta un tanto ?anticuada? la divisi¨®n entre ?v¨ªa revolucionaria? y ?v¨ªa electoral?.
Hoy, las luchas sociales juegan un papel clave en la transformaci¨®n de la sociedad. Por ello, dicen, la conquista del poder pol¨ªtico, del poder del Estado y de los poderes econ¨®micos, implica la conjunci¨®n de las luchas sociales (de masa) y de las pol¨ªticas. De ah¨ª que el movimiento obrero ?haya de estar presente en el terreno social y en el terreno pol¨ªtico, pues la separaci¨®n de los dos condena a la inmovilidad?.
En definitiva, esta visi¨®n conduce a una uni¨®n del sindicato con los movimientos o acci¨®n pol¨ªtica de la izquierda: visi¨®n m¨¢s realista y actual que la que le vincula con un partido.
- Otra variante es la f¨®rmula aut¨¢rquica. Bajo tal prisma, marcado por la desconfianza en los partidos y en la v¨ªa parlamentaria, el sindicato, intenta asumir la doble misi¨®n de la defensa profesional y la revoluci¨®n social. Normalmente se cobijan bajo tal prisma los movimientos sindicales anarquistas.
- Por ¨²ltimo, existe en la tipolog¨ªa examinada el sindicato desligado del partido. El pragm¨¢tico; el no alineado. En las elecciones el voto se vincula al pasado y programa de los candidatos. Como dec¨ªa lac¨®nicamente Gompers ?castigada vuestros enemigos y apoyada vuestros amigos?.
De cualquier modo, y en Estados Unidos en concreto, la verdad es que los sindicatos est¨¢n claramente a favor del Partido Dem¨®crata a trav¨¦s del COPE (Comittee for Political Education), siendo su neutralidad m¨¢s formal que real.
En definitiva y a modo de s¨ªntesis, podr¨ªa decirse que las tres principales opciones del sindicato respecto del partido son las de uni¨®n, simpat¨ªa e independencia.
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