Primer Certamen Internacional de Lanzarote
Punto final a una controversia
De sabios es mudar de opini¨®n, pero ni sabio ni lego pueden, una vez acaecidos, modificar los hechos. No est¨¢ mal que, de acuerdo con el consejo b¨ªblico, decida C¨¦sar Manrique revisar la suya acerca de lo ocurrido en el acto inaugural del Primer Certamen Internacional de Artes Pl¨¢sticas de Lanzarote, siempre y cuando no altere la objetividad y el orden de lo ocurrido. Las alternativas, en suma, de su juicio —son tan respetables como inamovibles los hechos— que hayan venido a motivarlas.
De no muy buena gana, me veo obligado a terciar en el aburrido debate en torno al llamado Primer Certamen Internacional de Lanzarote, por la sola raz¨®n de verme yo aludido y aparecer citado el nombre de EL PAIS en la carta abierta que el se?or Manrique, presidente de tal certamen, ha enviado al peri¨®dico en que, por menester profesional, dej¨¦ escrita mi cr¨®nica y explayada mi cr¨ªtica.
?Estos hechos —suscribe y firma Cesar Manrique— son tan arbitrarios como ins¨®litos.? No, se?or m¨ªo. Si de hechos se trata, busque otros adjetivos, que los hay (lamentables, irritantes, enojosos..., duros de pelar), con que adornarlos, o refiera arbitrariedad e ins¨®lita condici¨®n al proceder de sus protagonistas, usted incluido. Las cuestiones de facto no admiten retroacci¨®n, si no es por v¨ªa de melodrama (aquello de la nariz de Cleopatra..., o el m¨¢s com¨²n ?si yo hubiera sabido!).
?Nunca se trat¨® de ocultar la vinculaci¨®n con el Certamen de la Delegaci¨®n Nacional de Cultura.? Tal escribe usted, se?or Manrique, mezclando sus particulares intenciones con sucesos comprobados. Ni entro ni salgo en lo que a rectitud de sus prop¨®sitos concierne. Me limito a rectificar cuanto en su d¨ªa dej¨¦ escrito en estas mismas p¨¢ginas, a tenor de lo que usted dejara dicho en la turbulenta rueda de prensa que procedi¨® al acto inaugural.
El escrito de los artistas, a que hace usted referencia en su carta y del que fui portavoz, expon¨ªa una situaci¨®n de hecho, siendo estos algunos de sus puntos:
1. Que las obras nos fueron solicitadas personalmente por C¨¦sar Manrique de cara a su exposici¨®n en el museo del Castillo de San Gabriel, creado por el Cabildo insular de Lanzarote
2. Que prestamos nuestra colaboraci¨®n incondicional, en la ignorancia de que la Secretar¨ªa General del Movimiento tuviera papel alguno en dicho certamen.
3. Que, a tenor de ello, mostramos nuestra disconformidad ante la ingerencia de dicha Secretar¨ªa General en los tr¨¢mites de invitaci¨®n, inauguraci¨®n y dem¨¢s actos oficiales.?
Hechos, hechos...
Los artistas, como ve, se contentaron con hacer p¨²blica una situaci¨®n de facto, unos cuantos hechos que usted, qui¨¦ralo ahora o no, reconoci¨®, en tono displicente a veces (era un dato que no consider¨¦ importante) y a veces desafiante (por Lanzarote, yo vendo el alma al diablo). Pongo de ello por testigo mi propio testimonio y el de Cuadernos para el Di¨¢logo, Cambio 16, Diario 16... e incluso el de otras publicaciones que, alabando la actitud de usted y discrepando de la m¨ªa, nunca desmintieron lo que en su d¨ªa afirm¨¦ y sigo hoy afirmando.
No olvide, de otro lado, que los juicios emitidos por usted, en la rueda de prensa preinaugural, constituyen igualmente hechos. Muy libre es, insisto, de revisar sus motivaciones, pero sin alterar un ¨¢pice del verdadero acaecer. Por m¨¢s que ahora asegure que no intent¨® ocultar vinculaci¨®n alguna la Secretaria General del Movimiento, usted reconoci¨® p¨²blicamente (un hecho) que la ocultaci¨®n se hab¨ªa producido (otro hecho)
?M¨¢s hechos? Una veintena de artistas, reunidos en Madrid, en los locales de la Asociaci¨®n de Artistas Pl¨¢sticos, deciden convocar el 16 de diciembre del a?o en curso, una asamblea informativa en la que se redact¨® el siguiente documento: ?En el mes de septiembre de 1976, casi doscientos artistas y algunas galer¨ªas reciben una invitaci¨®n personal de C¨¦sar Manrique para participar en el I Certamen Internacional de Artes Pl¨¢sticas que se celebrar¨ªa en Lanzarote. En tales invitaciones, no aparece en ning¨²n momento ni de ninguna manera la Delegaci¨®n Nacional de Cultura de la Secretaria General del Movimiento.
S¨®lo dos d¨ªas antes de la inauguraci¨®n oficial del certamen, algunos artistas (muy pocos) tienen conocimiento de la presencia de la citada Secretar¨ªa en la organizaci¨®n y financiaci¨®n del certamen. Tambi¨¦n por primera vez, y para los dem¨¢s artistas, a trav¨¦s de los medios de comunicaci¨®n, se hace saber la participaci¨®n, silenciada hasta entonces, de dicha Secretaria.
Ante estos hechos, un grupo de artistas redacta, provisionalmente, un documento donde manifiestan su sorpresa y disconformidad ante la participaci¨®n, expresamente silenciada, de la citada Secretaria.
En la rueda de prensa, horas antes del acto inaugural, fue hecho p¨²blico este escrito ante los responsables de la organizaci¨®n, aceptando ¨¦stos el haber ocultado en las invitaciones, repetimos, hechos a t¨ªtulo personal, la participaci¨®n de la Secretar¨ªa General del Movimiento en todo el proceso.?
Queda m¨¢s que clara la exclusiva atenci¨®n a los hechos que en el informe se detallan. Consecuencia de ¨¦l y de ellos, fue otro documento en que los artistas exponen consideraciones generales en torno a lo derechos intelectuales de la obra vendida, incluidos en la legislaci¨®n internacional y suscritos por el Estado espa?ol. Por afectar directamente al caso que nos ocupa, traer¨¦ al comentario uno de sus p¨¢rrafos: En la reuni¨®n de la permanente de la asociaci¨®n, celebrada el d¨ªa 16 de diciembre, se acord¨® que la asociaci¨®n se pronunciase sobre el asunto del I Certamen Internacional de Artes Pl¨¢sticas que se celebra en Lanzarote. La asociaci¨®n rectific¨®, una vez m¨¢s, que todo artista pl¨¢stico tiene derecho a estar informado y ser consultado sobre la utilizaci¨®n p¨²blica de su obra.
Y un hecho ¨²ltimo, que por s¨ª mismo esclarece posturas y reduce de antemano deserciones y desmentidos, un documento cuya sola lectura ha de ahorrarle al lector dudas y conjeturas:
?En una reuni¨®n convocada por C¨¦sar Manrique, en Madrid, el d¨ªa 17 de diciembre de 1976 y al que asistieron un grupo numeroso de artistas pl¨¢sticos, invitados al I Certamen Internacional de Lanzarote, se inform¨® de lo siguiente:
—Que la organizaci¨®n del certamen ha corrido a cargo de C¨¦sar Manrique y del Cabildo lnsular de Lanzarote.
—Que los artistas pl¨¢sticos han sido invitados a participar personalmente por C¨¦sar Manrique.
—Que los artistas pl¨¢sticos invitados, por consideraci¨®n a Lanzarote, al Cabildo Insular y a C¨¦sar Manrique, han aportado sus obras al 50 % de su valor.
—Que el Cabildo Insular ha aportado a dicha organizaci¨®n veinte millones de pesetas.
—Que la Delegaci¨®n Nacional de Cultura de la Secretar¨ªa General del Movimiento, habiendo prometido una aportaci¨®n inferior, ha pretendido apropiarse de la paternidad exclusiva de dicho certamen ?
Fin
Sin poner ni quitar nada, me limito a ofrecer el documento tal como los artistas me lo han ofrecido. De lo dicho por ellos, puedo a?adir que C¨¦sar Manrique, lleg¨® a firmar, de su pu?o y letra, el escrito, pareci¨¦ndole luego improcedente, por ser ¨¦l de alg¨²n modo, suscritor y destinatario. Dos d¨ªas despu¨¦s, enviaba su carta abierta a la prensa (cuyas informaciones —as¨ª, e indiscriminadamente— est¨¢n tergiversadas o adolecen de una evidente carencia de datos objetivos), en la que asegura que, aparte del apoyo de artistas y galer¨ªas, se dedic¨® a buscar el de la Delegaci¨®n Nacional de Cultura, a trav¨¦s de su Secretar¨ªa General, Guillermo Montes, y del entonces delegado nacional, Jaime Delgado, y posteriormente, de la actual delegada nacional, Carmen Llorca, que acogi¨® calurosamente el proyecto. Su conclusi¨®n definitiva es, seg¨²n qued¨® dicho, que nunca trat¨® de ocultar la vinculaci¨®n del certamen con la Delegaci¨®n Nacional de Cultura, de la Secretar¨ªa General del Movimiento.
Y punto final. Me parece v¨¢lido que C¨¦sar Manrique recurra a dicha Secretar¨ªa y que ¨¦sta haga p¨²blicamente suyo lo que de hecho hab¨ªa patrocinado. Juzgo igualmente razonable que los artistas protesten de haber sido personalmente requeridos por una entidad, y luego, oficialmente invitados por otra. Corra el resto de la controversia, con sus graves acusaciones y curiosos desmentidos, de cuenta de ellos y del se?or Manrique, sin que los hechos sufran menoscabo. Acorde con la norma cervantina, ha querido mi comentario ce?irse al relato de los hechos, sin entrar para nada en el desv¨¢n de los pensamientos ni en el transfondo de los deseos.
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