Ataque frontal de Kissinger a la pol¨ªtica "eurocomunista" del presidente Carter
Como un espectro del pasado, el ex secretario de Estado, Henry Kissinger, se apareci¨® ayer a la clase pol¨ªtica norteamericana para advertir a la nueva administraci¨®n sobre los peligros del ?eurocomunismo? y pedir un esfuerzo conjunto que impida la victoria electoral de los comunistas en Espa?a, Francia e Italia.
Kissinger, que durante sus a?os al frente de la pol¨ªtica exterior de Estados Unidos se opuso a cualquier tipo de ?tolerancia? hacia los partidos comunistas de Europa occidental, repiti¨® ayer sus viejos argumentos, en lo que fue una cr¨ªtica de la postura del Gobierno Carter, que se muestra m¨¢s flexible ante el problema. El ex secretario de Estado calific¨® a Espa?a como estrat¨¦gicamente crucia? y dijo que la participaci¨®n comunista en cualquier Gobierno de la Pen¨ªnsula Ib¨¦rica tendr¨ªa ?serias consecuencias para la seguridad de Occidente?.?Si los comunistas obtienen una participaci¨®n significativa en los Gobiernos de Francia, Italia u otros pa¨ªses -a?adi¨®-, los efectos sobre la cohesi¨®n de la Alianza Atl¨¢ntica ser¨¢n desastrosos.?
Durante su intervenci¨®n en un seminario sobre ?ltalia y el eurocomunismo?, celebrado en Washington y patrocinado por la Hoover Institution y el American Enterprise Institute, Henry Kissinger advirti¨® que las ?declaraciones ambiguas? de Washington sobre el tema del eurocomunismo, o la ?consulta ostentosa con los l¨ªderes comunistas? podr¨ªan contribuir a crear en Europa la impresi¨®n de que Estados Unidos ?considera una victoria comunista como algo inevitable?.
Kissinger alud¨ªa as¨ª, claramente, a la declaraci¨®n del pasado 6 de abril del Departamento de Estado, que concret¨® el cambio de postura de la Administraci¨®n Carter respecto a las de Nixon y Ford, en la que se afirmaba que ?la posici¨®n de un partido comunista en un pa¨ªs determinado es un asunto a decidir por el pueblo y el Gobierno del pa¨ªs en cuesti¨®n?. Aunque la declaraci¨®n a?ad¨ªa que la postura de Washington no ser¨ªa ?de indiferencia?, el cambio fue tan evidente que dio lugar a las primeras reacciones cr¨ªticas de los medios' conservadores contra la nueva pol¨ªtica exterior norteamericana.
El propio presidente Carter dijo hace algo m¨¢s de un mes que, en su opini¨®n, la mejor forma de prevenir una victoria electoral comunista en Francia o Italia ser¨ªa demostrando a esos ciudadanos de estos pa¨ªses que el sistema democr¨¢tico occidental funciona bien. Y a?adi¨® que ?no es nuestra misi¨®n decir a otros pueblos c¨®mo votar, o c¨®mo elegir a sus gobernantes, o qui¨¦nes deben ser ¨¦stos.
Esta actitud de ?manos fuera? de la pol¨ªtica de Europa occidental fue la que provoc¨® la dura cr¨ªtica de Kissinger, partidario de un intervencionismo m¨¢s o menos directo
Aludiendo a la pol¨ªtica de defensa de los derechos humanos esgrimida por Carter, Kissinger dijo que desde este punto de vista no pod¨ªa ignorarse ?el retroceso que se producir¨ªa en la libertad si las minor¨ªas comunistas logran una influencia decisiva en la pol¨ªtica europea?. El ex art¨ªfice de la pol¨ªtica internacional norteamericana reconoci¨® la necesidad de reformas econ¨®micas y sociales en los pa¨ªses europeos, con el fin de ?privar al comunismo de su atractivo?, pero se?al¨® que, simult¨¢neamente, Washington deb¨ªa mostrar una actitud ?resuelta y convencida? sobre el tema.
El portavoz oficial del Departamento de Estado, respondi¨® a las preguntas de los periodistas sobre el discurso de Kissinger remiti¨¦ndose a la famosa declaraci¨®n del 6 de abril, en la que se reconocida que la capacidad de Europa y Estados Unidos para trabajar juntos podr¨ªa verse da?ada si llegaban al Gobierno partidos que no comparten los valores y pr¨¢cticas tradicionales de los sistemas democr¨¢ticos. El portavoz repiti¨® nuevamente que la postura de Washington no ser¨ªa ?de indiferencia? ante una llegada al poder de los partidos eurocomunistas y expres¨® la conf¨ªanza del Gobierno de Estados Unidos en que los partidos democr¨¢ticos ser¨¢n en los pr¨®ximos a?os los vencedores en la lucha por el poder pol¨ªtico en Europa.
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