Ricardo Le¨®n en su primer centenario
Se cumple hoy el primer centenario del nacimiento de Ricardo Le¨®n, poeta y novelista espa?ol. Acad¨¦mico por unanimidad a los 35 a?os, fue uno de los principales representantes de la evoluci¨®n del modernismo en la literatura de principios de siglo, continuador de la gran novela de Gald¨®s, Pereda y Valera.Su obra est¨¢ caracterizada por su profunda inspiraci¨®n en los cl¨¢sicos, y, as¨ª, Eugenio D'Ors comenta al terminar el pr¨®logo de sus Obras Completas: ?Verti¨® la quintaesencia del hispanismo en cadencias a lo Ren¨¢n, y supo llevar a dignidades del Siglo de Oro el habla de los vivientes en el novecientos?.
Las descripciones en su prosa se transforman en aut¨¦nticas piezas po¨¦ticas, con gran dominio del lenguaje, y, as¨ª, dice Machado: ?Ricardo Le¨®n era, ante todo, un excelente poeta, no s¨®lo por la concepci¨®n del asunto, sino por la misma forma externa de las descripciones y del di¨¢logo?. La fuerza de sus argumentos es detectada por Salvador Rueda al enjuiciar El hombre nuevo: ?... Tiene ambiciones de la totalidad humana y me recuerda, por su trascendentalismo, obras como La investigaci¨®n de lo absoluto, de Balzac, y similares ... ?
Su obra m¨¢s conocida, El amor de los amores, alcanz¨® ya, en la d¨¦cada de los a?os cuarenta, m¨¢s de un mill¨®n de ejemplares vendidos y representa la plenitud de su estilo, de la t¨¦cnica y arte novel¨ªstica del autor. Estudiada en universidades durante largos per¨ªodos, alcanz¨® el premio Fastenrath de la Real Academia Espa?ola. En ella se encuentra cierto parentesco con algunas ramas del teatro, con el m¨ªstico y teol¨®gico, corno, son las notas de nomadismo y vida errante, aunque tambi¨¦n se encuentran reminiscencias del Quijote.
Le sigue en popularidad Casta de hidalgos, obra de la que comenta Entrambasaguas, en la colecci¨®n de La mejores novelas contempor¨¢neas de Planeta, lo siguiente: ?En ella se contrasta la vida actual con el pasado, pero ¨¦ste aparece junto a ella no espiritualmente, sino representado por los monumentos, la historia y los recuerdos de una muerta ciudad, Santillana del Mar, que intenta vivir in¨²tilmente junto a la vida y acaba por vencerla con su muerte?. El mismo comentarista, catedr¨¢tico de la Universidad de Madrid, dice de Var¨®n de deseos: ?Obra de arquitectura acertad¨ªsima en todo, su estilo sencillo y expresivo maneja con igual arte la iron¨ªa y el humor que la admonici¨®n did¨¢ctica o la sentimental, sin sensibler¨ªa, y todo ello nos confirma bien claro el puesto relevante de Ricardo Le¨®n en la literatura contempor¨¢nea?.
Ricardo Le¨®n naci¨® en Barcelona, pasando toda su ni?ez y adolescencia en M¨¢laga, por ello mostr¨® mucha inclinaci¨®n por Andaluc¨ªa. Fue nombrado hijo predilecto de M¨¢laga y mantenedor de los Juegos Florales de Sevilla. Posteriormente vivi¨® en Santillana del Mar y, finalmente, en Madrid, donde se cas¨® con Mar¨ªa del Carmen Garrido y tuvo ocho hijos, fijando su residencia los ¨²ltimos a?os de su vida en la Quinta Santa Teresa, en Torrelodones.
Sus actos p¨²blicos fueron escasos, pues su pasi¨®n era el trabajo y la vida de hogar, cuando no lo eran sus constantes viajes por Espa?a y el extranjero, sondeando las costumbres de los pueblos que luego ser¨ªan inspiraci¨®n para sus libros. Su car¨¢cter era apasionado e idealista, odiaba la indiferencia y la apat¨ªa. Le encend¨ªa el patriotismo, la religiosidad y el sacrificio por una causa. Seg¨²n frase reciente del marqu¨¦s de Lozoya: ?Entre los escritores de la generaci¨®n del 98 que hicieron de nuestro siglo un nuevo Siglo de Oro y Ricardo Le¨®n existe una diferencia fundamental: los primeros estudian el alma y el paisaje de Espa?a "desde fuera", como algo que merece toda su admiraci¨®n, comentan los cl¨¢sicos con comprensi¨®n y amor, pero no sieten en su alma lo que ellos sintieron. Ricardo Le¨®n, poeta y novelista, siente y piensa como ellos sintieron y pensaron y se sent¨ªa pueblo espa?ol hasta los tu¨¦tanos?.
Intervino de jurado en importantes premios literarios, como el Premio Nacional de Literatura y el Mariano de Cavia. Perteneci¨® a la Hispanic Sociely of America, donde queda permanente su imagen a trav¨¦s de un cuadro que inmortaliz¨® Sorolla.
En su epistolario se refleja la gran amistad que le uni¨® con Men¨¦ndez Pidal, Azor¨ªn, los Quintero, Palacio Vald¨¦s, Gabriel Mir¨®, Blasco Ib¨¢?ez, Salvador Rueda, etc¨¦tera, todos ellos declarados por s¨ª mismos sus fervientes admiradores.
Ricardo Le¨®n era, ante todo, la vehemencia apasionada. Pon¨ªa ardor en sus pol¨¦micas, fuego en sus escritos, pasi¨®n en sus versos y entusiasmo en todo.
Entre otras cosas fue periodista y cronista de guerra en los frentes de la contienda europea de 1914.
Viaj¨® incansablemente y procur¨® que los argumentos de sus novelas tuvieran inspiraci¨®n en la realidad de distintas provincias espa?olas, creando personajes de hidalgu¨ªa similar al Alcalde de Zalamea, en donde los principios de dignidad, patriotismo y religi¨®n eran la base y objeto de la vida -fiel reflejo de lo que tanto dijo para s¨ª, eran principios b¨¢sicos de la existencia-.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.