El presidente de Ensidesa pide un reforzamiento financiero del sector
ENVIADO ESPECIAL, La supervivencia de Ensidesa, la necesidad de acometer una reestructuraci¨®n racional de toda la siderurgia y la eventual aportaci¨®n de las empresas p¨²blicas al desarrollo de los sectores industriales asturianos, fueron los criterios imperantes de lo expuesto por Jos¨¦ Luis Baranda, presidente de la Empresa Nacional Sider¨²rgica, ayer en Oviedo, en su intervenci¨®n al cerrar la mesa redonda sobre ?Empresa p¨²blica y sector sider¨²rgico? convocada por Asturias diario regional de pr¨®xima aparici¨®n.
La segunda y ¨²ltima jornada de debate, celebrada ayer, estuvo centrada en la problem¨¢tica del sector sider¨²rgico y las consecuencias que la crisis comporta para la econom¨ªa asturiana, fundamentada en una parte muy notable en el futuro de Ensidesa. Intervino tambi¨¦n como ponente el director de Sadei (empresa de estudios sobre la industria asturiana), Pedro Pi?era.
El INI en Asturias
El director de Sadei analiz¨® en primer lugar el contexto econ¨®mico de la regi¨®n, destacando las limitaciones productivas de Ensidesa por la crisis del sector, que yugulan de modo pr¨¢cticamente total las posibilidades de creaci¨®n de nuevos puestos de trabajo en la siderurgia, por lo que se hace imprescindible la potenciaci¨®n de nuevas ¨¢reas industriales. Al igual que en la sesi¨®n precedente Pedro Pi?era puso el acento en la posibilidad de impulsar un sector de transformaci¨®n en el ¨¢mbito metal¨²rgico. Critic¨® tambi¨¦n la acci¨®n del INI, en el sentido de que hab¨ªa yugulado en cierto modo las posibilidades regionales de expansi¨®n industrial, acaparando instalaciones y distorsionando el mercado de trabajo. Estas afirmaciones ser¨ªan posteriormente matizadas y corregidas por el presidente de Ensidesa, un poco, en la l¨ªnea de como lo hiciera en la primera sesi¨®n de debate el presidente de Hunosa, la otra empresa del INI en Asturias.Jos¨¦ Luis Baranda expuso, en primer lugar, las caracter¨ªsticas de la crisis del sector a escala mundial, especialmente en lo que se refiere a Europa, haciendo hincapi¨¦ en las dr¨¢sticas reducciones de plantillas aplicadas en la mayor parte de los pa¨ªses: Francia (16.000 despedidos), Gran Breta?a (60.000), Italia (8.000) y Rep¨²blica Federal de Alemania, donde se efect¨²an reducciones desde 1974. Concretando el caso espa?ol, el presidente de Ensidesa se?al¨® el estancamiento de la producci¨®n en torno a los once millones de toneladas anuales en los ¨²ltimos tres a?os, y como la reducci¨®n progresiva de la demanda interior hab¨ªa obligado a las empresas a incrementar sus niveles de exportaci¨®n, situados en el pasado a?o en el 30% aproximado de la producci¨®n total.
Bases de reestructuraci¨®n
En l¨ªneas generales, se?al¨® posteriormente las bases de un plan de reestructuraci¨®n de la siderurgia espa?ola, necesario y urgente, para evitar el hundimiento sectorial. En principio, rechaz¨® la idea de incrementar los actuales niveles de endeudamiento de las empresas, ya muy elevados, aunque s¨ª la conveniencia de inyectar recursos en las sociedades para sanear sus estructuras financieras, eliminando los inconvenientes derivados de las actuales tasas, que gravan los resultados de los ejercicios. En estos momentos, los costes financieros de las empresas sider¨²rgicas integrales est¨¢n situados en torno al 10% de la cifra de volumen de negocio. Los resultados del ejercicio de 1977 -adelant¨®- muestran un elevado d¨¦ficit del orden de las 2.000 pesetas por tonelada, que presumiblemente se ver¨¢ incrementado de modo notable en el presente ejercicio de 1978. En cuanto a las restantes medidas a adoptar para salvar la siderurgia espa?ola, el se?or Baranda se mostr¨® partidario de incorporar medidas similares a las emprendidas por los pa¨ªses comunitarios: fijaci¨®n de precios m¨ªnimos para todos los productos y normas para vigilar su cumplimiento; supresi¨®n de las importaciones especulativas, con establecimiento de precios de referencia, y definici¨®n de una pol¨ªtica de precios sider¨²rgicos, en l¨ªnea con los criterios de la CECA. En cualquier caso, estim¨® necesario instrumentar un plan de reestructuraci¨®n que comprenda los dos subsectores -integral y no integral- de la siderurgia, reduciendo el porcentaje actual (35%) de participaci¨®n en la cuota productiva de las no integrales, a la vista de las posibles consecuencias que podr¨ªa generar un relanzamiento del precio de la chatarra en los mercados internacionales.Finalmente, y respecto a la problem¨¢tica espec¨ªfica asturiana, el se?or Baranda ofreci¨® la posibilidad de que la experiencia y dotaciones de Ensidesa pudieran ser aprovechadas para potenciar una industria de transformaci¨®n -no necesariamente metal¨²rgica-, constituida con criterios de localizaci¨®n y valor a?adido id¨®neos.
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