El Gobierno italiano aprueba un plan de saneamiento de su econom¨ªa

El Consejo de Ministros despu¨¦s de dos d¨ªas de debate, aprob¨® ayer el plan trienal de desarrollo llamado ?Pandolfi?, por ser ¨¦ste el nombre del ministro que lo propone. Este plan constituye en realidad una propuesta que puede decidir el futuro inmediato de la econom¨ªa italiana. Es un programa de trabajo, de inversiones, de ahorro de la Administraci¨®n p¨²blica, de deberes para todos los protagonistas de la ?empresa Italia ?, que deber¨ªa conducir este pa¨ªs por los caminos de las econom¨ªas m¨¢s avanzadas de la Comunidad Europea.

Es un programa que obligar¨¢ a apretar el cintur¨®n. L¨®gicamente las fuerzas sociales temen que sean ellas las protagonistas del apret¨®n. Lo cierto es que, en l¨ªneas generales, el plan hab¨ªa sido ya aceptado por todos los partidos que hoy apoyan al Gobierno Andreotti, incluidos los comunistas. Lo que se teme es que pueda quedarse en nuevo proyecto y que una falta de convergencia de fuerzas pol¨ªticas pueda hacerlo fracasar.

Debate a tres

El presidente del Consejo, Andreotti, entregar¨¢ el documento el lunes al presidente de la Rep¨²blica y al Parlamento. Empezar¨¢ en seguida el debate entre los partidos los sindicatos y los empresarios.Seg¨²n las primeras indiscreciones, parece ser que se pretende crear puestos de trabajo y alcanzar un crecimiento en 1979 del 4,5% respecto a 1978 y en 1980 de otro 4%. Se pretende controlar el nivel de sueldos y contener la inflaci¨®n en este a?o al 12% y el a?o pr¨®ximo al 7%. Para conseguirlo, afirma el Gobierno, ?deber¨¢n ayudar los sindicatos?. Los sueldos en estos tres a?os no deber¨¢n aumentar m¨¢s de lo que aumenten los precios. Para disminuir el coste del trabajo el Gobierno fiscalizar¨¢ durante diez a?os en las empresas del sur las obligaciones fiscales de las empresas hacia los trabajadores. Parte de estos seguros los pagar¨¢ el Estado. Ser¨¢ tambi¨¦n reestructurado el sistema de salarios, se insistir¨¢ en la necesidad de pagar equitativamente los impuestos y sobre todo en el lanzamiento del desarrollo productivo para aumentar los puestos de trabajo.

La ¨²ltima palabra parece ser que la tendr¨¢n los sindicatos, los cuales, sin embargo, convencidos del problema grave de la econom¨ªa italiana y de sus repercusiones en el orden pol¨ªtico parece ser que insistir¨¢n, sobre todo, en que el plan se lleve a cabo no s¨®lo en lo que se refiere a sacrificio por parte de la clase trabajadora, sino tambi¨¦n por parte de quienes hasta ahora se hab¨ªan ahorrado sacrificios cada vez que se agravaba la crisis econ¨®mica y se intentaba superarla.