Pol¨¦mica sobre la implantaci¨®n de un servicio privado de vigilantes nocturnos
La posibilidad legal o no de que el servicio de vigilantes nocturnos de Madrid, los antiguos serenos, pueda ser prestado por compa?¨ªas privadas de seguridad, adem¨¢s de serlo directamente por el Ayuntamiento, ha creado una pol¨¦mica entre la ¨²nica empresa que hasta ahora quiere montar el servicio y el alcalde accidental de Madrid, se?or Huete, quien niega que el Ayuntamiento pueda autorizar la prestaci¨®n del servicio privado y traslada las competencias al Gobierno Civil.
Dentro del Ayuntamiento, el concejal de la junta de distrito de Retiro, Antonio Horcajo, lo considera como factible y conveniente. El Gobierno Civil, por su parte, no se ha pronunciado a¨²n.El se?or Huete manifest¨® a EL PA?S el pasado martes que ?la ordenanza municipal de vigilantes nocturnos no contempla la posibilidad de que una empresa privada pueda dotar de vigilantes nocturnos al Ayuntamiento de Madrid... ; esto no impide que aquellas comunidades que lo deseen puedan contratar directamente sus servicios de seguridad nocturna, pero no ser¨ªan serenos, y la responsabilidad de aceptarlo o no depende exclusivamente del Gobierno Civil?.
La compa?¨ªa Servicio Internacional de Auxilio y Seguridad, la empresa en cuesti¨®n, puntualiza las declaraciones del se?or Huete en el sentido de que el decreto s¨ª permite esa posibilidad: el art¨ªculo seis del mismo dice textualmente: ?Cuando existan compa?¨ªas o entidades privadas de seguridad de las reguladas en los art¨ªculos 12 al 15 del real decreto 2.113, de 23 de julio de 1977, que presten servicios que afecten a locales de la zona respectiva, deber¨¢n participar en la prestaci¨®n del servicio de vigilancia nocturna?, y contin¨²a explicitando que dicha participaci¨®n se regular¨¢ mediante un convenio entre la entidad privada y el Ayuntamiento.
La contrataci¨®n de los vigilantes nocturnos por el procedimiento normal se har¨ªa mediante un convenio entre el Ayuntamiento y las comunidades de vecinos que lo solicitasen, y el pago de los salarios correr¨ªa a cargo de estos ¨²ltimos. Lo que la empresa privada plantea es que las comunidades puedan contratar el servicio con ella, siempre con el visto bueno y la supervisi¨®n municipal.
En opini¨®n de los directivos de la empresa, los vecinos se ver¨ªan beneficiados al contratar la vigilancia de las calles con la misma, ya que los vigilantes ir¨ªan en coches conectados con una central y con el 091, mientras que los serenos normales har¨ªan el recorrido a pie.
Se han hecho pruebas en algunos barrios y los resultados parecen ser satisfactorios. Los vigilantes nocturnos privados no s¨®lo vigilan las calles y avisan a la polic¨ªa si observan algo sospechoso, sino que pueden recibir llamadas de los vecinos de las comunidades a su cargo que requieran alg¨²n tipo de ayuda, como pueda ser acercar un enfermo al hospital o incluso extender una receta de urgencia, ya que el servicio se completa con un m¨¦dico, situado en la central, con competencia para hacerlo.
Los vigilantes de origen privado, as¨ª como los municipales, no llevar¨ªan armas y sus funciones ser¨ªan puramente de vigilancia y ayuda al ciudadano. Se sabe que algunas asociaciones de vecinos del distrito de Retiro ver¨ªan la idea con buenos ojos, y parece que ya ha habido negociaciones o contactos previos con comunidades de otras zonas situadas m¨¢s al extrarradio, como puedan ser Santa Eugenia o San Blas.
Por su parte, Santiago Estrada, delegado de Seguridad y Polic¨ªa Municipal, ha declarado que el decreto es un tanto ambiguo al respecto y que habr¨¢ que esperar primero a que la compa?¨ªa presente una petici¨®n en firme, y luego a los informes de la asesor¨ªa jur¨ªdica municipal, quienes dictaminar¨¢n si el proyecto es legalmente posible y, en caso de que lo sea, a qu¨¦ organismo corresponder¨ªa dar la autorizaci¨®n.
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