No hacen falta leyes especiales contra el terrorismo, coinciden los grandes partidos italianos
Todos los observadores pol¨ªticos est¨¢n de acuerdo en que esta campa?a electoral est¨¢ vac¨ªa de programas. Es m¨¢s bien un refer¨¦ndum sobre la entrada del PCI en el Gobierno o su vuelta a la oposici¨®n. Esta ¨²ltima hip¨®tesis parece la m¨¢s segura a cinco d¨ªas del voto. Si los comunistas se vuelven o no atr¨¢s de su dilema: ?Al Gobierno o a la oposici¨®n?, y si se contentar¨ªan o no con participar s¨®lo indirectamente en la gesti¨®n del poder.
La falta de programas concretos y el hecho de que se hable s¨®lo de posibles f¨®rmulas de gobierno ha hecho que esta campa?a electoral est¨¦ siendo una de las m¨¢s aburridas de los ¨²ltimos tiempos. Por otra parte, el fen¨®meno del terrorismo ha dado a los pol¨ªticos la f¨®rmula m¨¢gica para ahorrarles la dificultad de entrar en problemas program¨¢ticos y de enfrentarse duramente como en tiempos pasados. Ante el terrorismo se crea inmediatamente una unidad casi m¨¢gica. Y, al mismo tiempo, los ¨²nicos enfrentamientos en esta campa?a electoral han sido en este campo.Mientras los socialistas acusan a los comunistas de haber sido demasiado puritanos en la defensa de la causa del Estado como algo sagrado, con tal de no aparecer dispuestos al m¨ªnimo di¨¢logo con los terroristas, como en el caso de Moro, los democristianos, m¨¢s conservadores, han desempolvado un ataque frontal al PCI, acus¨¢ndolo de ser el culpable de la formaci¨®n en Italia de un partido armado de extrema izquierda, porque, a su tiempo, no tuvo el coraje de aceptar que en el pa¨ªs, adem¨¢s del terrorismo y de la violencia de derechas, fascista, exist¨ªa tambi¨¦n la violencia de la ultraizquierda y porque ha contribuido a presentar a la Democracia Cristiana como al demonio, a quien es necesario hacer la guerra a cualquier precio.
A pesar de todo, es l¨®gico que los partidos se est¨¦n presentando a los electores con un m¨ªnimo de programa pol¨ªtico, que se puede reducir a estas l¨ªneas, por lo que se refiere a los tres mayores partidos y a los radicales.
Los tres mayores partidos (DC, PCI y PSI) son los que determinar¨¢n -despu¨¦s del 4 de junio- la posibilidad de dar un Gobierno al pa¨ªs o de repetir las elecciones pol¨ªticas, con el peligro de que sea en este caso necesario cambiar la ley Electoral, como desear¨ªan los democristianos. Los radicales podr¨ªan ser, por la diversidad y originalidad de su pol¨ªtica nueva, un verdadero elemento de novedad, si se cumplieran las profec¨ªas que les calculan m¨¢s de veinte diputados en el nuevo Parlamento.
En estos cuatro partidos y en los otros menores el debate electoral se centra en estos puntos: terrorismo, energ¨ªa, econom¨ªa, huelgas, ense?anza.
En realidad, los italianos escuchan todas estas cosas con poco inter¨¦s, porque saben que, sobre todo en este pa¨ªs, estas cosas se dicen s¨®lo en las elecciones y despu¨¦s todos se olvidan. Tienen la convicci¨®n de que los partidos no creen de verdad en ciertas reformas o est¨¢n convencidos de que no ser¨¢ posible realizarlas sin ir en contra de ciertos intereses, que es lo que les mantiene en el poder. Nunca como esta vez la gente ha asistido menos a los m¨ªtines, a los debates de la radio y de la televisi¨®n
Democracia Cristiana,
el partido de mayor¨ªa relativa
TERRORISMO: No hace falta crear leyes especiales. Basta la legislaci¨®n actual. Es necesario aprovechar mejor las fuerzas y las leyes actuales. Defensa absoluta del Estado y lucha sin cuartel a todo tipo de terrorismo.
ENERGIA: Es necesaria una fuente de energ¨ªa alternativa. No se trata de oportunidad, sino de necesidad. Es indispensable crear un consenso popular que acepte la energ¨ªa nuclear.
ECONOMIA: Aumento de la ocupaci¨®n y reequilibrio de la econom¨ªa meridional. Disminuci¨®n de los gastos de la Administraci¨®n p¨²blica y normalizaci¨®n de la din¨¢mica salarial respecto a Europa.
TRABAJO: Indispensable el aumento de la productividad y la reglamentaci¨®n de las huelgas en los servicios p¨²blicos. Por el momento, podr¨ªan hacerlo los gremios sindicales, y despu¨¦s pasar a una legislaci¨®n completa.
ENSE?ANZA: Contra el numerus clausus, excepto para la facultad de Medicina. En las dem¨¢s facultades la selecci¨®n deber¨¢ obtenerse por convicci¨®n, encaminando a los estudiantes a las diversas facultades seg¨²n sus aptitudes, con ex¨¢menes de admisi¨®n. y multiplicando las sedes universitarias.
Partido Comunista,
el segundo partido del pa¨ªs
TERRORISMO: Mayor eficiencia en los aparatos del Estado, m¨¢xima profesionalidad, coordinaci¨®n y firme direcci¨®n de los servicios de seguridad y, sobre todo, una movilizaci¨®n general de los ciudadanos y de las instituciones civiles para que colaboren con las fuerzas del orden.
ENERGIA: Recurso limitado y controlado a la energ¨ªa nuclear, s¨®lo para completar las necesidades indispensables. Aprobaci¨®n de centrales nucleares s¨®lo despu¨¦s que el Parlamento haya examinado los resultados de una comisi¨®n t¨¦cnico-cient¨ªfica.
ECONOMIA: Aumento de la ocupaci¨®n en el Sur y lucha contra la inflaci¨®n. Desarrollo de la productividad, incremento de la profesionalidad en el trabajo y re forma de estructuras en lo relativo al coste del trabajo y del salario.
TRABAJO: El movimiento sindical deber¨¢ llegar lo m¨¢s pronto posible a la autorreglamentaci¨®n de las huelgas, que sirva para todas las organizaciones de los servicios p¨²blicos. El Parlamento deber¨¢ garantizar eficazmente estas decisiones sindicales.
ENSE?ANZA: Recuperar la funci¨®n de producci¨®n y de elaboraci¨®n de los conocimientos, desarrollo de la investigaci¨®n, pol¨ªtica de programaci¨®n, nuevo estatuto jur¨ªdico, democratizaci¨®n de los organismos universitarios.
Partido Socialista,
el mayor de los partidos menores
TERRORISMO: No hacen falta leyes excepcionales. Hace falta s¨®lo una capacidad extraordinaria del Estado para saber aplicar las leyes actuales.
ENERGIA: El s¨ª socialista a la energ¨ªa nuclear est¨¢ condicionado a las garant¨ªas de seguridad. Mientras tanto, los socialistas dir¨¢n no a las centrales nucleares.
ECONOMIA: Prioridad a la ocupaci¨®n, creaci¨®n de una agencia de trabajo, m¨¢xima eficiencia en la productividad de la Administraci¨®n p¨²blica. Por otro lado, contener el coste del trabajo, reduciendo las cargas sociales que pesan sobre el trabajador y sobre el empresario, para que se conviertan en sueldo real.
TRABAJO: Es in¨²til, por lo que se refiere a las huelgas, buscar soluciones que no existen en ning¨²n pa¨ªs de Europa. Los gremios sindicales deben aplicar seria e inmediatamente la autorreglamentaci¨®n.
ENSE?ANZA: En l¨ªnea de principio contra el numerus clausus y a favor de estimular la elecci¨®n de los estudios y de una programaci¨®n de la distribuci¨®n de los estudiantes, teniendo en cuenta la disponibilidad y los medios a disposici¨®n de las diversas universidades y colegios.
Partido Radical,
el m¨¢s original
TERRORISMO: No hacen falta leyes especiales, ya que existen en abundancia y todas han sido in¨²tiles, como lo demuestran el n¨²mero de muertos, que aumenta siempre. Lo que hace falta es la conversi¨®n de la pol¨ªtica, que debe ser para los ciudadanos y no a favor exclusivo de los intereses personales.
ENERGIA: Las centrales nucleares son s¨®lo ?catedrales en el desierto? que, para afrontar el problema de la energ¨ªa, son in¨²tiles, da?inas y costosas. Es mejor la vela que la muerte at¨®mica. Lo que hace falta es imaginaci¨®n creativa y tener el coraje de cambiar la calidad de la vida.
ECONOMIA: Ahorrar en los gastos militares, en las obras in¨²tiles costeadas por el Estado y en las empresas improductivas. Hay que ahorrar racionalizando la Administraci¨®n p¨²blica. No es el coste del trabajo lo que debe disminuir. Debe aumentar el rendimiento y disminuir el precio de la Seguridad Social.
TRABAJO: Reglamentar el derecho de huelga significar¨ªa ratificar el monopolio de los sindicatos. Y esto es contra los intereses de todos, incluso de los trabajadores, los cuales no desean que sus sindicatos se conviertan en corporaciones.
ENSE?ANZA: Contrarios al numerus clausus en la universidad. El estudio debe estar m¨¢s dentro de la vida. Deben desaparecer los privilegios unidos a ciertas carreras. La cultura no debe valorarse en ganancias. Hay que estimular al m¨¢ximo la creatividad y devolver la dignidad perdida a todos los trabajos
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