Nervios y cierre sostenido
La pasada tanda semanal observ¨® un claro comportamiento diferencial entre las dos sesiones iniciales, sobre todo la primera y el resto. En aqu¨¦lla a¨²n estaban demasiado frescos los sucesos del fin de semana anterior, y los nervios y falta de decisiones claras eran quienes aut¨¦nticamente determinaban la titubeante marcha del mercado, que, si no experiment¨® retrocesos de mayor envergadura, fue sencillamente debido a la falta del dinero suficiente para contrabalancear al abundante papel, que sin un l¨ªmite definido se hab¨ªa generado en los d¨ªas anteriores.El ambiente, no obstante, y debido en buena parte a esta circunstancia, en otras ocasiones negativa, pero que en ese momento se constituy¨® en el ¨²nico freno posible a una oferta desesperada, volvi¨® poco a poco a los cauces de la normalidad, contrat¨¢ndose con mayor fluidez el jueves, para volver a la m¨¢s absoluta aton¨ªa y falta de perspectivas en la reuni¨®n de cierre semanal.
As¨ª las diferencias producidas no resultaron excesivamente abultadas, y si exceptuamos los dieciocho puntos que cede el Central, las flexiones entre ocho y nueve puntos de alguno de los otros grandes del grupo bancario o la cesi¨®n, importante por deberse a la publicidad de los resultados negativos obtenidos en el primer trimestre, de Olarra, s¨®lo cabe mencionar por la parte positiva el avance estimable en m¨¢s de cincuenta puntos que en las dos ¨²ltimas semanas ha experimentado Cementos de Rezola.
Los valores el¨¦ctricos observaron en sus corros una tensi¨®n manifiesta las dos primeras reuniones semanales, para poco a poco ir recuperando el ritmo desmayado que les viene caracterizando en los ¨²ltimos tiempos. La ¨²nica nota de entre estos valores que merece alguna observaci¨®n fue la relativa al comportamiento de Uni¨®n El¨¦ctrica, quien, entre mi¨¦rcoles y jueves, subi¨® cinco puntos, para perderlos el viernes al descontar su cup¨®n.
Por lo dem¨¢s, apenas apuntar el continuo incumplimiento a lo largo de toda la semana de la cobertura de los porcentajes m¨ªnimos obligatorios de papel por parte de los bancos, en lo que resultaba un ol¨ªmpico desprecio de las normas de contrataci¨®n, donde, no conformes con ser los ¨²nicos valores del mercado que cuentan con un sistema de confecci¨®n de cambios particular, ni tan siquiera respetan las reglas preestablecidas; eso s¨ª, con la aprobaci¨®n perceptiva de la Junta Sindical.
En resumen: dir¨ªamos que el cierre semanal, con ser malo, ha resultado m¨¢s favorable de lo que a la vista de los primeros compases de martes y mi¨¦rcoles se hubiera podido pensar; pero es que los grupos, tan pronto como observaron que la afluencia de papel a los corros dejaba de ser asfixiante, volv¨ªan en apoyo de sus valores.
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