CEOE reclama ante la OIT la restituci¨®n del patrimonio sindical

Los empresarios se quejan ante la OIT por no ser tenidos en cuenta al hacer el reparto del patrimonio sindical y reconocen el car¨¢cter pol¨ªtico de la cuota sindical. El presidente de la Confederaci¨®n Espa?ola de Organizaciones Empresariales (CEOE), Carlos Ferrer, ha presentado una queja ante la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo (OIT), ?reivindicando la devoluci¨®n del patrimonio incautado en 1939 a los gremios y organizaciones empresariales y la participaci¨®n en los mecanismos que se establezcan para decidir el destino del patrimonio constituido en el seno de la Organizaci¨®n Sindical?. Se trata de la primera reclamaci¨®n por escrito de los empresarios espa?oles en este asunto.Hasta ahora, el portavoz de la CEOE en el consejo de administraci¨®n de la OIT, Vicente Castellano, se hab¨ªa limitado a intervenir en las ¨²ltimas reuniones (noviembre de 1978 y febrero y junio de 1979) para replicar al representante de los trabajadores espa?oles, Jos¨¦ Antonio Aguiriano, cuando ¨¦ste apoyaba la reclamaci¨®n de UGT sobre el patrimonio sindical. Incluso el se?or Castellano dijo que la OIT no era el foro adecuado, pues la pol¨¦mica deb¨ªa solucionarse dentro de Espa?a y ante las autoridades del Estado espa?ol. Sin embargo, despu¨¦s del reciente dictamen del comit¨¦ de libertad sindical, recomendando negociaciones entre Gobierno y sindicatos, la CEOE ha cambiado de t¨¢ctica y se ha decidido a presentar esta queja, que va documentada ampliamente con un estudio de medio centenar de p¨¢ginas sobre lo que fue la extinguida CNS y el car¨¢cter de los bienes del sindicalismo vertical.

No solamente la CEOE se suma a las anteriores quejas de UGT y del SU, sino que ataca al Gobierno espa?ol, por medio del escrito que firma el se?or Ferrer Salat, ya que -dice- ?la no devoluci¨®n o la falta de consultas formales sobre el procedimiento que el Gobierno piensa seguir para la soluci¨®n de esta cuesti¨®n (del patrimonio sindical), viola, tanto los leg¨ªtimos derechos del empresariado, representado por sus organismos, como los convenios de la OIT sobre libertad sindical.

Pero este reconocimiento expreso de que los sindicatos han de tener un patrimonio se complica al efectuar un recuento de las transformaciones operadas en el verticalismo de la ley de Bases de 1940, en la que la Organizaci¨®n Sindical estaba vinculada a FET y de las JONS, hasta la ley Sindical de 1971, que concede autonom¨ªa institucional y funcional a la Organizaci¨®n Sindical espa?ola.

En opini¨®n de algunos expertos de la OIT, consultados oficiosamente por EL PAIS, ser¨¢ dif¨ªcil que el consejo de administraci¨®n de la OIT llegue a entender las sutiles diferencias que se hicieron al hablar del patrimonio sindical en los ¨²ltimos a?os del r¨¦gimen franquista. Este p¨¢rrafo, por ejemplo, no encaja en ninguno de los conceptos que se manejan por aqu¨ª: ?El patrimonio sindical estar¨¢ constituido por el conjunto de bienes y derechos de que es titular la Organizaci¨®n Sindical y por los patrimonios de los sindicatos y dem¨¢s entidades sindicales.? Era el lenguaje de la ley de 1971, que ahora invoca la CEOE.

Tampoco se alude a lo ocurrido con algunos de esos ?patrimonios de sindicatos? (no de la Organizaci¨®n Sindical), que tal vez hayan pasado a poder de grupos empresariales, de forma m¨¢s o menos misteriosa.

La CEOE mantiene la tesis de que la cuota sindical debe considerarse ?como una exacci¨®n parafiscal excluida del r¨¦gimen com¨²n, por motivos m¨¢s pol¨ªticos que t¨¦cnicos?.

Muy arriesgado resulta ese aserto, seg¨²n los expertos, pues si los empresarios proclaman que fueron ?motivos pol¨ªticos? lo determinante del establecimiento de la cuota, cualquier argumentaci¨®n t¨¦cnico-jur¨ªdica (que es la contenida en el dictamen anexo a la queja de la CEOE) carece de inter¨¦s. Dicho de otra forma: ante la OIT no est¨¢ debati¨¦ndose un asunto con razones jur¨ªdicas, sino que es una cuesti¨®n pol¨ªtica la planteada.

Seg¨²n especialistas jur¨ªdicos en la materia, no se entiende que la CEOE haya incurrido en el error de reconocer de forma expresa y terminante el car¨¢cter pol¨ªtico del debate sobre el patrimonio sindical.

Despu¨¦s de esta queja de los empresarios, en el consejo de administraci¨®n de la OIT se ver¨¢ a¨²n menos claro el destino final del llamado patrimonio sindical, al que se han a?adido algunas dificultades. Primero, el mencionar que, adem¨¢s del patrimonio de la Organizaci¨®n Sindical, exist¨ªan patrimonios de sindicatos y de otras entidades sindicales. Ya no basta con distinguir entre patrimonio incautado y patrimonio acumulado, sino que dentro de este ¨²ltimo o entre el incautado deber¨¢ distinguirse entre patrimonio de la Organizaci¨®n Sindical, patrimonio de sindicatos y patrimonio de entidades sindicales.