Favorable comportamiento de las cuentas exteriores durante 1979

Consecuencia de unos mayores ingresos y, en menor medida, de un retroceso de los pagos, la balanza espa?ola de capitales a largo plazo ha experimentado una importante mejora en 1979. Esto se ha debido, en parte, al capital p¨²blico que, contrariamente al a?o anterior, ha salvado 1979 con un peque?o super¨¢vit, pero esencialmente al capital privado, que ha visto incrementarse de forma apreciable su saldo positivo, se?ala en su ¨²ltimo n¨²mero el bolet¨ªn Servex, del Banco de Bilbao.Llama la atenci¨®n el dinamismo de las inversiones extranjeras en Espa?a, dinamismo que demuestra un inter¨¦s y confianza del capital extranjero en la econom¨ªa espa?ola que, desgraciada ni ente, no tienen nuestros empresarios, y que podr¨ªa haber sido mayor de haberse liberalizado a¨²n m¨¢s la legislaci¨®n actualS¨®lo las inversiones en cartera, que han progresado un 241%, han crecido a mayor ritmo que las directas (94%), que se afianzan de este modo en el primer puesto. Tambi¨¦n han progresado las inversiones espa?olas en el extranjero, que -en d¨®lares- han mantenido poco m¨¢s o menos el ritmo del a?o anterior.

El caso es que, como consecuencia de la evoluci¨®n de los pagos corrientes y de la balanza de capitales a largo plazo, nos encontramos el pasado a?o con un saldo favorable de la balanza b¨¢sica bastante superior -seg¨²n informa el Ministerio de Comercio- al de 1978, concretamente estar¨ªa en torno a los 4.8 10 millones de d¨®lares.

Esto -contin¨²a Servex- resulta excesivo, pues si a?adimos a este importe la financiaci¨®n en divisas a residentes por parte de la banca delegada, financiaci¨®n que ha crecido extraordinariamente a partir del mes de mayo, y otros conceptos (capital a corto plazo y asignaciones de DEG), el montante excede ampliamente el incremento de reservas exter i ores registrado en 1979, unos 3. 100 millones de d¨®lares, para situar nuestro acervo de liquidez internacional en 13.116,6 millones el 31 de diciembre ¨²ltimo.

De lo que no hay duda es de que su marcha ha sido m¨¢s satisfactoria de lo que en un principio era de prever; desde luego nadie se imaginaba a principios de 1979 que se llegara a los resultados que se han dado.

Hay que puntualizar que el segundo semestre ha sido distinto al primero. En ¨¦l se ha apreciado un claro empeoramiento de nuestras cuentas exteriores, y es muy posible que esta tendencia impuesta principalmente por la evoluci¨®n de nuestro comercio visible e invisible, por el encarecimiento de combustibles y otras primeras materias, y por las dificultades que se observan en el comercio y econom¨ªa mundiales, se mantenga por alg¨²n tiempo.