Expectaci¨®n y ansiedad ante la grave crisis de la CEE
Toda la Europa comunitaria sigue con expectaci¨®n y ansiedad la reuni¨®n de ministros de Asuntos Exteriores de la CEE, que se inici¨® ayer en Bruselas y que continuaba a las dos de la madrugada de hoy, sin que se vislumbrara a¨²n una soluci¨®n a la grave crisis planteada por la contribuci¨®n brit¨¢nica al presupuesto del Mercado Com¨²n. A esa hora un portavoz del ministro brit¨¢nico lord Carrington afirm¨®: ?Estamos dispuestos a continuar sin interrupci¨®n hasta las ocho de la ma?ana. si hace falta, porque comprendemos que no podemos salir de aqu¨ª sin haber logrado un acuerdo?.La responsabilidad que recae sobre los jefes de la diplomacia europea, que arriesgan en su eventual fracaso la ruptura interna de la Europa verde y de la propia CEE en cuanto tal, pesa m¨¢s que ning¨²n otro argumento en la mesa de negociaciones y puede ser el acicate fundamental que obligue a unos y otros a ponerse de acuerdo.
Pasa a p¨¢gina 55
Inglaterra contin¨²a inflexible en sus exigencias presupuestarias a la CEE
Viene de primera p¨¢ginaEl ministro italiano de Asuntos Exteriores, Emilio Colombo, que preside la reuni¨®n, hizo a su llegada un llamamiento a la cordura y el esp¨ªritu negociador: ?No Podemos correr el riesgo de un fracaso en la hora actual, porque nuestra incapacidad para encontrar soluciones para los problemas europeos agrava a¨²n m¨¢s la situaci¨®n mundial; negociemos y no nos encerremos en posiciones exclusivamente nacionales?.
El llamamiento no ha surtido efecto, al menos hasta el momento. Fuentes oficiosas de las distintas delegaciones explicaron que las posiciones segu¨ªan muy enfrentadas.
Simplificando, puede decirse que s¨®lo se ha dado un paso adelante: tal y como ha pedido siempre Gran Breta?a, los ocho est¨¢n dispuestos a no limitar a un a?o, sino a tres, la posible soluci¨®n del ?problema ingl¨¦s?. Las divergencias llegan a la hora de proponer f¨®rmulas concretas para la reducci¨®n de la aportaci¨®n de Gran Breta?a.
Francia y la Rep¨²blica Federal de Alemania defienden que, en lugar de fijar ?el techo? de la aportaci¨®n brit¨¢nica se fije el montante de la restituci¨®n que recibir¨¢ durante esos tres a?os El primer a?o, 1980, la CEE ?devolver¨ªa? a Londres 1.100 millones de unidades de cuenta europeas (cada ecu equivale, aproximadamente, a unas 95 pesetas), en 1981 se le devolver¨ªan 1.200 millones de ecu y en 1982 una cantidad que ser¨ªa fijada posteriormente.
Lord Carrington, por su parte, propone una doble alternativa. La primera consiste en fijar el techo de lo que Gran Breta?a pagar¨ªa: 538 millones de ecu en 1980 y cantidades proporcionales en 1981 y 1982. Si esta f¨®rmula no prospera, y los ocho insisten en fijar el montante de la restituci¨®n, el ministro brit¨¢nico defiende que en 1980 se le devuelvan 1.250 millones de ecu, es decir, el 82% de los 1.784 millones de unidades de cuenta que, seg¨²n los c¨¢lculos comunitarios, Londres debe pagar a la CEE. Pero, adem¨¢s, si la aportaci¨®n brit¨¢nica sobrepasa esos te¨®ricos 1.784 millones de ecu, la diferencia no ser¨ªa abonada por el Reino Unido, sino por todos los miembros de la comunidad, de forma que a Gran Breta?a s¨®lo le tocar¨ªa un 18% de esa cantidad. El mismo principio ser¨ªa aplicado en 1981 y 1982.
En definitiva, Londres pretende que la inflaci¨®n y la depreciaci¨®n de la libra esterlina no repercuta en su aportaci¨®n futura. Francia y la RFA se muestran, por el momento, inflexibles: si la inflaci¨®n obliga a Gran Breta?a a pagar m¨¢s, debe ser Londres quien cargue con las consecuencias de su pol¨ªtica econ¨®mica, y no la Comunidad Europea en su conjunto.
Mientras los ministros de asuntos exteriores debaten exhaustivamente una y otra vez las distintas propuestas, en una sala pr¨®xima los titulares de agricultura tienen ya todo a punto para el caso de que sus colegas triunfen. En efecto, con el veto brit¨¢nico -a la sola espera de que lord Carrington d¨¦ la luz verde- los problemas agr¨ªcolas han encontrado una v¨ªa de acuerdo. Adem¨¢s del 5% de incremento de los precios, acordado ya en la cumbre de Luxemburgo, los ministros de Agricultura han preparado una f¨®rmula en principio satisfactoria para todos en otro de los puntos que enfrentaba a brit¨¢nicos y franceses: la guerra del cordero.
La guerra del cordero que, inicialmente, podr¨ªa parecer tema menor ante la gravedad de la otra crisis, tiene una importancia fundamental para Par¨ªs. M¨¢s de 150.000 campesinos galos viven del mercado ovino y su voto es siempre necesario a la hora de las elecciones presidenciales. La f¨®rmula de acuerdo permitir¨¢ al Gobierno de Giscard d'Estaing fijar precios de intervenci¨®n en el per¨ªodo de julio a diciembre, caso de que caigan los precios, aunque s¨®lo en ciertas categor¨ªas y en determinadas regiones.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.