Tensi¨®n en el funeral por el simpatizante de Herri Batasuna asesinado en Ond¨¢rroa
En un ambiente de gran tensi¨®n, que alcanz¨® su punto culminante al ser desarmado y golpeado por la multitud un capit¨¢n de la Guardia Civil que hab¨ªa esgrimido su pistola, se celebr¨® el domingo en Ond¨¢rroa el funeral en memoria de Angel Etx¨¢niz, asesinado la v¨ªspera en un atentado que reivindicaron simult¨¢neamente las organizaciones de extrema derecha Triple A y Batall¨®n Vasco-Espa?ol.El incidente se produjo hacia las 17.30 horas, treinta minutos antes de la hora fijada para el inicio de la ceremonia religiosa. Varios cientos de personas, agolpadas en la calzada, frente a la puerta del Club 34, propiedad de Etx¨¢niz, esperaban la salida del f¨¦retro. Un autom¨®vil Seat 127, de color verde, en cuyo interior viajaban un capit¨¢n y un cabo de la Guardia Civil, intentaba abrirse paso entre la gente, haciendo sonar el claxon insistentemente. Ante el creciente nerviosismo de los asistentes, el alcalde en funciones, acompa?ado por un concejal, se acerc¨® al autom¨®vil en el momento en que el capit¨¢n descend¨ªa a su vez del veh¨ªculo.
Este ¨²ltimo grit¨®: ??Qu¨¦ pasa aqu¨ª??. El alcalde le explic¨® la situaci¨®n y le pidi¨® que diera un rodeo, como hab¨ªan hecho otros coches al ver la aglomeraci¨®n, para evitar incidentes. Un vecino se acerc¨® en ese momento al oficial y le dijo: ?Lo que queremos es que se vayan?. El capit¨¢n, rodeado ya por un nutrido grupo de personas, respondi¨® propinando un sopapo a su interpelante. Otra persona grit¨®: ? ?A esto no hay derecho!?. El capit¨¢n sac¨® en ese momento su pistola, golpeando con ella en el rostro al ¨²ltimo en hablar.
Varias personas arremetieron entonces contra el capit¨¢n, arrebat¨¢ndole la pistola y golpe¨¢ndole repetidamente, mientras otras personas ped¨ªan calma. El oficial, que perdi¨® sus gafas en el tumulto, se levant¨® por su propio pie gritando: ??La pistola! ?D¨®nde est¨¢ la pistola??, a la vez que la buscaba bajo los autom¨®viles aparcados en las inmediaciones.
Para entonces hab¨ªan salido ya del cuartel, situado a menos de doscientos metros del Club 34, una veintena de guardias civiles, unos de uniforme y otros de paisano, armados con metralletas, que se abrieron paso hasta el capit¨¢n agredido. Este orden¨® registrar de inmediato el club, donde se encontraba la capilla ardiente, en busca de la pistola. La tensi¨®n creada por esta situaci¨®n, agudizada por la cantidad de gente que abarrotaba el local, s¨®lo cedi¨® cuando el propio capit¨¢n dio la orden de suspender el registro, retir¨¢ndose todos los guardias nuevamente al cuartel.
Minutos despu¨¦s, el f¨¦retro, cubierto por una gran ikurri?a, era conducido a hombros de los amigos de Etxaniz al quiosco de la plaza, donde tuvo lugar un acto pol¨ªtico en el que tom¨® la palabra el diputado de Herri Batasuna Telesforo Monz¨®n. De ah¨ª, rodeado por un grupo de dantzaris vascos y varias decenas de personas portando ikurri?as y coronas de flores, el f¨¦retro, seguido por varios miles de personas, fue conducido a la iglesia parroquial, donde tuvo lugar el funeral.
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