El Centro Dram¨¢tico Nacional rinde cuentas de su gesti¨®n
Los directivos de la entidad esperan este a?o un balance m¨¢s halag¨¹e?o
El Centro Dram¨¢tico Nacional, que tiene una subvenci¨®n estatal que no alcanza los cien millones de pesetas, ha realizado un balance completo de su gesti¨®n en la pasada temporada, en la que ya figuraron como directores de la entidad Nuria Espert, Jos¨¦ Luis G¨®mez y Ram¨®n Tamayo. Los tres convienen en que ahora se abren perspectivas de futuro m¨¢s halag¨¹e?as, superados los problemas de organizaci¨®n con los que se enfrentaron en un principio. Con esa esperanza han decidido rendir p¨²blicamente cuentas de su trabajo, tanto en el plano art¨ªstico como en el administrativo.
Los directores del Centro afirman que el objetivo de su trabajo es poner la entidad al servicio de la recuperaci¨®n de una de las tradiciones teatrales m¨¢s ricas de Occidente y que, seg¨²n ellos, no alcanza por parte oficial la protecci¨®n que requiere.Parte de los problemas administrativos que haya podido tener el Centro en esta etapa, dice Nuria Espert, ?provienen de la precipitaci¨®n con que tuvimos que hacemos cargo de la entidad y de la organizaci¨®n de la temporada 1979-1980, para lo que tuvimos pr¨¢cticamente un mes. Por ello hubo una cierta dosis de improvisaci¨®n que ya no existe.
Los llenos que a diario registran los teatros madrile?os en los que se programan montajes del Centro Dram¨¢tico Nacional hacen abrigar a los responsables de este organismo aut¨®nomo esperanzas sobre una gesti¨®n econ¨®mica m¨¢s brillante.
El Centro Dram¨¢tico Nacional, entidad dependiente econ¨®micamente del Estado, vive de un presupuesto que no ha llegado hasta ahora a los cien millones de pesetas (en la temporada 1979-1980 recibi¨® 92.811.364 pesetas), y que en los Presupuestos Generales del Estado que ahora se debaten en el Parlamento ser¨¢ incrementado en unos doce millones de pesetas.
Los resultados art¨ªsticos de esa inversi¨®n econ¨®mica han sido objeto de un estudio minucioso de los tres directores del centro, Nuria Espert, Jos¨¦ Luis G¨®mez y Ram¨®n Tamayo.
El Centro Dram¨¢tico Nacional naci¨® hace tres a?os. Fue puesto en marcha, como se recuerda, por Adolfo Marsillach. Diferencias de ¨¦ste con la pol¨ªtica teatral de la Administraci¨®n subvencionadora decidieron al autor, director y actor a presentar su dimisi¨®n en 1978.
En estas tres temporadas el presupuesto de tanteo de que se dot¨® en un principio al centro apenas ha sido variado; al contrario, se?ala Ram¨®n Tamayo, ?en la segunda temporada se rebaj¨® aquella subvenci¨®n en doce o trece millones de pesetas.
?Este es un pa¨ªs tremendo para las cifras, porque todas parecen gord¨ªsimas?, comenta Ram¨®n Tamayo cuando se te dice que hay denuncias sobre montajes cuyo coste ha excedido los diez millones de pesetas. ?En ning¨²n caso eso es verdad?, declara el hombre que lleva el sector administrativo en el tr¨ªo de directores. Ram¨®n Tamayo enumera entonces los gastos ocasionados por cada uno de los montajes de los que ellos son responsables. (V¨¦anse recuadros.)
La afluencia de espectadores que acuden estos d¨ªas a ver La velada en Benicarl¨®, de Manuel Aza?a, en el Bellas Artes, y Do?a Rosita la soltera, de Federico Garc¨ªa Lorca, en el Mar¨ªa Guerrero, est¨¢ dejando frutos econ¨®micos que los directores del centro consideran que son el fundamento de su optimismo actual: Do?a Rosita... ha recaudado en sesenta d¨ªas algo m¨¢s de nueve millones de pesetas; en cuatro d¨ªas, La velada... ha hecho posible recaudar en taquilla algo m¨¢s de 600.000 pesetas. Al comentar las cifras, Nuria Espert se?ala que, si la progresi¨®n persiste, ?se comprobar¨¢ que el Centro Dram¨¢tico Nacional es ya menos gravoso para el pa¨ªs?.
El Centro Dram¨¢tico Nacional, sin embargo, no ver¨¢ repercusi¨®n alguna de ese aumento en las taquillas. Dice Ram¨®n Tamayo: ?Cada d¨ªa, nosotros damos cuenta al organismo del que dependemos, el de Festivales de Espa?a, de nuestra gesti¨®n econ¨®mica, y el dinero que se recauda pasa directamente al Banco de Espa?a, que lo transfiere a Hacienda?.
D¨¦ficit
En sumas y restas, es obvio que el Centro es deficitario: en la temporada pasada, de los 92 millones recibidos, la entidad aut¨®noma revirti¨® a la Administraci¨®n veintinueve millones. El resto, m¨¢s de sesenta millones de pesetas, son el resultado, dice Jos¨¦ Luis G¨®mez, ?de poner el Centro Dram¨¢tico Nacional al servicio de varios espect¨¢culos de calidad y de otros de car¨¢cter experimental, adem¨¢s de haber dado entrada a varios directores nuevos en sus relaciones con la entidad, como Josefina Molina, Angel Facio y Juan Margallo. Dimos entrada a actores j¨®venes. Hemos puesto en marcha cursos de meritoriaje?.Por otra parte, a?ade Jos¨¦ Luis G¨®mez, ?el Centro es una pieza en la tarea que corresponde a los espa?oles en esta etapa, y que es la de recuperar nuestros propios valores, nuestra identidad como pueblo. Lo que tratamos de hacer es recuperar un teatro que pertenece a nuestra tradici¨®n. Y eso s¨®lo se logra a trav¨¦s de la frecuentaci¨®n de ese teatro, que ha ido languideciendo porque no se han podido desarrollar f¨®rmulas propias. Para vitalizar esa tradici¨®n tenemos que hacer como en Italia, Inglaterra o Francia., donde, con a?os e inversiones se ha logrado propiciar una investigaci¨®n y cimentar un teatro que es de verdad propio?.
En contraste con esa situaci¨®n, Jos¨¦ Luis G¨®mez se?ala la penuria espa?ola: ?La subvenci¨®n que recibe el Centro Dram¨¢tico Nacional es igual o menor que la que recibe el teatro Gerard Phillippe, de Saint-Denis, una localidad de las afueras de Par¨ªs; un teatro de Colonia. en la Rep¨²blica Federal de Alemania, dispone de m¨¢s dinero oficial que el que el Ministerio de Cultura destina a todo el teatro nacional en Espa?a, y claro, la Comedie Fran?aise, que ahora ha cumplido tres siglos, recibe un dinero tres veces superior a todo lo que el Estado se gasta para el teatro subvencionado en nuestro pa¨ªs?.
?Se dir¨¢?, a?ade Ram¨®n Tamayo, ?que el nuestro es un pa¨ªs subdesarrollado culturalmente; pero ser¨¢ s¨®lo en eso, porque usamos los mismos zapatos, la misma ropa y el mismo whisky que en Europa?.
Los sueldos que reciben los directores del Centro Dram¨¢tico Nacional son de 152.000 pesetas (?aparte de los trabajos que hagamos como actores o directores, que, por otra parte, se pagan seg¨²n baremos inferiores a los habituales?, dice Nuria Espert). Jos¨¦ Luis G¨®mez asegura que esa cantidad que ellos perciben se multiplica en los pa¨ªses europeos a los; que se refiri¨® antes. Por otro lado, dice, los actores cobran en el Centro entre 2.000 y 7.500 pesetas diarias que se juzga ?como un sueldo aceptable? en la profesi¨®n. El acuerdo de hacer ocho funciones por semana ?dignifica nuestro trabajo?. Para el espectador, la iniciativa del Estado de subvencionar la asistencia del espectador, que paga por su butaca alrededor de 250 pesetas, cuando en teatros no subvencionados la misma localidad se duplica, ¨¦sta es una ventaja que los directores de la entidad se?alan para hablar de las propias recaudaciones de taquilla.
Las acusaciones de gastos excesivos ocurren, dice G¨®mez, ?porque en este pa¨ªs hay un solo Centro Dram¨¢tico Nacional y porque a¨²n no ha prendido en este pa¨ªs la idea de que la rentabilidad de la cultura no se mide en cifras?.
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