Suiza y EE UU se ofrecen a trasladar el cad¨¢ver a donde su viuda decida

Las embajadas en Madrid de Estados Unidos y Suiza est¨¢n dispuestas a tramitar el traslado del cad¨¢ver del disidente ap¨¢trida ruso Andrei Amalrik y esperan para ello la decisi¨®n que adopte su esposa Guzel.La esposa de Amalrik estuvo incomunicada durante todo el d¨ªa de ayer en una habitaci¨®n del hotel Eurobuilding, de la capital espa?ola, v¨ªctima de un choque emocional, seg¨²n personas del entorno de las reuniones que est¨¢n celebrando los disidentes sovi¨¦ticos. Las mismas personas aseguraron que fue necesario administrar calmantes a Guzel Amalrik para que consiguiera descansar.

El disidente fallecido ten¨ªa prevista para la ma?ana de hoy una conferencia sobre derechos humanos en la URSS y la posici¨®n de los pa¨ªses occidentales.

Por su parte, V¨ªctor Fainberg, que result¨® ileso en el accidente, coment¨® ?que deseaba no hablar de lo terrible del choque?, y dio sus opiniones personales sobre el disidente muerto. ?Fue un hombre comprometido y desde el principio un fiel defensor de los derechos humanos, defensor de la libertad de expresi¨®n y del derecho a la libre emigraci¨®n?. Fainberg es directivo, en el exilio, del sindicato independiente ruso SMOT.

Le¨®nidas Pliucht, amigo personal de Amalrik desde el a?o 1968, coment¨® que ?era uno de los mejores disidentes exiliados. Tambi¨¦n el m¨¢s pol¨ªtico de todos nosotros?.

Pliucht, matem¨¢tico exiliado en Par¨ªs, estuvo con Amalrik el pasado lunes en una conferencia de disidentes en Marsella. ?Amalrik?, dijo, ?habla perdido su ilusi¨®n por la ayuda que Occidente pudiera prestarnos. Era un hombre de alma sensible, pero trataba de disimularlo con una expresi¨®n fria y de reserva?.

Alexander Ginzburg, canjeado el a?o pasado por esp¨ªas sovi¨¦ticos, y que conoc¨ªa a Amalrik desde hace veinte a?os, declar¨® que el disidente ?fue un hombre muy importante para todos nosotros. El primero que defendi¨® en Occidente los grupos Helsinki, del interior de la Uni¨®n Sovi¨¦tica y la importancia que tendr¨ªan para nuestra causa?.

La opini¨®n de sentimiento por la muerte de Amalrik era compartida por otros disidentes de la Europa del Este, presentes algunos de ellos en Madrid por invitaci¨®n de la Internacional Socialista.

Asi, el checoslovaco Pavel Tigrid, destacada figura de Carta 77, se refiri¨® al disidente ruso como un personaje ?calmado, inteligente y brillante?.

Tigrid, como disidente checoslovaco, dijo que asum¨ªa los criterios sostenidos por Amalrik y sus compa?eros de la URSS de que ?la disidencia no es una conspiraci¨®n, nos conocen a todos y saben d¨®nde estamos, dentro o fuera de nuestros pa¨ªses?.