Los acreedores de Letasa negociar¨¢n con distintas compa?¨ªas navieras la liquidaci¨®n de la empresa para culminar el proceso de quiebra
Los principales bancos afectados por la quiebra de Naviera Letasa -la mayor en la historia de este pa¨ªs-, los representantes de los trabajadores de la compa?¨ªa (SLMM, UGT de la marina mercante y el comit¨¦ de empresa de la flota) y un grupo de navieros espa?oles, en principio interesados en adquirir los cinco buques que componen la flota de la naviera en quiebra, se reunir¨¢n en Madrid el pr¨®ximo martes, d¨ªa 9, para intentar llegar a un acuerdo que permita arbitrar alguna soluci¨®n para salir de la situaci¨®n actual, en la que cada una de las partes afectadas se encuentra actuando por su cuenta.
Simult¨¢nearriente, el antiguo presidente de Letasa, Jos¨¦ Mar¨ªa L¨®pez Tapia, declarado en quiebra personal y en situaci¨®n de arresto domiciliario, se ha presentado en el puerto norteamericano de Norfolk para atestiguar en favor de los derechos del armador griego Antonio Angelikousis, que intenta embargar en dicho puerto el buque Marco Azul, en base a un contraro privado de compra-venta que suscribieron L¨®pez Tapia y el armadorgriego en el pasado mes de marzo, en Londres, en el per¨ªodo de tiempo comprendido entre el levantamiento de la suspensi¨®n de pagos de la naviera y la aceptaci¨®n de la demanda de quiebra en un juzgado madrile?o. Esta operaci¨®n ha sido calificada por casi todas las partes interesadas como nula de derecho, por la retroactividad de tres d¨ªas; con que fue aplicada la quiebra, pero ello no obsta para que el anterior presidente, junto con el armador griego, contin¨²en embargando los barcos tan pronto como tocan puerto, con las consiguientes p¨¦rdidas que ocasiona la retenci¨®n de los barcos.Ya en el mes de septiembre de 1977, cuando fue decretada la suspensi¨®n de pagos de Naviera Letasa, los 8.000 millones a los que ascend¨ªa su exigible hac¨ªan de ella una de las mayores en la historia espa?ola. Los principales acreedores eran, en ese momento, entidades bancarias tales como Bankuni¨®n, con 1.230 millones de pesetas; el grupo del Banco de Bilbao, con 1.165 millones; el Banco de Cr¨¦dito a la Construcci¨®n, con 970 millones, y el Banco Atl¨¢ntico, con 505 millones de pesetas.
En la actualidad, el monto total de las deudas de Letasa supera los 13.000 millones de pesetas, de los que 7.351 millones corresponden a cr¨¦ditos con garant¨ªa hipotecaria -a los que habr¨ªa que sumar una cifra pr¨®xima a los mil millones de pesetas por intereses devengados y no satisfechos-; cuatrocientos milllones en cr¨¦ditos preferentes, fundamentalmente con la Seguridad Social y el Ministerio de Hacienda; otros 4.000 millones escasos en cr¨¦ditos ordinarios, y unos cuatrocientos millones en gastos pendientes de satisfacer derivados de la suspensi¨®n de pagos y la quiebra.
Con las cosas en este punto, y d¨¢ndose por nula la operaci¨®n de venta de la flota efectuada por Jos¨¦ Mar¨ªa L¨®pez Tapia al armador griego Angehkousis, operaci¨®n que, entre otras muchas caracter¨ªsticas singulares, presentaba la de haber sido realizada a un precio que, cuando menos, resultaba inferior en 2.000 millones de pesetas a los precios del mercado, los acreedores han decidido apresurar los tr¨¢mites para intentar cobrar sus pr¨¦stamos. A este respecto hay que se?alar que las actitudes de las entidades acreedoras distan bastante de resultar un¨¢nimes.
As¨ª, mientras el Banco Atl¨¢ntico y el de Cr¨¦dito a la Construcci¨®n han instado la subasta p¨²blica, fijada para la pr¨®xima semana, del Mercedes Mar¨ªa, buque de 115.000 toneladas, y han solicitado las del Pilar Mar¨ªa y Carmen Mar¨ªa para intentar recuperar una parte de sus cr¨¦ditos, otro grupo de bancos acreedores, encabezados por el Bilbao y el Bankuni¨®n, sostienen que es preferible instrumentar un convenlo que establezca una comisi¨®n liquidadora de la flota, compuesta fundamentalmente por los propios bancos acreedores, pues estiman que se podr¨ªan conseguir mejores precios que en una subasta p¨²blica.
En concreto, algunos medios pr¨®ximos a quienes sostienen estas posturas han afirmado a EL PAIS que esta soluci¨®n podr¨ªa llegar a garantizar el cobro de todos los cr¨¦ditos con garant¨ªa hipotecaria y la mitad de los ordinarios.
La postura de los trabajadores
Esta afirmaci¨®n choca frontalmente con los resultados de los estudios que dos compa?¨ªas internacionales de brookerage (sociedades de intermediaci¨®n en temas navales) realizaron a petici¨®n de los trabaj adores. La valoraci¨®n de la flota que ofrecen los citados estudios referidos a los precios del mercado internacional ser¨ªan unos 8.600 millones de pesetas, con lo que se alcanzar¨ªa en el mejor de los casos lo suficiente como para pagar tan s¨®lo a los acreedores hipotecarios.Por otra parte, los representantes de los trabajadores han dedicado casi todos sus esfuerzos a lo largo de los ¨²ltimos meses a conseguir que los barcos fuesen adquiridos por alguna sociedad espa?ola, con lo que los puestos de los trabajadores de la flota quedar¨ªan garantizados. Una y otra vez hacen incidencia en que los barcos son modernos y en algunas ocasiones muy competitivos, y que su venta a compa?¨ªas extranjeras supondr¨ªa un grave perjuicio para la econom¨ªa nacional.
Se?alan, adem¨¢s, que existeri diversas navieras espa?olas interesadas en su adquisici¨®n, que lo ¨²nico que esperan es contar con las mismas facilidades que las extranjeras para realizar la compra. Este punto, el de la igualdad de oportunidades, cobra una importancia singular por cuanto si los barcos fuesen vendidos a empresas extranjeras, ¨¦stas contar¨ªan con unas ayudas por parte de la Administraci¨®n espa?ola por la v¨ªa de cr¨¦ditos a la exportaci¨®n, que ofrecen con unas condiciones mucho m¨¢s favorables que las ordinarias de mercado, que ser¨ªan a las que las empresas espa?olas tendr¨ªan acceso. Esto hace que los posibles compradores extranjeros act¨²en en superioridad de condiciones con respecto a los nacionales, m¨¢xime cuando algunos representantes bancarios han manifestado su escasa predisposici¨®n a arbitrar l¨ªneas especiales de cr¨¦dito para financiar la compra de los buques por armadores espa?oles. El elevado riesgo que tienen adquirido en la naviera, y los tres a?os largos que llevan esperando cobrar, son las razones que esgrimen para justificar su postura.
Pero hay un nuevo elemento que viene a complicar este ya de por s¨ª turbio asunto. Seg¨²n representantes del Sindicato Libre de la Marina Mercante (SLMM), a los que se sumaron los portavoces de UGT de Marina Mercante, existe una ley no derogada de fecha 19-10-1931, por la que se proh¨ªbe la exportaci¨®n de buques espa?oles que se encuentren navegando y que tengan un tonelaje superior a las quinientas TM.
Otro punto no menos conflictivo de toda esta cadena de turtilos sucesos lo constituy¨® la ¨²ltima actuaci¨®n del anterior interventor de la quiebra de Letasa, Juan Mar¨ªa Ayo, quien en uso de sus atribuciones accedi¨® a la presidencia de la Naviera del Abra, empresa cien por cien de Letasa, y que contaba con un ¨²nico barco, el Marco Azul. Este buque, que es adem¨¢s el que Angelikousis y L¨®pez Tapia pretenden embargar en Norfolk, fue vendido por Ayo a la naviera Marcosa, que a su vez era la anterior propietaria de la nave, y a nombre de quien estaban los papeles del barco. Esta venta se realiz¨® por un importe total de 540 millones de pesetas, de los que 160 fueron percibidos al contado, 170 en letras pagaderas a tres a?os y 212 millones que correspond¨ªan a deudas a¨²n pendientes por la primera operaci¨®n con el Banco de Cr¨¦dito a la Construcci¨®n. De la primera cifra, 130 millones fueron embargados por los trabajadores de tierra de Letasa, en cumplimiento de un acuerdo previo reconocido por la Magistratura de Trabajo. Esta notable cantidad, seg¨²n pudo saber EL PAIS ayer mismo, va a ser repartida entre los trabajadores de tierra, quienes incumplir¨¢n de esta manera un acuerdo t¨¢cito que ten¨ªan con sus compa?eros de la flota. Habida cuenta que la plantilla en tierra de Letasa la componen poco m¨¢s de una veintena de trabajadores, no cabe duda de que las ?indemnizaciones? que recibir¨¢n en el reparto de los 130 millones ser¨¢n importantes.
El negocio del grano
Detr¨¢s de este complicad¨ªsimo asunto se encuentra loque supuso el origen de las desdichas de Letasa, y que fue precisamente la apuesta que L¨®pez Tapia realiz¨® al constituir la sociedad Granotrade, SA, dedicada a la importaci¨®n de cereales, y con la que se enfrent¨® con los monopolizadores del sector, las multinacionales de Chicago, fundamentalmente.La quiebra que ¨¦stas forzaron en base a ?tirar los precios? e impidiendo que Granotrade pudiera desarrollar su actividad, fue la causa de la ca¨ªda consecutiva de Letasa, por los avales que la naviera, sin conocimiento de su consejo de administraci¨®n, hab¨ªa prestado a la compa?¨ªa importadora.
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