El Gobierno aprob¨® el concierto econ¨®mico con la comunidad aut¨®noma vasca

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Los tributos que comprende el concierto econ¨®mico son todos los de la Hacienda del Estado, excepto la renta de aduanas, los impuestos que se recaudan a trav¨¦s de monopolios fiscales (impuesto sobre el petr¨®leo y sus derivados e impuesto de lujo sobre tabacos), y el impuesto sobre alcoholes.

Las instituciones competentes del territorio hist¨®rico tienen todas las facultades de gesti¨®n, inspecci¨®n, revisi¨®n y recaudaci¨®n de los tributos. El concierto econ¨®mico regula con minuciosidad las circunstancias que delimitan la competencia territorial de la Hacienda del Estado y del pa¨ªs Vasco.

Entre los criterios figuran el de la residencia habitual de las personas f¨ªsicas, para los impuestos sobre la renta y sobre el patrimonio; la residencia habitual del causante en el impuesto de sucesiones; el territorio en el que las sociedades realizan sus operaciones, para el impuesto sobre sociedades, y cuando ¨¦stas operan en ambos territorios, com¨²n y foral, el impuesto se reparte entre el Estado y la comunidad aut¨®noma vasca, seg¨²n las cifras relativas de negocios. Este ¨²ltimo criterio se aplica tambi¨¦n para las retenciones en materia de dividendos, intereses y retribuciones del personal.

A efectos del impuesto sobre transmisiones, el criterio aplicable ser¨¢ el lugar donde se hallen los inmuebles; para los impuestos de tr¨¢fico y lujo, el lugar donde se realiza el hecho imponible; es decir, la venta, entrega, prestaci¨®n de servicio, etc¨¦tera. Para delimitar las competencias a efectos de las contribuciones territoriales, el lugar donde se hallen los bienes r¨²sticos y urbanos.

Seg¨²n explic¨® Garc¨ªa A?overos, la antigua autonom¨ªa normativa de las instituciones forales para regular los tributos concertados, ?haya habido necesidad de plantearla dentro de un amplio contexto nacional?, de acuerdo con el propio Estatuto de Guernica. El ministro de Hacienda record¨® que el concierto econ¨®mico aprobado es moderno y adaptado, por tanto, a la actual econom¨ªa espa?ola, a la existencia de un mercado ¨²nico y a la indiscutible intercomunicaci¨®n de bienes y personas dentro del territorio espa?ol.

Los acuerdos a que tan trabajosamente se ha llegado respetan, dijo Garc¨ªa A?overos, ?de una parte, la foralidad, y de otra, la unidad, de manera que el Pa¨ªs Vasco actuar¨¢ de forma arm¨®nica, solidaria y sin que el ejercicio de su leg¨ªtima autonom¨ªa origine, por tanto, distorsiones econ¨®micas, competencia desleal o menoscabe el libre movimiento de personas y capitales o la asignaci¨®n econ¨®mica de los recursos; en suma, el concierto implicar¨¢ para el Pa¨ªs Vasco una presi¨®n fiscal igual a la del resto de Espa?a?.

Se?al¨® que los impuestos indirectos repercutibles (los de tr¨¢fico y lujo) ser¨¢n los mismos, el de sociedades ser¨¢ tambi¨¦n id¨¦ntico para las sociedades que operen en ambos territorios, y que en los impuestos personales sobre la renta y el patrimonio -que tienen, entre otros fines, la m¨¢s justa distribuci¨®n de la renta y de la riqueza- ?se aplicar¨¢n normas id¨¦nticas, salvo algunas peculiaridades de gesti¨®n en el primero?.

Otra caracter¨ªstica destacada por el ministro de Hacienda en el concierto econ¨®mico fue la perspectiva de ?una amplia, profunda y constante colaboraci¨®n. entre ambas administraciones ?, la central y la auton¨®mica.

Garc¨ªa A?overos destac¨® tambi¨¦n que el nuevo concierto elimina la petrificaci¨®n de los anteriores, al establecer mecanismos de adaptaci¨®n y ajustes precisos. La ley del Cupo tendr¨¢ una vigencia quinquenal, y el concierto, aunque entrar¨¢ en vigor a principios del mes siguiente a su publicaci¨®n, surtir¨¢ efecto a partir del primero de enero de 1981.