El INI adquiere, por 1.650 millones de pesetas, el hotel Sarri¨¢ de Barcelona
La Empresa Nacional de Turismo (Entursa), cuyo capital est¨¢ suscrito en su totalidad por el Instituto Nacional de Industria (INI), compr¨® el 12 de diciembre de 1980, por 1.650 millones de pesetas, el hotel Sarri¨¢ de Barcelona. El hotel era propiedad de la sociedad Valora, SA, controlada por Antonio Van de Walle, amigo personal de Adolfo Su¨¢rez, y est¨¢ afectado por una sentencia firme, confirmada por el Tribunal Supremo, que ordena el derribo de 18.800 metros c¨²bicos de su volumen edificado.
El edificio del hotel Sarri¨¢ es uno de los m¨¢s representativos desaguisados, hoy de car¨¢cter ilegal, del urbanismo que caracteriz¨® la Barcelona del franquismo. En particular, la Barcelona del alcalde Jos¨¦ Mar¨ªa de Porcioles, cuyo mandato se prolong¨® de marzo de 1957 a mayo de 1973.En julio de 1971, el Ayuntamiento modific¨® las ordenanzas de construcci¨®n para favorecer en un 40% el volumen edificado de los edificios singulares destinados a hoteles de lujo (el hotel Sarri¨¢ es de cinco estrellas). Pero esta modificaci¨®n fue anulada por sentencia del Tribunal de lo Contencioso-Administrativo de Barcelona el 23 de octubre de 1973, ratificada por sentencia del Tribunal Supremo de fecha 14 dejunio de 1975.
Mientras se tramitaba el pleito sobre anulaci¨®n de dicha ordenanza, el Ayuntamiento de Barcelona que presid¨ªa Jos¨¦ Mar¨ªa de Porcioles autoriz¨®, en noviembre de 1972, la construcci¨®n del hotel Sarri¨¢. Esta licencia de construcci¨®n tambi¨¦n fue impugnada, por una ciudadana afectada por el tema, que deseaba defender el buen ordenamiento urban¨ªstico de Barcelona y la primac¨ªa de la ley. Esta impugnaci¨®n fue aceptada por el poder judicial. El 14 de noviembre de 1975 el Tribunal de lo Contencioso-Administrativo de Barcelona anul¨® la licencia de construcci¨®n. El 22 de diciembre de 1976 esta decisi¨®n judicial fue confirmada por sentencia del Tribunal Supremo. En ambas sentencias se ordenaba el derribo del 40% del volumen construido del edificio, que sobrepasaba ampliamente la altura de la manzana en que est¨¢ situado. La orden judicial no se ha cumplido en absoluto, pese a que, adem¨¢s, en octubre de 1978, el Tribunal de lo Contencioso-Administrativo de Barcelona dio al alcalde de la Ciudad Condal ?treinta d¨ªas de plazo para iniciar el derribo?.
El 24 de julio de 1974 -es decir, cuando el tribunal barcelon¨¦s ya hab¨ªa anulado la modificaci¨®n de la ordenanza sobre hoteles de lujo-, Entursa concedi¨® a la empresa de Antonio Van de Walle un primer cr¨¦dito hipotecario sobre el edificio, por importe de cuatrocientos millones de pesetas. La m¨¢xima autoridad de Entursa era entonces Adolfo Su¨¢rez, amigo de Van de Walle (juntos veranearon en la casa de este ¨²ltimo en 1977). Su¨¢rez fue presidente de Entursa entre junio de 1973 y marzo de 1975. Paralelamente, tambi¨¦n en julio de 1974, Entursa tom¨® el hotel en arrendamiento por treinta a?os. Posteriormente, las hipotecas formalizadas por Entursa sobre el edificio llegaron a totalizar 750 millones. Pasa a p¨¢gina 33
La Empresa Nacional de Turismo adquiere el controvertido hotel Sarri¨¢, de Barcelona, por 1.650 millones de pesetas
Viene de primera p¨¢gina
La empresa de Van de Walle, hasta ahora propietaria del hotel Valora, SA, es de gestaci¨®n y trayectoria muy complejas. Aparecen relacionadas con la misma ?sociedades puente?, pr¨¦stamos complicados, de origen alem¨¢n y suizo, y en especial unas buenas relaciones con la Administraci¨®n de los ¨²ltimos tiempos de la dictadura.
Para el 7 de noviembre de 1979 estuvo prevista la venta en p¨²blica subasta del hotel, en ejecuci¨®n de dos cr¨¦ditos hipotecarios oficiales, uno de veinticuatro y otro de 142 millones, concedidos en su d¨ªa por el Banco Hipotecario. La subasta fue evitada tan s¨®lo 48 horas antes de su celebraci¨®n, al acordar las partes el abono de las cantidades entonces pendientes, que correspond¨ªan al impago de seis semestres de intereses. Los dos pr¨¦stamos eran muy beneficiosos para Valora, SA: al 7,25 %, con quince a?os de amortizaci¨®n y tres de carencia.
Los pr¨¦stamos hipotecarios de los que es garant¨ªa el ilegal edificio, hoy vendido al Estado, llegaron a sobrepasar los mil millones de pesetas. Los restantes acreedores hipotecarios no han acudido, que se sepa, a la v¨ªa judicial, como tuvo que hacer el mencionado banco oficial. A finales de 1979 hab¨ªa una hipoteca de cien millones del Banco Mercantil e Industrial (actualmente integrado en el Hispano Americano); otra, de tambi¨¦n cien millones, del Banco Condal (tan presente en lo que se ha llamado ?la Barcelona de Porcioles?), y finalmente una deuda con garant¨ªa hipotecaria con Entursa, hoy compradora, por un total de 750 millones.
Adem¨¢s, en septiembre de 1977, la revista Opini¨®n inform¨® que exist¨ªa una deuda de seiscientos millones con una financiera alemana, y otra, tambi¨¦n de seiscientos millones, con una financiera suiza. El garante de esta ¨²ltima deuda era el Banco Coca (hoy integrado en Banesto).
Entursa concedi¨® pr¨¦stamos hipotecarios a Valora, SA, siempre con la garant¨ªa del edificio de referencia, en diciembre de 1976 y enero de 1977, cuando Adolfo Su¨¢rez ya no era presidente de la empresa nacional, pero s¨ª del Gobierno espa?ol. De este modo se lleg¨® al montante ya indicado de 750 millones. Estos pr¨¦stamos aparecen corno muy discutibles, ya que en aquellas fechas -precisamente en el mismo diciembre de 1976- el Tribunal Supremo confirm¨® la ilegalidad del edificio (la sentencia que la confirmaba era de noviembre de 1975), reiterando tambi¨¦n la orden, sorprendentemente a¨²n incumplida, de derribo de parte importante del edificio, que de este modo constitu¨ªa una garant¨ªa poco atractiva, al ser afectado por una ordenjudicial inapelable que disminu¨ªa su valor y pod¨ªa da?ar a la sociedad propietaria.
La persona que impugn¨® judicialmente la licencia de construcci¨®n del hotel manifest¨® hace ya meses que estaba dispuesta a renunciar a la petici¨®n de derribo si Valora, SA, regalaba al municipio barcelon¨¦s un espacio destinado a zona verde -en un lugar a concertar- de valor igual al coste que significaba absorber, en el lugar donde est¨¢ situado, la edificabilidad que es prec¨ªso derribar en cumplimiento de la sentencia firme (este espacio a derribar equivale a varias plantas del hotel). La empresa se neg¨® tambi¨¦n a ello, mientras indicaba la posibilidad de pedir una indemnizaci¨®n de 3.000 millones, presumiblemente al Ayuntamiento.
Por su parte, el Ayuntamiento democr¨¢tico barcelon¨¦s no ha mostrado mayor eficacia en el cumplimiento, en este caso, de la ley, que sus predecesores no democr¨¢ticos. Hace nueve meses que el municipio design¨® una comisi¨®n de t¨¦cnicos para estudiaila forma de llevar a cabo el derribo. Despu¨¦s vino el silencio total.
Las fuentes que informaron de la venta del edificio a Entursa se?alaron que ¨¦sta se hab¨ªa materializad,o en una notar¨ªa madrile?a poco conocida. Indicaron que en el documento de venta aparec¨ªa una cl¨¢usula por la cual se establec¨ªa un derecho de retracto por parte del vendedor, durante un a?o. Las fuentes indicaron que ello no ten¨ªa una especial significaci¨®n. Indicaron que, en cambio, resultar¨ªa poco admisible que Entursa procediera en un futuro m¨¢s o menos pr¨®ximo a la venta del edificio a un precio inferior al que ahora ha pagado, el cual, por otro lado, les parec¨ªa muy alto, dados los cr¨¦ditos que pesan sobre el inmueble, as¨ª como la muy discreta trayectoria del hotel.
Entursa fue creada en 1964. En 1978, su capital social era de 1.200 millones, todo suscrito por el INI. En aquel a?o sus inversiones fueron de 320 millones y su plantilla de 1.750 personas. Anoche fue imposible ponerse en contacto con Entursa o con el abogado barcelon¨¦s que act¨²a de representante legal de Valora, SA.
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