Otra vez la ITT
Algunas veces se puede dudar de si los trabajadores y sus representantes sindicales y pol¨ªticos no somos demasiado c¨¢ndidos, excesivamente comprensivos o linealmente bien pensados. A estas alturas sospechamos que sabemos bien el origen de la crisis, la lecci¨®n de la crisis e incluso c¨®mo colaborar para salir de la crisis. Y, que yo sepa, al menos la UGT ha ido con esa idea a los tajos, visitado moquetas, estudiado n¨²meros y aportado constantemente soluciones. Se podr¨¢ decir lo que se quiera y matizar lo matizable, pero hasta hoy los pasos m¨¢s importantes para sacar con hechos a Espa?a de su postraci¨®n econ¨®mica los ha dado la UGT. A tanto que se apunte quien quiera; a m¨¢s, ni uno.Pues bien, ante esta actitud hay muchas formas de responder y muchas conductas de empresarios y gobernantes. Las hay generosas, otras comprensivas, las hay guerreras, las hay pillas y las hay tristemente serias. Sorprendentemente, la m¨¢s triste ha tenido que ser la de uno de los grupos de empresas m¨¢s serios del pa¨ªs: la ITT.
Me niego a decir ni una l¨ªnea m¨¢s de las que hay escritas sobre ITT en todo el mundo y en todos los idiomas. Digo ITT y no pongo un adjetivo m¨¢s., Digo Manuel M¨¢rquez Bal¨ªn y silencio la pluma. Est¨¢ dicho todo en ambos casos.
Tres empresas base forman el grupo ITT en Espa?a: Standard El¨¦ctrica, Marconi Espa?ola y Citesa. Unos productos fundamentales: telefon¨ªa y comunicaciones en general. Tecnolog¨ªa de origen: Estados Unidos. Comprador habitual: el Estado espa?ol.
En 1979 se enciende con insistencia la luz roja de las p¨¦rdidas en Maree,ni. En 1980 se colocan en n¨²meros rojos por primera vez (seg¨²n parece) los balances de Standard y Citesa. Y llegan los convenios colectivos del grupo ITT.
El AMI, s¨®lo para espa?oles
Primera sorpresa: del AMI -se firme o no-, ni palabra. De manera que la empresa que da lecciones de gesti¨®n a media Espa?a, de la que salen cuadros para aqu¨ª y para el extranjero, que desde los a?os, veinte tiene el monopolio de la telefon¨ªa nacional, en una palabra, que ense?a y domina, esa empresa decide que eso de la CEOE y la UGT est¨¢ bien para espa?oles que balbucean las palabras democracia industrial, pero que para los que viajan a Bruselas y Nueva York eso no vale.
La oferta de ITT, m¨¢s o menos, es la siguiente: para Marconi, aumento salarial nulo; para Standard, un 5 %, y para Citesa, veremos si un 7% o un 8%. Todo esto en un escenario en el que una UGT sensata y seria anda buscando c¨®mo ayudar y apoyar que el grupo ITT tenga el m¨¢ximo compatible con el fiaer¨¦s nacional y el del conjunto de las empresas del sector de contratos con la CTNE, o con la Defensa, o con la Renfe, o con los ayuntamientos, o con un largo etc¨¦tera.
La bofetada es rotunda, directa y no puede ser caprichosa. ?Por qu¨¦ este desplante del monstruo internacional? La verdad -naturalmente- no la sabremos nunca, y all¨¢, en Bruselas o en Nueva York, tendr¨¢n posiblemente la clave. Pero voy a intentar buscar razones.
-Primera posibilidad: Espa?a ya no interesa a ITT. Si se quieren tener productos sencillos y a bajo coste, el Tercer Mundo es la soluci¨®n (Argelia podr¨ªa ser un experimento). Si se quieren tener tecnolog¨ªas de punta y productos sofisticados, las f¨¢bricas de Alemania y B¨¦lgica cubren la gana. ?Espa?a? Hombre, un gran mercado cautivo con la d¨®cil CTNE, si -.mpre que se combine el tema con una adaptaci¨®n r¨¢pida de los cones de mano de obra a esta nueva estructura de repuestos y mantenlmiento. Exportaciones a zonas tradicionales hispanas seguir¨¢n y de productos sofisticados, pero totalmente... montados en Espa?a.
Irritar a los trabajaciores para que presionen
Segunda posibilidad: irritar a las centrales sindicales, ?Para qu¨¦? Para que la ira, de los trabajadores presione sobre la CTNE, dando lugar a m¨¢s pedidos y mejores precios. No ha dado malos resultados esta e trategia en 191), llevada por las buenas, y ahora - a lo mejor- la intentan llevar por las malas.
Tercera posibilidad: que se busque que el Gobierno ayude decisivamente a la reducci¨®n de la plantilla de ITT. La secuencia ser¨ªa: choque laboral, laudo, expediente de crisis y pase l¨®gico a quien arbitr¨® la responsabilidad de salir del atasco contable pechando con los costes de unos cuantos miles de trabajadores. Hay una moci¨®n parlamentaria de ciciembre de 1979 que podr¨ªa dar pie a muchas cosas para todos.
Con gesto educado y firme ITT argumenta que ya tiene p¨¦rdidas y debe suprimirlas mediante la reducci¨®n de los costes de mano de obra. Veanios.
Marconi. Un proceso de reconversi¨®n de productos est¨¢ ya en marcha, y si no va m¨¢s r¨¢pido es por dos razones: por la danza desmoralizadora de directivos y por la falta de unos capitales propios que suplan un endeudamiento disparatado. Un endeudamiento que no viene por la l¨®gica de la empresa, sino por los condicionamientos hist¨®ricos del grupo ITT en Espa?a.
St¨¢ndard. Hay dos par¨¢metres a buscar el punto de intersecci¨®n: mano de obra y tecnolog¨ªa. Alguien tendr¨¢ que negociar con la CTNE, el Gobierno y las centrales d¨®nde y cu¨¢ndo se produce el cruce de esas dos l¨ªneas. La empresa parece acordarse s¨®lo del primero, la CTNE de lo que le digan y el Gobierno ni se sabe. Quedan las centrales para un dificil¨ªsimo cara a cara con la ITT con el agobio del hoy y el sudor fr¨ªo del ma?ana.
La realidad es que el grupo ITT-Espa?a parece tener prisas por corregir graves errores de inversi¨®n cometidos en los ¨²ltimos a?os, lo que ha dado lugar a defectos de estructura financiera que hoy pagamos todos. Y se llega a los disloques de decir,que se han perdido en Standard 1.600 millones cuando 1. 100 millones, son indemnizaciones para reducir costes salariales y se amortizan todos en un solo ejercicio. La pr¨®x ima vez la amortizaci¨®n de una nueva m¨¢quina la aplicamos en un solo ejercicio y damos p¨¦rdidas. El m¨¦todo es digno de considerar porque podemos nlod erri. izar una empresa en corto plazo con p¨¦rdidas contables y adem¨¢s con reducci¨®n de los salarios de los obreros que queden en las factor¨ªas, dado el enorme nivel de p¨¦rdidas que por este m¨¦todo podemos registrar.
M¨¢s despacio, se?ores de ITT. Estas son las coordenadas que nos gustar¨ªan. 1: plan de consolidaci¨®n de las estructuras de capital. 2: plan de incorporaci¨®n de las tecnolog¨ªas de punta del grupo, con el reparto de trabajo por ¨¢reas geogr¨¢ficas. 3: plan de incorporaci¨®n de nuevos productos y desarrollo de investigaciones, medido todo en disminuci¨®n de royalties. 4: negociaci¨®n salarial dentro de una banda general (firmado el AMI, dentro de ¨¦l). 5: plan para repartir y compartir el impacto econ¨®mico y laboral de la tecnolog¨ªa de forma que lo nuevo vaya permitiendo cancelar lo viejo y mantener al m¨¢ximo posible el empleo.
Se?ores de ITT, ustedes, que son una de las puntas de lanza del poder econ¨®mico y de la tecnolog¨ªa ,del futuro, parece, por los hechos, que no creen ni en la CEOE, ni en la UGT y -ustedes me perdonar¨¢n- ni en Espa?a. ?Qu¨¦ hacemos los que miramos asombrados los movimientos de esos maestros de la econom¨ªa de empresa que con ustedes?
Nosotros no hemos cerrado la puerta a la esperanza ni a la negociaci¨®n. Pero que no se nos saque de un balance una dictadura.
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