Presentaci¨®n de "Al fin y al cabo" y "Poes¨ªas casi completas", de Jos¨¦ Bergam¨ªn
De nueces, liebres y tortugas, textos taurinos y cancioneros populares se habl¨® en la presentaci¨®n de los dos ¨²ltimos libros de Jos¨¦ Bergam¨ªn, Al fin y al cabo y Poes¨ªas casi completas -ambos editados por Alianza-, que se celebr¨®, el viernes pasado, en el Ateneo de Madrid. Fiel a su costumbre de no asistir a este tipo de ceremonias convencionales, la presencia de Bergam¨ªn fue puramente fantasmal y p¨®stuma, como ¨¦l gusta autocalificarse. Pero, sin duda, hubiera aprobado lo que dijeron sus presentadores: Jos¨¦ Caballero Bonald, Fernando Savater y Alberto Gonz¨¢lez Troyano, en torno a su poesia, prosa y textos de tauromaquia, respectivamente.
Caballero Bonald rompi¨® el fuego para comentar la obra po¨¦tica de Bergam¨ªn y, en concreto, sus Poes¨ªas casi completas, ?un muestrario de ejercicios posrom¨¢nticos concebidos como contradicci¨®n y r¨¦plica maliciosa, en los que se descubre una jocunda apertura a la poes¨ªa de ra¨ªz tradicional y resuenan los ecos del mester de clerec¨ªa ?.De ?exiliado de la plaza de Oriente?, ?conceptista por libre? y autocomplaciente escritor p¨®stumo, caracteriz¨® Caballero Bonald a este at¨ªpico e inclasificable autor de las letras espa?olas, quien -dijo- ?merec¨ªa ser el l¨ªder de las acracias m¨¢s novicias y fluctuantes del posfranquismo?.
?Bergam¨ªn escribe poes¨ªa como demostrando que no est¨¢ en deuda con nadie. A quien m¨¢s se parece es a s¨ª mismo, sobre todo, en los escamoteos y descaros de su sintaxis, que evidencian los aspectos sat¨ªricos y pat¨¦ticos?, se?al¨® el autor de Agata ojo de gato.
Gonz¨¢lez Troyano se centr¨® por su parte en la producci¨®n bergaminesca sobre tauromaquia, ?que hace cobrar vida al petrificado lenguaje taurino en virtud de su tacto ling¨¹¨ªstico, y nos libra de la mala conciencia que siempre hemos experimentado en las plazas de toros las personas de cierta ideolog¨ªa?.
?Los textos taurinos de Bergam¨ªn superan esa escisi¨®n ideol¨®gica que siempre ha existido ante el espect¨¢culo taurino?, afirm¨® Gonz¨¢lez Troyano, ?al lograr una s¨ªntesis, fruto, sobre todo, de los recursos que emplea en su lenguaje -fragmentaci¨®n, aforismos...- y de un discurso que yo llamar¨ªa oscilatorio?.
?La prosa de Bergam¨ªn es especialmente desaconsejable para esos lectores habituales que les gusta sacar las cosas en limpio, llegar a la nuez de la idea y separarlo del resto que es ropaje, ganga desechable?, comenz¨® Fernando Savater su glosa a la prosa bergaminesca. ?Las ideas de Bergam¨ªn son m¨²ltiples, pero no est¨¢n incrustadas o mechadas en el texto, sino impregn¨¢ndolo. No son separables de la prosa ?.
Como ?un modelo liebre de escritura de ensayo?, defini¨® Savater la obra en prosa de Bergam¨ªn, inspir¨¢ndose precisamente en uno de sus ensayos m¨¢s l¨²cidos, Reflexiones sobre la independencia de la tortuga, en el que habla de una Espa?a tortuguesca, cerrada y defendida por hombres-concha y contrapone las figuras del pol¨ªtico y escritor identific¨¢ndolas con las de la tortuga y la liebre, a modo de f¨¢bula o alegor¨ªa.
?El pol¨ªtico funciona a base de vista, lo suyo es verlas venir y sobrevivir el mayor tiempo posible?, explic¨® Savater. ?El escritor se mueve por el o¨ªdo, de captar el son del tiempo, y su destino es pasar, pasar de todo. Elige lo fugitivo y fungible y est¨¢ siempre perdi¨¦ndose de vista?. Pero existe una ambig¨¹edad en la prosa bergaminesca, que apunt¨® Savater. ?Bergam¨ªn es un pol¨ªtico que funciona de o¨ªdo, como escritor. En su escritura realiza una funci¨®n pol¨ªtica, como liebre solitaria en competencia con las tortugas?.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.