ANE: ultim¨¢tum al Gobierno
El Acuerdo Nacional sobre Empleo atraviesa una situaci¨®n delicad¨ªsima, en opini¨®n del dirigente de Comisiones Obreras, Jos¨¦ Luis L¨®pez Bulla, quien analiza la coyuntura sindical actual y las actitudes defensivas de los trabajadores para mantener los puestos de trabajo.
Hace d¨ªas hemos podido conocer unas sorprendentes declaraciones del empresariado afirmando que Comisiones Obreras no estaba respetando el ANE. Las palabras, efectivamente, son interesadamente sorprendentes, porque, que yo sepa, ni dicho sindicato ni ning¨²n otro tienen responsabilidades "de gobierno". Pero, con toda seguridad, la estridencia patronal puede leerse en relaci¨®n al actual proceso de movilizaciones, la mayor¨ªa de ellas entorno a los problemas de los diversos sectores metal¨²rgicos.A mi entender, una consideraci¨®n es de obligada referencia: toda la acci¨®n sindical de estos ¨²ltimos tiempos (huelga general de los metal¨²rgicos vascos y la de Getafe en torno a John Deere m¨¢s las acciones generalizadas en el Vall¨¦s occidental y Manresa en torno a Estampaciones Sabadell y Lemmerz Espa?ola) tiene un marcado car¨¢cter defensivo. Se trata en todas ellas de mantener los puestos de trabajo. De ah¨ª la legitimidad del car¨¢cter de la actual presi¨®n sindical. La excusa patronal no deja de ser, en realidad, un grito injustificado.
Pero ?qu¨¦ est¨¢ pasando con el Acuerdo Nacional de Empleo? Yo creo que est¨¢ en un momento a todas luces delicad¨ªsimo, en un instante pol¨ªtico casi de supervivencia. Pero antes perm¨ªtaseme recordar un dato escalofriante: en el mes de septiembre se han perdido 1.500 puestos de trabajo diariamente. A esta cifra hay que a?adir las previsiones, que todos conocemos, de que en el a?o que viene pueden perderse 200.000 puestos de trabajo, v¨ªa reconversi¨®n industrial.
?Por qu¨¦ est¨¢ en dif¨ªcil trance el ANE? En primer lugar, por la propia din¨¢mica de la situaci¨®n econ¨®mica, que sigue teniendo en las cuestiones relacionadas con el empleo, el mismo nivel de autonom¨ªa que antes de la firma del acuerdo. Y, en segundo lugar, porque, tras la aprobaci¨®n de los Presupuestos Generales del Estado, no hay m¨¢s tela para cortar y hacer un traje en condiciones.
Traje mal cortado en los Presupuestos
Un dirigente, tan cauto en sus observaciones y a la vez tan sagaz en el quehacer pol¨ªtico, como es mi buen amigo Nicol¨¢s Sartorius; afirmaba en su intervenci¨®n en el debate presupuestario que "los Presupuestos Generales no son los que necesita ese problema (el paro), y nosotros tenemos reservas muy graves y muy serias en el sentido de que creemos que con estos Presupuestos no cumplimos el compromiso fundamental que el Gobierno adopt¨® en el ANE". Puedo asegurar, sinceramente, que no es un entrecomillado interesado ni fuera de la contextualidad de la intervenci¨®n del d¨ªrigente comunista. A mi entender, el traje est¨¢ cortado y mal cortado en los Presupuestos.
Dentro de dicha carta financiera hay un elemento que muestra que lo aprobado va en direcci¨®n opuesta a solucionar, por otra parte, el problema de la cobertura del desempleo (en la actualidad inferior al n¨²mero de no subsidiados), esto es, el recorte de los iniciales 481.000 millones de pesetas en 338.000 millones.
Estamos, en estos momentos, en casi la tercera parte de la vida del ANE. Y toda la realidad, ya lo dec¨ªamos antes, va en direcci¨®n contraria a los objetivos que pretende cubrir. Estamos, adem¨¢s, en puertas de un acontecimiento importante, cual es la negociaci¨®n colectiva, que los sindicatos han dise?ado en torno al ANE, dentro -quiero decir- de la pol¨ªtica salarial que all¨ª se establece.
De no cumplirse los objetivos de creaci¨®n de todos los puestos de trabajo capaces de mantener la misma poblaci¨®n ocupada a finales de 1982, que en el momento de la firma este pa¨ªs deja de creer, afirmo sin intenci¨®n tr¨¢gica alguna, en la democracia. Y es cuesti¨®n de preguntarnos, serenamente, si eso le interesa a alguien. Por ejemplo, ?que se deje de creer en la democracia le interesa al Gobierno?
Los sindicatos se juegan adem¨¢s el ser o no ser de su existencia. Los partidos y organizaciones civiles diversas se juegan eL c¨®mo se va a vivir en nuestro pa¨ªs. Y las gentes se juegan si comen o no comen, si tienen trabajo o no lo tienen. Por ello se hace imperioso un gesto de salvaci¨®n del principal aspecto del ANE. Yo creo que los sindicatos, de forma com¨²n, deber¨ªan dirigirse a la Administraci¨®n y plantear la gravedad del problema. Y, contempor¨¢neamente, explicitar una partida nueva de dineros que sea la fuerza de choque de la inversi¨®n.
La ley Presupuestaria contempla la posibilidad de un fondo, que pod¨ªa ir muy bien dirigido a ser una especie de motriz de la inversi¨®n. La idea la extraigo de la misma intervenci¨®n del diputado comunista Nicol¨¢s Sartorius en la intervenci¨®n que mencionaba antes. La cantidad la cifraba Sartorius en 200.000 millones de pesetas. Pero, por otra parte, es necesario ultimar al Gobierno para que defina, concretamente, cu¨¢ndo, c¨®mo y d¨®nde va a crearse un dise?o de pol¨ªtica de creaci¨®n de puestos de trabajo, calendario en mano, susceptible de cumplir el compromiso m¨¢s importante del ANE.
El ultim¨¢tum que planteo es un exigencia normal. Es, por otra parte, un gesto que intenta una racionalizaci¨®n de un compromiso muy importante, pero que todav¨ªa est¨¢ en el terreno de lo abstracto. En absoluto hay que leer esta formulaci¨®n como si fuera un exabrupto radical. Sencillamente, se trata de dar coherencia y credibilidad de masas a unos compr omisos que, como tales, tienen que ser cumplidos.
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