H¨¦l¨¨ne Parmelin y Edouard Pignon recuerdan a Picasso como un enamorado de Espa?a.

"Quienes hemos tenido el privilegio de conocer y vivir con Picasso sabemos lo unido que estuvo durante toda su vida a dos cosas: a la pintura y a todo lo que fuera espa?ol. Picasso estaba pose¨ªdo por la pintura y por su condici¨®n de espa?ol. Ambos sentimientos los alimentaba con amor, con dolor y a veces con c¨®lera". La escritora H¨¦l¨¨ne Parmelin y el pintor Edouard Pignon, dos de los m¨¢s ¨ªntimos amigos de Pablo Picasso, han recordado de esta manera, en Madrid, las caracter¨ªsticas m¨¢s constantes del artista malague?o, en el marco de la exposici¨®n antol¨®gica conmemorativa del primer centenario de su nacimiento.

Ambos recorrieron ayer la exposici¨®n, se detuvieron ante muchos de los cuadros que ellos hab¨ªan visto pintar y recordaron, junto con Rafael Alberti, durante cerca de una hora, algunas de sus experiencias vividas en el mundo de la amistad de Picasso."Espl¨¦ndida, maravillosa, impresionante" dec¨ªa de la exposici¨®n H¨¦l¨¨ne Parmelin, amiga de Pablo Picasso desde 1944. Su marido, el pintor Edouard Pignon, se deten¨ªa mientras tanto delante del cuadro Figuras a la orilla del mar, realizado en 1931. "Mi primer encuentro con Pablo Picasso fue en 1937, precisamente a trav¨¦s de este cuadro. Entonces yo era un joven pintor con muchas inquietudes, y esta pintura fue para m¨ª como un licor muy fuerte, un revulsivo que me hizo reaccionar de una manera que no pod¨ªa imaginar".

Edouard Pignon fue minero, como su padre; despu¨¦s, alba?il, y tras pasar por otros oficios, ejerci¨® de colgador de cuadros en una galer¨ªa de arte. Desde 1937, ya como joven pintor, comenz¨® a sentir una gran admiraci¨®n por Picasso, como la ten¨ªa tambi¨¦n por Fernand Leger, Matisse y Paul C¨¦zanne. Poco despu¨¦s, Pignon entr¨® definitivamente en el c¨ªrculo de amigos de Picasso y en 1944 se introdujo en este mismo c¨ªrculo H¨¦l¨¨ne Parmelin.

La amistad entre Picasso, la mujer de Picasso, Jacqueline, el pintor Pignon y H¨¦l¨¨ne Parmelin, lleg¨® a adquirir tal significaci¨®n que le llev¨® a decir a Picasso en una ocasi¨®n: "Pignon es mi pintor, pero H¨¦l¨¨ne es mi hermana".

Picasso buscaba, seg¨²n H¨¦l¨¨ne Parmelin, ante todo, la verdad de la pintura, lo que le llevaba a traspasar la realidad para encontrar algo m¨¢s real que la realidad. Picasso odiaba todo lo que sonaba a manierismo y la pintura que no era exploratoria, porque ¨¦l mismo hu¨ªa de cualquier terreno cuando ya lo hab¨ªa explorado.

El poeta Rafael Alberti, amigo de Picasso durante los ¨²ltimos seis a?os de la vida del pintor, se?al¨® tambi¨¦n ayer esta misma obsesi¨®n por la pintura que viv¨ªa en Picasso "Picasso miraba mucho el reloj. A las siete de la tarde se pon¨ªa a pintar y no terminaba hasta la madrugada. Era un hombre devorado por el tiempo".

H¨¦l¨¨ne Parmelin, ensayista, autora de varias novelas y algunas piezas teatrales, y Edouard Pignon, uno de los pintores franceses m¨¢s importantes de este momento, comprobaron durante muchos a?os el inter¨¦s que Pablo Picasso mostraba por las cosas espa?olas.

"Hablaba muchas veces de Espa?a, y cuando hab¨ªa espa?oles en su casa ¨¦l era feliz. Ten¨ªa lo espa?ol metido hasta en su afici¨®n por las corridas de toros".

La escritora y el pintor coinciden tambi¨¦n en la afirmaci¨®n de que Picasso era un hombre abierto a todo el mundo, en que no era agresivo, aunque ten¨ªa momentos de c¨®lera. "Aunque pintara temas de guerra o violencia, o formas cubistas y geom¨¦tricas, siempre daba a su obra un tono de humanidad y hasta de ternura".