Un mito del gran p¨²blico

Pl¨¢cido Domingo era un triunfador. Para Madrid, desde anoche, es algo m¨¢s: una figura que ha pasado a formar parte de los mitos del gran p¨²blico, rodeado de una popularidad que no alcanzan, siquiera, las estrellas del rock, del pop o del folk.Convocar casi 200.000 personas para escuchar ¨®pera y zarzuela es una verdadera haza?a, posible ¨²nicamente a quien como Domingo no s¨®lo recibi¨® interminables ovaciones, sino tambi¨¦n la aclamaci¨®n colectiva a los gritos insistentes de ?Pl¨¢cido, Pl¨¢cido, Pl¨¢cido!. Junto a ellas numerosos y entusiastas gritos individuales demostraron el fervor de los madrile?os por su paisano ilustre.

Est¨¢ claro que un acto de este g¨¦nero conlleva ciertas limitaciones o, si se quiere, desnaturalizaciones: por ejemplo, la absoluta necesidad de emplear, a gran escala los modernos sistemas de amplificaci¨®n. Entonces, la voz, ya de por si grande y brillante de Pl¨¢cido Domingo, invade el espacio y llega al p¨²blico situado en las primeras filas con alg¨²n grado de deformaci¨®n.

Todo lo cual no impidi¨® admirar las virtudes del gran tenor madrile?o: el color y el mordiente de su voz, la apasionada expresividad de su frasceo, el ¨ªmpetu de sus ataques y, a la hora de la zarzuela, la gracia y veracidad con que asumi¨® todos y cada uno de los trozos interpretados.

Si en el terreno de la ¨®pera, ante las dos arias de Tosca o la de Andrea Chenier, las m¨¢s altas cualidades de Domingo, una y otra vez ensalzadas aqu¨ª como en todas partes, provocaron reacciones clamorosas, el entusiasmo desbord¨® todos los l¨ªmites en el caso de la zarzuela, g¨¦nero que, por lo visto, mantiene su aureola popular y caracter¨ªstica del teatro musical espa?ol y, particularmente, del madrile?o.

Romanzas de La Dolorosa y E? huesped del sevillano y du¨®s de Luisa Fernanda y El d¨²o de la Africana- en los que colabor¨® espl¨¦ndidamente Paloma P¨¦rez I?igo- marcaron cimas de un triunfo impulsado, adem¨¢s, por los preludios orquestales de Gim¨¦nez y Chap¨ª, dirigidos por Garc¨ªa Navarro a la Orquesta Sinf¨®nica de Madrid. Como int¨¦rprete de zarzuela me parece que Pl¨¢cido Domingo ha rendido su m¨¢s fervoroso homenaje a los madrile?os por una parte, y a los grandes cantantes l¨ªricos que fueron sus padres, Pl¨¢cido Domingo y Pepita Embil, por otra.