Denuncian el control multinacional del cine en Am¨¦rica Latina

Cuatro directores latinoamericanos, y entre ellos el conocido realizador chileno Miguel Littin, han utilizado la tribuna del Festival lnternacional de Cine para dar cuenta de las limitaciones con que tropiezan las iniciativas cinematogr¨¢ficas en sus pa¨ªses respectivos y denunciar el control que ejercen en ellos las multinacionales norteamericanas sobre los sistemas de producci¨®n y distribuci¨®n de pel¨ªculas. Miguel Littin se?al¨® durante la conferencia de Prensa, programada para la presentaci¨®n de su ¨²ltima obra Alsino y el c¨®ndor, que el primer objetivo del nuevo cine latinoamericano no es otro que el de contactar con su propio p¨²blico. Littin no se refer¨ªa con estas palabras a identificaci¨®n intelectual entre la obra y el p¨²blico, sino a la posibilidad de que el cine latinoamericano pueda ser contemplado por su destinatario.El peruano Jorge Reyes, autor de La familia Orozco, el puertorrique?o Jos¨¦ Antonio Rosario, director de El arresto y el cubano Jes¨²s D¨ªaz, de Polvo rojo, suscribieron con diferentes matices el an¨¢lisis del realizador chileno. La coincidencia entre realizadores de cuatro pa¨ªses distintos fue atribuida por ellos mismos a la existencia de una realidad com¨²n latinoame ricana, una realidad marcada por la presencia abusiva de la filmograf¨ªa norteamericana y la desidia o voluntad obstruccionista de las administraciones de estos pa¨ªses que temen la hipot¨¦tica influencia de los nuevos movimientos cinematogr¨¢ficos. La falta de ayuda financiera, las dificultades administrativas y la censura ser¨ªan algunos de los,elementos que impiden el desarrollo del nuevo cine.

El director puertorrique?o Jos¨¦ Antonio Rosario, cuya obra, al igual que la de sus compa?eros peruano y cubano se exhibe en la secci¨®n destinada a acoger las obras de los nuevos realizadores, afirm¨® sin ambages que su presencia en el festival de San Sebasti¨¢n se explica sobre tod¨® por la necesidad de llamar la atenci¨®n en el extranjero como paso previo a la aceptaci¨®n de su obra en su propio pa¨ªs. Jos¨¦ Antonio Rosario se?al¨® que su obra El arresto ha podido ser contemplada por 727 personas en su pa¨ªs gracias a un error del Gobierno, que ech¨® mano de la censura con evidente lentitud de reflejos. Jes¨²s D¨ªaz, que asumi¨® perfectamente la valoraci¨®n de sus compa?eros, puso de relieve la excepcionalidad del caso cubano, pa¨ªs en el que, a su juicio, las pel¨ªculas nacionales compiten con evidente ¨¦xito con la mejor filmografia internacional, incluida la americana. Como dato significativo afirm¨® que su pel¨ªcula Polvo rojo ha sido vista por un mill¨®n de cubanos y que la producci¨®n anual cinematogr¨¢fica de su pa¨ªs se sit¨²a en diez largometrajes, cincuenta documentales y 52 noticiarios.