Rebeli¨®n y jurisdicci¨®n militar
El autor plantea la necesidad de que la jurisdicci¨®n ordinaria sea competente en los delitos de rebeli¨®n. Postula la reforma del C¨®digo de Justicia Militar y expone los puntos que, en su opini¨®n, son comunes al golpismo y al terrorismo.El tema no es espinoso. Espinosos son los hechos. Por eso es preciso reflexionar sobre los siguientes extremos:
1. El delito de rebeli¨®n siempre se produce cuando tiene alguna posibilidad de ¨¦xito, bien seduciendo, bien organizando fuerza armada.
2. En tales condiciones, seg¨²n el C¨®digo de Justicia Militar, el delito cae en la jurisdicci¨®n castrense.
3. Sin embargo, el C¨®digo est¨¢ en contra de la Constituci¨®n, cuyo art¨ªculo 117-S limita la jurisdicci¨®n militar, en tiempos de paz, al ¨¢mbito estrictamente castrense.
4. Cuando se trata de derogar la Constituci¨®n y terminar con la democracia, el problema no es castrense, porque el ¨¢mbito del hecho comprende a todos los ciudadanos, a sus vidas, libertades y derechos.
5. La jurisdicci¨®n ordinaria, en tales casos, debe mantener su competencia, planteando las cuestiones legales y constitucionales por medio de sus autoridades y muy especialmente, por medio del ministerio fiscal.
6. Aunque la jurisdicci¨®n militar no admita ni la acci¨®n penal de particulares ofendidos ni la acci¨®n popular, en estos casos, tambi¨¦n por respeto a la Constituci¨®n (art¨ªculos 24 y 125), debiera admitirlas.
A los tribunales ordinarios no les molesta ni les veja que, junto al ministerio p¨²blico, act¨²en otros acusadores ni que incluso acusen contra el parecer del ministerio fiscal.
En el mismo caso est¨¢n los tribunales militares fuera del ¨¢mbito estrictamente castrense.
7. El golpismo, con todos los matices diferenciales, tiene de com¨²n con el terrorismo:
a) Utilizaci¨®n de la fuerza, con la particularidad de que esa fuerza puede ser la que le dan los medios que pone el pueblo en sus manos para que se respete su voluntad soberana.
b) El terrorista dice: "Dejar¨¦ de matar cuando las cosas vayan bien y se realice mi idea de la sociedad y de lo que yo creo que es la patria".
El golpista dice: "Si las cosas no van bien, seg¨²n mi idea de la patria y de la sociedad, dar¨¦ un golpe".
c) El derramamiento de sangre para llevar a cabo el golpe y para mantenerlo es m¨¢s que frecuente. La represi¨®n despu¨¦s del golpe, siempre segura, es un caballo desbocado.
En resumen, racionalmente, los pasos de la historia hacia un mayor desarrollo individual y colectivo hacia la perfecci¨®n imposible se tuercen y regresan con el uso de las armas y de la violencia.
Hasta la desaparici¨®n de armas y violencia, ideal com¨²n, quienes son sus depositarios leg¨ªtimos no pueden usarlas fuera de las ¨®rdenes del pueblo expresadas en la Constituci¨®n y en las leyes.
Si cada doginatismo tiene -o busca- su pistola, esto va a ser el cuento de nunca acabar.
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