La tradicional calma navide?a brill¨® por su ausencia en la Bolsa de Nueva York
Este a?o ha fallado la sabidur¨ªa popular en las Bolsas de Estados Unidos de valores industriales: no hubo calma prenavide?a ni se cumpli¨® lo de "vender en Navidad despu¨¦s de comprar en acci¨®n de gracias". En torno al 25 de noviembre, las cotizaciones experimentaron sensible retroceso, y ahora, en v¨ªsperas de Navidad, Wall Street ha contemplado una muy notable reacci¨®n alcista: el Dow Jones cerraba el pasado d¨ªa 6 en los 990 puntos, y el jueves 3, un d¨ªa antes de Nochebuena, se mostraba por encima de los 1.040, cuando la sesi¨®n de Wall Street andaba mediada.Seg¨²n los expertos de Drexel Burnham Lambert, ha sido principal fuerza impulsiva del entusiasmo comprador la relativa debilidad del d¨®lar (bien reflejada en las ¨²ltimas cotizaciones de la peseta), a su vez consecuencia de la renacida confianza en otro declive de los tipos de inter¨¦s. Esa confianza no se circunscribe a un plazo m¨¢s o menos corto. Lo demuestra el hecho de que los futuros del d¨®lar est¨¢n actualmente sometidos a tangible presi¨®n negativa, con el diferencial entre valores contado y a plazo paulatinamente reducido. Todo lo contrario est¨¢ ocurriendo a los soportes de tipos de inter¨¦s en el mercado de capitales: T-Bills y T-Bonds muestran prima cada vez m¨¢s amplia entre precio de contado y diferido.
La confianza en unos m¨¢s bajos tipos de inter¨¦s se basa, por un lado, en el previsto nuevo impuesto sobre la gasolina, fuente de ingresos para la Administraci¨®n que har¨¢ menos imperativo para la misma el recurso al empr¨¦stito. Por otro lado, en la estimaci¨®n anticipada sobre el producto nacional bruto en el ¨²ltimo trimestre de 1982, que prev¨¦ un declive del 2,2%.
Indice tan marcadamente regresivo implica la necesidad de nuevos est¨ªmulos para la inversi¨®n, con el fin de rejuvenecer el actual cansino entorno econ¨®mico de Estados Unidos. Y tales est¨ªmulos no pueden proceder sino de un m¨¢s bajo precio del dinero.
Se ha vuelto a poner sobre el tapete la posibilidad de otra disminuci¨®n en la tasa de descuento y, al margen de tal eventualidad, debemos se?alar que los fondos federales, al 9% hace pocos d¨ªas, han llegado luego a situarse en la l¨ªnea de 8,125.
Parece que el a?o no quiere despedirse sin una nota de optimismo. Al sector del autom¨®vil habremos de agradecerla: en las ¨²ltimas sesiones de Wall Street se han visto favorecidas marcadamente las acciones de Is firmas de automoci¨®n: General Motors y Chrysler experimentaron subidas destacables. Los analistas de fundamentales dan gran importancia a la marcha de la industria del autom¨®vil como indicativo de un cambio en la general coyuntura econ¨®mica.
En el mercado de metales preciosos, esta semana, el papel principal ha correspondido a la plata. En la ley para la financiaci¨®n de las agencias federales, sancionada por Reagan, se determina que las enajenaciones de plata procedentes de los stocks estrat¨¦gicos no podr¨¢n sobrepasar en 1983 del 10% de la producci¨®n dom¨¦stica de metal primario.
La Uni¨®n Sovi¨¦tica, por su parte, ha reducido en un 25% su cupo de exportaci¨®n de paladio (metal competitivo en el consumo de joyer¨ªa). La plata ha llegado a tocar el nivel de los once d¨®lares, arrastrando al oro en su avance. Luego ceder¨ªa parte de sus posiciones. Por el momento, el nivel de los once d¨®lares aparece como l¨ªnea de resistencia dif¨ªcilmente superable.
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