Con la ¨²ltima edici¨®n, el Nadal recupera prestigio y posibilidades comerciales

La concesi¨®n del Premio Nadal a Fernando Arrabal tendr¨¢ como consecuencia inmediata un relanzamiento editorial de este galard¨®n. Medios editoriales barceloneses consultados establecieron una relaci¨®n directa entre la decisi¨®n del jurado y el poco satisfactorio nivel de ventas que los ¨²ltimos premios -Concerto grosso, de Juan Ram¨®n Zaragoza, y Cantiga de ag¨¹ero, de Carmen G¨®mez Ojea- parecen haber alcanzado.

La aureola de pol¨¦mica que rodea al polifac¨¦tico Arrabal, aparte de una calidad indiscutible en su novela La torre herida por el rayo, ser¨ªa la justa medida deseada por los convocantes del premio para el relanzamiento antes citado.El propio editor Josep Verg¨¦s manifest¨® a este diario, poco antes de iniciarse la fiesta literaria, que no ser¨ªa dificil localizar al ganador entre la lista de finalistas. Desde el principio de la velada, Arrabal fue se?alado como ganador. En el ¨¢nimo de algunos miembros del jurado, no obstante, prevalec¨ªan las preferencias hacia otros concursantes. Algunos de estos miembros hab¨ªan se?alado, con anterioridad a las deliberaciones, tanto el nivel medio -considerado alto con respecto a anteriores convocatorias-, como la calidad de los finalistas. Uno de los miembros del jurado apostaba por La excursi¨®n, de Jos¨¦ Luis Aguirre, Memento Mori, del barcelon¨¦s Antonio Rabinad. El finalista Jos¨¦ Luis Aguirre manifest¨® ayer p¨²blicamente su "alegr¨ªa, y tambi¨¦n desilusi¨®n" por la decisi¨®n del jurado. "Alegr¨ªa", dijo, "porque tras informarme de que se hab¨ªan presentado varios novelistas consagrados, no esperaba que mi novela fuera finalista, y me he llevado una decepci¨®n por no haber ganado el premio, estando tan cerca". Su obra, La excursi¨®n, relata el ambiente de verano en la finca de sus abuelos, en Benicasim, y la frustraci¨®n por una reiteradamente proyectada, y nunca llevada a cabo, excursi¨®n a, las islas Columbretes.

Fernando Arrabal, minutos despu¨¦s de conocer el fallo del jurado, declar¨® a este diario, desde su residencia en Par¨ªs, que la concesi¨®n le permitir¨ªa, "por fin, formar parte de la comunidad de escritores espa?oles". Arrabal manifest¨® que la decisi¨®n de presentarse al premio no hab¨ªa partido de ¨¦l, sino "de mi esposa y mi secretaria. Yo me enter¨¦ m¨¢s tarde y me pareci¨® una buena idea, aunque jam¨¢s esper¨¦ ganar por estos a prioris que, degraciadamente, hay contra mi persona y mi obra". El controvertido dramaturgo llegar¨¢ esta ma?ana a Barcelona, invitado por la Confederaci¨®n Nacional del Trabajo (CNT) para participar, junto al fil¨®sofo y poeta Agust¨ªn Garc¨ªa Calvo, en un debate sobre los autores teatrales y la escena.

La dotaci¨®n economica del Nadal subi¨® en esta edici¨®n a un mill¨®n de pesetas, al igual que el premio Josep Pla. Este galard¨®n fue para Olga Xirinacs, escritora desde 1971, profesora de piano residente en Tarragona, y su Interior amb difunts (Interior con difuntos), una evocaci¨®n de la vida de principios de siglo, a trav¨¦s de fragmentos de las cartas cruzadas entre sus abuelos.

Olga Xirinacs fue finalista del Premio Josep Pla en la edici¨®n de 1981, circunstancia que le impuls¨® y anim¨® a presentarse de nuevo al premio. Finalista de este premio fue Josep Vallverd¨², con Ind¨ªbil i la boira (Ind¨ªbil y la niebla), un leridano que qued¨® tambi¨¦n en la misma posici¨®n en la edici¨®n de 1969.

El Premio Apel.les Mestres, de libros ilustrados infantiles, con una dotaci¨®n menor -s¨®lo 200.000 pesetas- fue para La se?orita Amelia, con texto de Mar¨ªa Luz Uribe e ilustraciones de Fernando Kralin, un matrimonio chileno afincado en la localidad costera barcelonesa de Sitges. En opini¨®n de cualificados miembros del jurado, el premio bascul¨® entre este matrimonio y Jes¨²s Gab¨¢n Bravo, autor de El payaso y la princesa, un excelente texto, pero con una ilustraci¨®n que ten¨ªa bastante menor entidad que la obra ganadora.