Primera audici¨®n del 'Himno ol¨ªmpico' y versi¨®n aleatoria de la 'Novena'

Pr¨¢cticamente conclusa la temporada musical, nos sorprende este concierto ofrecido con car¨¢cter casi improvisado, amparado en la vocaci¨®n ol¨ªmpica de Barcelona y como acto de toma de conciencia que la ciudad sea en un futuro sede y marco de los Juegos Ol¨ªmpicos.Andr¨¦u Merc¨¨ Varela, adelantado del deporte catal¨¢n, nos explica en el programa de mano de este concierto los avatares y peripecias de los cantos empleados para solemnizar las diversas convocatorias de los Juegos, para concluir el Himno ol¨ªmpico, de Spirou Samara, que acompa?¨® el inicio de las competiciones en Atenas en 1896, ha sido recuperado como himno oficial del certamen.

P¨¢gina funcional

El Himno ol¨ªmpico ofrecido en la versi¨®n para coro y orquesta (texto de Costis Palamas, versi¨®n en catal¨¢n de Joan Costa, basada en las traducciones del griego de Andr¨¦u Merc¨¨ y de Isabel Turull) es una p¨¢gina funcional, de talante solemne y muy adecuada para dar realce al ritual de apertura y cierre de las manifestaciones deportivas que ha de acompa?ar.El director, Simon Johnson, es autor de la versi¨®n para voces mixtas de este Himno, que tuvo una admirable interpretaci¨®n por parte del Orfe¨® Catal¨¤.

Poco (y malo) puede decirse de la audici¨®n de la Novena Sinfon¨ªa (coral) de Beethoven, que completaba el programa (realmente, lo llenaba). La interpretaci¨®n instrumental de los tres primeros movimientos pareci¨® el resultado de una apresurada lectura, sin puntuaci¨®n ni adherencia expositiva. Mejor¨® la versi¨®n (s¨®lo pod¨ªa mejorar) en el tiempo final, con la intervenci¨®n de los solistas (M? del Carmen Hern¨¢ndez, soprano; Rosa M? Ys¨¤s, mezzo-soprano; Kennet Bowen, tenor, y Enric Serra, bar¨ªtono) y del coro, que, en conjunto, otorgaron superior entidad y cohesi¨®n su cometido.