El dinero divide al Mercado Com¨²n
Entre los temas pol¨¦micos dentro de la CEE sale a relucir la eventual integraci¨®n espa?ola
A la CEE se le acumulan los gastos. El presupuesto no da m¨¢s de s¨ª, pero a la hora de dilucidar c¨®mo recaudar m¨¢s y, al mismo tiempo, ahorrar en la administraci¨®n de los recursos disponibles, los Estados miembros no logran ponerse de acuerdo. Mientras los temas se entrelazan entre s¨ª, formando un nudo gordiano donde todo est¨¢ ligado y nada atado, Espa?a sigue esperando a la puerta y se convierte en una excusa para casi todo.
La CEE penaliza a los pa¨ªses importadores de alimentos como el Reino Unido, pero favorece a los productores del norte. La CEE est¨¢ al borde de una asfixia financiera. El sistema instaurado en 1970 para los "recursos propios" de la Comunidad est¨¢ llegando al l¨ªmite de su elasticidad, y sin su reforma es dif¨ªcil que Espa?a ingrese. Esta es la batalla de los pr¨®ximos seis meses, que tras la reuni¨®n de Stutgart, ha de desembocar, siendo optimistas, en la cumbre de Atenas en diciembre.Gradualmente, a partir de 1970 se elimin¨¦ el anterior sistema de una contribuci¨®n directa de los pa¨ªses miembros al presupuesto de la CEE, con una modalidad totalmente original que qued¨® completada en 1980 y que ahora toca a su fin. Por este sistema el presupuesto comunitario se nutre de tres fuentes directas para sus "recursos propios": las prelevas agr¨ªcolas a la importaci¨®n, los aranceles y un m¨¢ximo -a¨²n no alcanzado- del 1% del impuesto sobre el valor a?adido (IVA) en cada pa¨ªs.
Ingresos por aranceles
Un 30% del presupuesto se nutre de los aranceles. y otros derechos aduaneros frente a pa¨ªses terceros, como consecuencia de la existencia de la Uni¨®n Aduanera. Estos ingresos no van ya a parar a los Estados miembros, sino a la propia comunidad. Por su parte, las prelevas agr¨ªcolas son derechos en aduanas, variables, cobrados sobre las importaciones de los productos agr¨ªcolas de pa¨ªses terceros, cuyos equivalentes en la CEE est¨¢n sometidos a la organizaci¨®n del mercado. Se trata as¨ª de proteger a los agricultores comunitarios por la diferencia entre precios internos y los mundiales, que suelen ser m¨¢s bajos, para garantizar la preferencia comunitaria. A esta partida se suman cotizaciones sobre el az¨²car. Un 70% del total de las prelevas viene de los cereales importados. Constituyen un 13% de los recursos propios, pero al variar con el mercado mundial son una fuente inestable de ingresos.
A la fuente del IVA corresponde un 55% de los ingresos de la CEE. El techo es del 1%. Ya se calcula que en 1984 se llegar¨¢ a un 0,956%. Para 1984, el total de recursos propios se calcula en 26.200 millones de ecus (unidad de cuenta europea), equivalente a 3,3 billones de pesetas. Quedar¨ªan s¨®lo libres unos 500 millones de ecus. Es poco. Cualquier crisis en el mercado se los comer¨ªa. La. situaci¨®n es cr¨ªtica, pero ser¨ªa posible seguir adelante sin grandes cambios. El exceso recaer¨ªa entonces directamente en los Estados miembros, llevando a la renacionalizaci¨®n de parte de la CEE.
La distribuci¨®n de las partidas presupuestarias es sintom¨¢tica de lo que es la CEE. En el anteproyecto para 1984, la garant¨ªa agr¨ªcola se lleva un 64,6% de los fondos; la pol¨ªtica social, un 6,88%, proporci¨®n similar a la de la pol¨ªtica regional; la pol¨ªtica de energ¨ªas, un 1,5%, como los transportes, un porcentaje muy superior al de la investigaci¨®n, Y la pesca, un 0,46%.
La pol¨ªtica agr¨ªcola com¨²n (PAC), en opini¨®n de un director general de la Comisi¨®n Europea, "se basa esencialmente sobre mecanismos reguladores concebidos para apoyar los ingresos de los agricultores por medio de precios garantizados o de subvenciones directas a los productos, y esto para cantidades ilimitadas que no, corresponden siempre a las necesidades del mercado". ?La defensa?: para que haya libertad de comercio en la CEE tiene que haber una pol¨ªtica com¨²n de sost¨¦n de los precios y un nivel ¨²nico de precios por producto. No todos los productos, sin embargo, pero el aumento de los gastos agr¨ªcolas ha correspondido tambi¨¦n a la ampliaci¨®n de las listas de productos que se benefician de la ayuda.
Excedentes de producci¨®n
Hay otras causas del crecimiento de gastos: las restituciones que paga la CEE para quitarse de encima los excedentes de producci¨®n que al mismo tiempo fomenta. Cuando un productor exporta, la CEE le paga la diferencia entre el precio interior m¨¢s elevado y el precio mundial, sistema que se aplica especialmente a los cereales, leche en polvo y mantequilla. Es una preleva al rev¨¦s, y no es extra?o que el ministro franc¨¦s para Asuntos Europeos, Andr¨¦ Chandernagor, lo califique de "aberraci¨®n", pues hay que pagar en divisas por exportar con subvenci¨®n cereales y sustitutos que est¨¢n en excedente a la vez que se importan. Francia quiere, naturalmente, cubrir el mercado europeo con sus cereales y frenar los que llegan de EE UU.
De la partida de garant¨ªa de precios en el presupuesto, los productos l¨¢cteos, t¨ªpicamente norte?os, se llevan un 32%, cuando representan menos del 20% de la producci¨®n agr¨ªcola en la CEE. Por el contrario, las frutas y hortalizas -un 11 % de la producci¨®n agr¨ªcola de la CEE- s¨®lo reciben un 6% de estos fondos. La dimensi¨®n norte-sur s e traduce tambi¨¦n a la escala comunitaria. De ah¨ª la insistencia italiana y francesa de reajustar los reglamentos que cubren estos productos -especialmente antes del ingreso espa?ol-. Pero para ello hace falta m¨¢s dinero.
El sistema imperante plantea especialmente un problema brit¨¢nico: Londres da m¨¢s, a trav¨¦s de todos estos fondos, de lo que recibe del presupuesto. Es contribuyente neto al presupuesto comunitario, con los consabidos pulsos anuales para remediar esta situaci¨®n. Un pa¨ªs como Francia, con un 26,3% de la produccci¨®n final de productos sometidos en la CEE a organizaci¨®n de mercados, participl en un 23,61% del total de la partida IVA de la CEE. Saldo positivo o neutro. La proporci¨®n para la RFA esde 18 a 30; para el Reino Unido, de 13,5 a 18,8, y, por el contrario, para Italia, de 20 a 13.
De ah¨ª la insistencia alemana y brit¨¢nica en un estricto control -o incluso reducci¨®n del gasto agr¨ªcola-. Francia, que no pagar¨ªa la factura, ha sugerido la t¨¦cnica de "descrestar" las contribuciones. Se devolver¨ªa a los contribuyentes netos lo que les corresponde. ?Quien pagar¨ªa? Los receptores netos. Pero, ?se puede pedir a Italia, Holanda, B¨¦lgica, Luxemburgo, Irlanda, Dinamarca y Grecia que reembolsen a Bonn y a Londres? Es un concepto d¨ªficil de admitir.
El todo forma un nudo gordiano en el cual todo est¨¢ ligado. Pero nada atado. Y Espa?a se encuentra siempre esperand¨¢, constituyendo una excusa para todo, o casi.
Benericios por Portugal
Seg¨²n el inventario de diciembre de la Comisi¨®n Europea, el ingreso de Espa?a y Portugal supondr¨¢ un aumento del presupuesto comunitario del orden del 15% al 20%. La transferencia neta a los dos pa¨ªses ser¨¢ de un 4% o 6% del presupuesto de una CEE ampliada a 12. Para la comisi¨®n, la ampliaci¨®n reventar¨ªa el techo del 1% del IVA, argumento que Londres no ha aceptado, al considerar que se puede reducir el gasto agr¨ªcola antes de la adhesi¨®n de Espa?a. Otros pa¨ªses reclaman el desarollo de nuevas pol¨ªticas comunes.
Preguntado esta semana en Luxemburgo sobre el lazo que hab¨ªa hecho la cumbre de Stuttgart entre la reforma de los recursos propios y el ingreso de Espa?a, Chandernagor coment¨® que "el lazo se hace al final. Algunos pa¨ªses necesitan la justificaci¨®n de la ampliaci¨®n para poder hacer aceptar en sus pa¨ªses el aumento de recursos propios. Es un lazo pol¨ªtico". Espa?a se ha convertido en un medio y una excusa. Pero parece ineludible esta negociaci¨®n crucial de los pr¨®ximos seis meses para elevar el techo del IVA, al tiempo que se toman otras medidas correctivas, especialmente de la PAC. El presupuesto de la CEE no es m¨¢s que un 0,9% de la suma de los productos interiores brutos de los diez.
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