La falta de medios econ¨®micos hace dif¨ªcil y costoso el resurgimiento del g¨¦nero l¨ªrico espa?ol
Durante los ¨²ltimos seis a?os, la zarzuela se ha convertido en un espect¨¢culo buscado y aplaudido por nuevos p¨²blicos, sin que el llamado g¨¦nero chico haya llegado a encontrar la f¨®rmula capaz de conseguir su renovaci¨®n. Los libretos, la escenograf¨ªa, los vestuarios, siguen siendo los mismos que se utilizaron en el momento de m¨¢ximo esplendor del g¨¦nero. La falta de medios econ¨®micos en que subsisten las compa?¨ªas impide que ¨¦stas puedan ofrecer unos espect¨¢culos adecuados a las exigenelas del p¨²blico de hoy.
Jos¨¦ Luis Alonso, director art¨ªstico del teatro de la Zarzuela de Madrid, reconoce la necesidad de la revitalizaci¨®n de un g¨¦nero que, pese a la penuria en que subsiste, cuenta con muchos seguidores. Las causas de la crisis de la zarzuela se evidencian en hechos como la desaparici¨®n de toda una generaci¨®n de maestros que escrib¨ªan zarzuela. Los nuevos compositores muestran muy poco inter¨¦s por el g¨¦nero, hasta el punto de que el caso de Manuel Moreno Buend¨ªa, quien en 1981 estren¨® Fuenteovejuna, es una aut¨¦ntica excepci¨®n."Adem¨¢s de que ¨²ltimamente no se ha escrito nada nuevo", dice Jos¨¦ Luis Alonso, "hay que contar con el hecho de que producir una zarzuela, es algo costos¨ªsimo. Afrontar un espect¨¢culo de este tipo resulta prohibitivo para las empresas privadas, porque la zarzuela exige una puesta en escena de un nivel semejante al de la ¨®pera".
Los esfuerzos e iniciativas para crear compa?¨ªas de zarzuela realizados durante estos ¨²ltimos a?os han terminado en la quiebra m¨¢s absoluta. ?ste es el caso de la Compa?¨ªa L¨ªrica de Zarzuela, disuelta tras el estrepitoso fracaso sufrido en el teatro Progreso de Madrid, o de la compa?¨ªa de Jos¨¦ Mar¨ªa Damunt, cuyos componentes redujeron a 15 d¨ªas los dos meses previstos de actuaci¨®n en el teatro Alc¨¢zar.
Sin embargo, los intentos de resurgimiento prosiguen, y la mayor parte de los integrantes de estos fenecidos intentos trata de resurgir de nuevo. Un ejemplo de ello est¨¢ estos d¨ªas en el teatro Mart¨ªn, donde la Compa?¨ªa de Zarzuela de Artistas L¨ªricos Asociados, integrada en su mayor parte por las dos compa?¨ªas antes mencionadas, ofrece un espect¨¢culo dedicado a homenajear a Moreno Torroba.
Nuevos cantantes
Jos¨¦ Luis Alonso afirma que las condiciones econ¨®micas de estas compa?¨ªas impiden que los espect¨¢culos que representan se ofrezcan con la brillantez debida, y que todos aquellos errores que reiteradamente se?ala la cr¨ªtica son ciertos, pero achacables a la escasez de presupuesto de los espect¨¢culos, hasta el punto de que solamente el Estado o compa?¨ªas subvencionadas pueden afrontar el alto gasto que supone el contar con una orquesta y unos coros adecuados. "Aqu¨ª, en el propio teatro de la Zarzuela, durante la pasada temporada solamente se ofrecieron una antolog¨ªa y una reposici¨®n. En la nueva programaci¨®n no vamos a olvidar la ¨®pera, pero tampoco se puede seguir ignorando que este teatro se llama de la Zarzuela, y vamos a presentar un aut¨¦ntico programa de zarzuela".Si en cuanto a nuevas composiciones o actualizaci¨®n de las composiciones tradicionales la sequ¨ªa es bastante notable, no parece que ocurra lo mismo con los cantantes. El Ministerio de Cultura, a trav¨¦s del teatro de La Zarzuela, hizo p¨²blica recientemente una convocatoria en la que se ped¨ªan cantantes de zarzuela, y se recibieron 158 respuestas de tenores, sopranos y bajos, cuyo nivel medio de calidad es, a juicio de Jos¨¦ Luis Alonso, muy aceptable. "Ha sido una respuesta grata", dice, "porque ah¨ª est¨¢ otra de las dificultdes intr¨ªnsecas de este g¨¦nero. El cantante debe ser tambien actor, porque hay una parte musical y otra dram¨¢tica. Este texto suele ser en verso, y si ya hay pocos actores capaces de decir bien el verso cl¨¢sico, pedirles encima que canten bien es un problema dif¨ªcil de salvar".
Barreras empresariales
Fernando Carmona, cordob¨¦s de 39 a?os, cantante desde hace 13 y director gerente de la compa?ia Ruperto Chap¨ª, creada en el pasado mes de noviembre, que estos d¨ªas act¨²a en el Centro Cultural de la Villa de Madrid, enumera sin parar una larga cadena de dificultades art¨ªsticas y empresariales que, seg¨²n afirma, impiden la reconversi¨®n y actualizaci¨®n del g¨¦nero chico.Es consciente de que el p¨²blico que ha descubierto ahora o que ha retomado el inter¨¦s por el espect¨¢culo exige una puesta al d¨ªa pr¨¢cticamente total. "La gente quiere nuevas figuras l¨ªricas, nuevos decorados, buenos coros y buenas orquestas que les ofrezcan representaciones de las obras de siempre. Al igual que el p¨²blico quiere ver las ¨®peras de siempre, creo que tambi¨¦n prefiere presenciar las zarzuelas de siempre, o¨ªr las m¨²sicas que conoce y seguir las letras que reflejan el costumbrismo espa?ol. Son adem¨¢s textos en los que la gente se sigue reconociendo y, de hecho, los vive tan profundamente, que en ocasiones se forman aut¨¦nticas trifulcas entre los espectadores".
"Pienso que es un g¨¦nero renovable, pero faltan los medios y la atenci¨®n adecuada. El caso del maestro Soroz¨¢bal, que tiene una ¨®pera pendiente de estreno desde nace un mont¨®n de a?os, es bastante ilustrativo. El estreno de Fuenteovejuna, de Moreno Buend¨ªa, fue algo ins¨®lito. Con todo, insisto en que no es un problema de nueva creaci¨®n de zarzuelas, sino que la penuria econ¨®mica es tal, que no se revisa un solo libreto, los trajes est¨¢n ro¨ªdos por el uso y no se pueden hacer innovaciones esc¨¦nicas".
Explica Fernando Carmona que el coste diario de su compa?¨ªa est¨¢ en las 375.000 pesetas. "Hemos pretendido ofrecer un espect¨¢culo medianamente digno, pero con 22 m¨²sicos, 30 personas en el coro, 20 actores y figuras y el equipo t¨¦cnico, el gasto no puede ser menor. La peque?a ayuda que anualmente concede el Ministerio de Cultura se est¨¢ retrasando este a?o, y hoy mismo les he advertido que si en esta misma semana no me dan una subvenci¨®n, la semana que viene disuelvo la compa?¨ªa".
La f¨®rmula para conseguir la recuperaci¨®n y actualizaci¨®n del g¨¦nero est¨¢, dice Carmona, en conseguir un m¨ªnimo de atenci¨®n oficial semejante al que en estos momentos ha obtenido la ¨®pera: "Si no ocurre as¨ª, el g¨¦nero art¨ªstico m¨¢s espa?ol seguir¨¢ postergado y relegado eternamente, y nosotros, para quienes la vida es ya la zarzuela, terminaremos formando coros para los cantantes de rock".
El mismo nivel de desaz¨®n arrastra Emilio Oca?a, representante de la reci¨¦n creada Compa?¨ªa de Zarzuela de Artistas L¨ªricos Asociados, quien afirma que "las subvenciones se las dan siempre a los mismos, y el g¨¦nero se mantendr¨¢ siempre que unos locos de verano como ellos mantengan la ilusi¨®n por el espect¨¢culo.
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