Jos¨¦ Luis Guti¨¦rrez, 'Bicho'
El tricampe¨®n de Espa?a de pirag¨¹ismo no fue a los Juegos Olimpicos de Roma por no encontrar a nadie que cuidase su ganado
Tiene 55 a?os y a¨²n conserva una aguerrida musculatura de sus tiempos de pirag¨¹ista, curtida por su trabajo en la mar. Jos¨¦ Luis Guti¨¦rrez S¨¢nchez, Bicho, como le conocen sus convecinos, asturiano, que reside en El Larite, una pomarada junto al Bahu, la r¨ªa quedivide Barro y Niembro, peque?os pueblecitos costeros de su tierra natal, vive de los recuerdos de aquellos tiempos gloriosos en los que gan¨® en tres ocasiones el descenso internacional del Sella y en otras tantas conquist¨® el t¨ªtulo de campe¨®n de Espa?a de pirag¨¹ismo.
Sigue, como cuando por 1955 se inici¨® en el mundo del pirag¨¹ismo, levant¨¢ndose diariamente a las cuatro de la madrugada para hacerse a la mar con su peque?a barca. Casado, con cuatro hijos, la pesca de la langosta, fundamentalmente, constituye su principal fuente de ingresos. "Ahora vendemos el kilo a 2.600 pesetas, pero no hay mucha esta temporada. No obstante, esto te da para ir viviendo", dice risue?o mientras toma un cul¨ªn de sidra. Ya ha vendido las vacas que pose¨ªa y s¨®lo se dedica a la mar. Por culpa del ganado, este deportista -as¨ª quiere seguir consider¨¢ndose- de ojos risue?os e inquietos, busto trabado y una envidiable sencillez, dej¨® al equipo ol¨ªmpico espa?ol de pirag¨¹ismo sin uno de sus m¨¢s firmes puntales y no pudo asistir a los Juegos Ol¨ªmpicos de Roma. Si de algo se arrepiente Bicho en su vida, como ahora confiesa, es de aquella negativa. "Yo estaba seleccionado, pero en mi familia no quer¨ªan que fuera a Roma. Me dec¨ªan que no iba a ganar nada, que s¨®lo iba a perder dinero. Adem¨¢s, ten¨ªa que cuidar el ganado. No pod¨ªa dejar a nadie que me atendiera las vacas. Y al final no fui". Aquel a?o Jos¨¦ Luis sigui¨® desde su casa, por la televisi¨®n, "tir¨¢ndome de los pelos", las pruebas de sus compa?eros. Su pareja en los descensos, Feliz, lleg¨® a varias semifinales, "y si hubiera estado con ¨¦l podr¨ªamos haber hecho grandes cosas".Veinticuatro a?os m¨¢s tarde este asturiano vigoroso, con una fortaleza inusual en un hombre de su edad, se sigue tirando de los pelos y repite con resignaci¨®n que no ten¨ªa que haber hecho caso a nadie, que total la Olimpiada eran 15 d¨ªas en los que iba a vivir una experiencia ¨²nica. "Es de lo que m¨¢s me arrepiento en la vida. Ten¨ªa que haberlo dejado todo, vacas y prados".
El apodo de Bicho le viene desde peque?o y se lo coloc¨® un convecino. Jos¨¦ Luis Guti¨¦rrez se inici¨® tarde en el deporte de la piragua: contaba 26 a?os, y en su corta pero intensa vida de deportista a¨²n lleg¨® a ganar el descenso del Sella, ya con 32. Ten¨ªa una piragua de un alem¨¢n "que pesaba lo menos 100 kilos" y todos le recuerdan por su inmensa fuerza. Siempre remando en pareja, primero con D¨ªaz, luego con Martino y Feliz, lleg¨® a romper varios remos por el vigor de sus paladas.
A¨²n recuerda c¨®mo gan¨®, con Martino, una prueba remando los ¨²ltimos cuatro kil¨®metros con una sola pala. O aquella otra ocasi¨®n, en Avil¨¦s, en la que se tir¨® al agua para que pesara menos la piragua. Particip¨® en unos 50 descensos, pero los recuerdos se agolpan a¨²n frescos en la memoria de Jos¨¦ Luis. Es capaz de repetir mentalmente cada momento de la carrera, de acordarse de todo lo que le sucedi¨®, de qui¨¦n les pas¨®, del recodo m¨¢s dif¨ªcil o de la peripecia m¨¢s nimia. Vive de los recuerdos, que comenta con los amigos en las tardes de sosiego, entre la partida de brisca y la botella de sidra. De los recuerdos, porque "las copas y trofeos que guardo de aquella ¨¦poca ya est¨¢n negros; es que no los limpio", comenta a carcajadas. Y desde su coraz¨®n siente la nostalgia del r¨ªo: "No me pierdo una prueba. Hoy no faltar¨¦ a la nueva cita del Sella en Arriondas. Cuando veo a todos lanzarse al agua me entran ganar de hacerlo yo. Pero ya no tengo fuerza".
'La fiera'
Fuerzas s¨ª ten¨ªa en sus comienzos. Sus rivales le llamaban la fiera y hac¨ªan c¨¢lculos sobre las pruebas que pod¨ªan ganar descartando aquellas en las que participaba Jos¨¦ Luis. En distancias largas, especialmente, lo ganaba todo, a pesar de los escasos medios con que contaba: "Nosotros no ¨¦ramos como los pirag¨¹istas de ahora. Me levantaba a las cuatro de la madrugada para ir a la mar. Sobre la una, despu¨¦s de la faena, recorr¨ªa 20 kil¨®metros en bicicleta hasta Ribadesella, para entrenarme. All¨ª sub¨ªamos en coche hasta Arriondas y baj¨¢bamos por el r¨ªo en piragua nuevamente hasta Ribadesella".
A base de cuidarse mucho y sacrificarse m¨¢s consigui¨® en ocho a?os un brillante palmar¨¦s. La primera competici¨®n que presenci¨® en su vida fue el descenso del Sella: "?Cu¨¢nto dar¨ªa yo por poder ganar esta prueba!", pens¨® en aquellos momentos. A?os m¨¢s tarde vio triplicado -en 1957, 1958 y 1959- su deseo. La primera victoria fue un momento indescriptible: "Hab¨ªamos pasado a los belgas en el Pe?¨®n. Nos acerc¨¢bamos a la meta y o¨ªmos por la megafon¨ªa que anunciaban a otra pareja como los primeros. Me qued¨¦ at¨®nito y comenc¨¦ a mirar hacia adelante para, ver d¨®nde estaban esos otros que ten¨ªamos que pasar. Hasta que desde la meta rectificaron y nos anunciaron a nosotros como vencedores. Entonces comenz¨® un clamor que hizo de aquellos momentos los m¨¢s bonitos de mi vida".
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