El Proyecto reformista de la II Rep¨²blica

El 15 de septiembre de 1932 se promulg¨®, despu¨¦s de un a?o de intensos debates, la Ley de Bases de la Reforma Agraria que trataba de proporcionar una salida coherente al tema de la tierra.Su aplicaci¨®n, al margen de las limitaciones externas producidas por el estallido de la guerra civil y por los avatares electorales de aquellos a?os, estuvo marcada por las propias limitaciones que conten¨ªa el proyecto de ley.

El proyecto de reforma agraria aprobado por las Cortes de la Il Rep¨²blica establec¨ªa en su base quinta que ser¨ªan expropiables aquellas fincas que fueran ofrecidas voluntariamente; las p¨²blicas detentadas como propiedad privada en aquel momento; las compradas con fines especulativos; los se?or¨ªos jurisdiccionales; las no regadas pudiendo serlo; las que supusieran, en un solo propietario, m¨¢s de un 20% del l¨ªquido imponible del conjunto de tierras de un t¨¦rmino municipal; las explotadas sistem¨¢ticamente en r¨¦gimen de arrendamiento; las incultas o mal cultivadas, y aquellas que fueran superiores a un determinado n¨²mero de hect¨¢reas para aprovechamientos de secano o regad¨ªo.

La Ley de Reforma Agraria aprobada por las Cortes, a partir de los dict¨¢menes de la comisi¨®n t¨¦cnica creada, se fijaba como objetivo b¨¢sico el incremento de la producci¨®n agraria, y partiendo de la base de que los grandes propietarios de tierras no cultivaban la tierra siguiendo pautas "modernizadoras" de su actividad sino todo lo contrario. Lo

s estudios que se han realizado sobre las tierras que podr¨ªan verse sujetas a reforma hablan a las claras del fracaso de este planteamiento.Buena parte de las fincas expropiadas lo eran en raz¨®n de su propiedad, independientemente de que estuvieran mal o bien cultivadas, y en algunos casos la medida provoc¨® mayores enemigos que aliados en la tensa situaci¨®n de los a?os treinta.

Los resultados de la aplicaci¨®n de la reforma agraria durante los dos a?os de vigencia que tuvo fueron parcos: 529 explotaciones agrarias, que totalizaban algo menos de 117.000 hect¨¢reas, proporcionaron asentamiento a 12.260 colonos. En aquella ¨¦poca, las propiedades de los grandes de Espa?a, apenas 99 propietarios que deb¨ªan ser expropiados por el hecho de ser nobles, sumaban 577.359 hect¨¢reas. En principio se hab¨ªa previsto que se lograr¨ªa asentar a un media de 60.000 campesinos anuales. La inflaci¨®n productiva de las estad¨ªsticas agrarias, como se puede comprobar en los anuarios correspondientes, y la falta de coherencia pol¨ªtica para llevar a cabo una verdadera reforma agraria en aquel momento impidieron que aquella que se puso en marcha alcanzara la trascendencia que pudiera haber tenido y que era esperaba por las comunidades campesinas.