Gonzalo Arauxo, creador de paisajes
Un dise?ador vigu¨¦s se propone cambiar el horizonte de la r¨ªa con 17.000 metros cuadrados de pl¨¢stico hinchable
Tres gigantescos cilindros hinchables, de un kil¨®metro de altura cada uno y una superficie total de 17.000 metros cuadrados de pl¨¢stico, modificar¨¢n el paisaje marino de la r¨ªa de Vigo durante el pr¨®ximo verano, seg¨²n la propuesta que estos d¨ªas presenta a las fuerzas vivas de la ciudad el dise?ador vigu¨¦s Gonzalo Ara¨²xo. Los tres globos ser¨¢n enclavados inicialmente en las islas C¨ªes, en la boca de la r¨ªa, y durante un mes cambiar¨¢n de posici¨®n, en un gran juego colectivo de ocupaci¨®n de espacio". Al cabo de este tiempo ser¨¢n quemados ante el p¨²blico.
Gonzalo Ara¨²xo, de 40 a?os, vuelca habitualmente sus conocimientos de dise?o en la pintura, escultura y, sobre todo, en arquitectura. Varios locales comerciales de la Gran V¨ªa madrile?a est¨¢n concebidos por ¨¦l, que ha ganado premios en festivales internacionales, como el de Zagreb. En la actualidad, pese a carecer de t¨ªtulo, est¨¢ dise?ando palacetes para los ¨¢rabes multimillonarios de M¨¢laga. Est¨¢ perdidamente enamorado de Vigo, aunque reconoce que "a esta ciudad le est¨¢ faltando un poco de explosi¨®n l¨²dica". Ha denominado a su proyecto Alumaluf, una palabra con resonancias m¨¢gicas, formada a ra¨ªz de la uni¨®n entre el idioma gallego (aluma, alumbra) y el alem¨¢n luf, luz). Gonzalo Ara¨²xo quiere que Alumaluf sea un gran juego, en el que participen todos los habitantes de la r¨ªa.Los tres hinchables ser¨¢n colocados, seg¨²n su idea, en cada una de las islas C¨ªes. En una de ellas, la norte, ir¨¢n dos de estos globos, en los dos promontorios que configuran su contorno. Cada armatroste, que ir¨¢ pintado con colores fuertes, para contrastar mejor con el horizonte marino, y ocupar¨¢ un volumen de 2.500 metros c¨²bicos, dispondr¨¢ de un kil¨®metro de cabo por cada una de sus bases, de forma que podr¨¢ ser transportado hasta otros lugares de la r¨ªa, en un itinerario concebido de antemano y durante un mes. As¨ª, con un cabo en la isla norte y otro en la punta de Home, por ejemplo, el hinchable configurar¨¢ una especie de puente colosal y bamboleante, capaz de ser divisado desde decenas de millas de distancia. Los globos cambiar¨¢n de posici¨®n seg¨²n el capricho de los vientos.
Gonzalo Ara¨²xo quiere a?adir la aplicaci¨®n del rayo l¨¢ser a su Alumaluf. "Desde siempre me gust¨® el l¨¢ser, pero mucho m¨¢s desde que vi entrar uno de ellos en mi habitaci¨®n una noche que estaba leyendo tranquilamente. Me qued¨¦ extasiado. Al d¨ªa siguiente me enter¨¦ de que hab¨ªa sido utilizado al lado, en la Castellana, durante la visita del Papa, para impresionar a la muchedumbre".
Ara¨²xo imagina d¨ªas de paisaje cambiante y noches de desenfreno laseriano con sus globos. Al final del mes de vida de Alumaluf, que ¨¦l sit¨²a entre el 15 de julio y el 15 de agosto, la ¨¦poca de mayor afluencia tur¨ªstica de la ciudad, los tres cilindros ser¨¢n quemados.
En cuanto a la financiaci¨®n -unos tres millones de pesetas-, el autor de la propuesta cree que puede conseguirse a trav¨¦s de la participaci¨®n de los ayuntamientos de la r¨ªa, principalmente el de Vigo, y de las c¨¢maras de comercio y asociaciones empresariales, "a quienes puede interesar el proyecto por lo que reportar¨¢ de publicidad y promoci¨®n de la ciudad".
Gonzalo Ara¨²xo reconoce que Alumaluf parte de los mismos planteamientos que utiliza Christo en sus montajes y envolvimientos gigantescos, y espera contar con el apoyo de asociaciones vecinales, colectivos art¨ªsticos y asociaciones profesionales.
De momento, su propuesta -expuesta en la galer¨ªa Novecento, de Vigo- est¨¢ despertando reacciones para todos los gustos. Unos consideran que se trata de una locura. Otros, los m¨¢s, coinciden en lo de locura pero consideran que Alumaluf bien se merece una oportunidad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.