Un juzgado de instrucci¨®n estudia en un a?o 5.500 casos y dicta unas 400 sentencias
Desde las nueve de la ma?ana de hoy, 24 de diciembre, hasta las once de la ma?ana del 25, d¨ªa de Navidad, el titular del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 1 de Madrid, Jos¨¦ Ignacio Parada, se convertir¨¢ en ¨²nico juez de guardia de una ciudad que rebasa los tres millones de habitantes. Cada 13 d¨ªas, este juez -como los 21 restantes de Madrid- tiene su d¨ªa negro y probablemente su noche en blanco. Una jornada de 26 horas que hay que sumar a las 5.500 diligencias realizadas y a las casi 400 sentencias dictadas a lo largo del a?o por su juzgado, con una m¨ªnima dotaci¨®n de personal para administrar justicia a m¨¢s de 150.000 ciudadanos.
La jornada de guardia judicial no se retribuye de forma espec¨ªfica ni da derecho a ning¨²n d¨ªa de descanso, ni siquiera en festividades tan se?aladas como las de hoy y ma?ana, hasta el punto de que hace meses los jueces de Madrid plantearon una reivindicaci¨®n conjunta que todav¨ªa no ha sido atendida. Lo habitual es que el peque?o dormitorio del juez de guardia no se utilice y que las escasas cabezadas que trate de dar en la sala adjunta sean interrumpidas para un reconocimiento de cad¨¢ver o la declaraci¨®n de un detenido."A primera hora de la madrugada", dice el juez Jos¨¦ Ignacio Parada, "llegan los detenidos por la polic¨ªa, que pueden ser hasta unos 70, aunque la media ser¨¢ aproximadamente de 40. Despu¨¦s hay que tomarles declaraci¨®n y decretar para cada unola libertad o la prisi¨®n con fianza o sin fianza". El resto de la jornada se consume en el examen de los alestados y denuncias procedentes de las comisar¨ªas, la personaci¨®n en el lugar de los hechos en casos de homicidios o asesinatos y el estudio de los diferentes asuntos para la aplicaci¨®n de las normas de reparto a los distintos juzgados a trav¨¦s del juez decano.
Con ocasi¨®n de la jornada"de guardia, el juez ejercita m¨¢s f¨¢cilmente su iniciativa. El resto de los d¨ªas, como se dice en la jerga judicial, dado el gran trabajo existente, "de buscar clientela, nada". En cambio, en el mundo rural, el juez tiene m¨¢s tiempo, y puede llevar la iniciativa. "En un pueblo donde ejerc¨ª, antes de trasladarme a Madrid, llegu¨¦ al reconocimiento de los cad¨¢veres que se encontraban en un pozo antes que la Guardia Civil, e incluso tuve problemas para mi identificaci¨®n, porque no sab¨ªan que yo era el juez", recuerda Jos¨¦ Ignacio Parada.
La ley se incumple
En la actividad normal del juzgado se incumple repetidamente la ley, ya que numerosas diligencias, incluidas declaraciones de testigos, no son realizadas personalmente por el juez, sino por uno de los oficiales. La raz¨®n de esto es "la imposibilidad material", ya que, afirma el juez Parada, "el propio Consejo General del Poder Judicial ha considerado como n¨²mero m¨¢ximo de casos atendibles al a?o 2.500, y en este juzgado, por ejemplo, se ha superado el doble de esa cantidad".Del total de 5.500 diligencias, la mayor¨ªa procedentes de las comisar¨ªas, s¨®lo unas 400 se convierten en sentencias del propio juez. Muchas diligencias previas, como consecuencia de la investigaci¨®n que se realiza o por tratarse de delitos cometidos por autores desconocidos, se archivan; otras, por tratarse de faltas, pasan a los juzgados de distrito, y por ¨²ltimo, en otros casos, por la entidad del supuesto delito, el sumario pasa a la Audicencia Provincial.
Para desarrollar este trabajo, el titular del Juzgado de Instrucci¨®n n¨²mero 1 de Madrid cuenta con cuatro oficiales, cinco auxiliares, dos agentes, un secretario y dos m¨¦dicos forenses. ?Qu¨¦ colaboraci¨®n presta la denominada Polic¨ªa Judicial? En teor¨ªa, Polic¨ªa Judicial son todos los cuerpos de seguridad del Estado. Sin embargo, dado el r¨¦gimen militar de la Guardia Civil, obtener su ayuda resulta a veces complicado. En el edificio de los juzgados de la plaza de Castilla de Madrid un inspector de polic¨ªa de guardia act¨²a de enlace con la Jefatura Superior.
La jornada judicial se inicia a las nueve de la ma?ana y dura hasta las 14.30. Por la tarde, el juez suele estar tambi¨¦n un rato en el despacho. En cuanto a las sentencias, "corno la mayor parte de mis compa?eros, yo las redacto en casa", afirma el juez Parada. Respecto al jurado, Jos¨¦ Ignacio Parada estima que es "una instituci¨®n que est¨¢ en la Constituci¨®n y, por tanto, aunque se trate de un tema complejo, tendr¨¢ que estudiarse y analizarse su puesta en marcha". Por el momento, ante el c¨²mulo de trabajo existente, el juez del Juzgado n¨²mero 1 -que acumula tambi¨¦n el 12, por vacaciones de su titularasegura: "Lo que pedimos los jueces a los Reyes Magos es que no vengan en avi¨®n".
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