Relevo de gestores en el Fondo de Garant¨ªa de Dep¨®sitos, que no se har¨¢ cargo de los bancos de Rumasa

Dos de los cuatro representantes de la banca privada en el Fondo de Garant¨ªa de Dep¨®sitos (FGD), entidad cuya gesti¨®n ha merecido ¨²ltimamente discretas revisiones del Tribunal de Cuentas, ¨®rgano encargado de la gesti¨®n externa o parlamentaria del gasto p¨²blico, han sido relevados con efectos del primero de abril pr¨®ximo. Los otros dos cambiar¨¢n un a?o despu¨¦s, por decisi¨®n del ministro de Econom¨ªa y Hacienda, Miguel Boyer. Tambi¨¦n se ha sabido que el Gobierno ha descartado definitivamente el paso de la propiedad de los bancos de Rumasa al FGD, creado paritariamente por el banco emisor y la banca privada. No obstante, Boyer ha insistido en que el sector pagar¨¢ una parte del coste de la crisis del holding de la abeja.

Aunque los problemas que motivaron la creaci¨®n del Fondo parecen atajados, a los nuevos gestores del mismo no les faltar¨¢ actividad. Tendr¨¢n que administrar y vender las inversiones insanas de que han sido descargados la veintena de bancos que han pasado por el ente, sobre todo los del grupo Catalana; sanear los bancos de Rumasa, que administra el FGD desde la expropiaci¨®n del holding, y devolver el casi medio bill¨®n de pesetas prestadas hasta el momento por el Banco de Espa?a.A propuesta del Banco de Espa?a y por decisi¨®n del ministro de Econom¨ªa y Hacienda, la duraci¨®n del mandato de los representantes de la banca en este organismo, que tiene personalidad jur¨ªdica p¨²blica desde marzo de 1980, ser¨¢ de cuatro a?os, renov¨¢ndose por mitades. Por ello, se ha acordado que en abril pr¨®ximo Pedro de Toledo Ugarte, consejero delegado del Vizcaya, y Jos¨¦ Bermejo Jal¨®n, consejero delegado del Zaragozano, sustituir¨¢n a Emilio de Ybarra y Churruca, consejero delegado del Bilbao, y a Juan Oli¨² Pich, consejero-director general del Sabadell. Es decir, que sale un banco grande de or¨ªgenes vascos (Bilbao) y entra otro (Vizcaya, que se ha quedado con la mayor parte de las entidades saneadas en el Fondo); sale uno del club de los cinco (bancos medianos), y entra otro.

La renovaci¨®n de la otra mitad -Ricardo Tejero Magro, director general del Central, y Alfredo Lafita Pardo, vicepresidente ejecutivo de Banca March, quedar¨¢ para abril de 1985, "en cuyo momento el ministro efectuar¨¢ los oportunos, nombramientos", seg¨²n fuentes oficiales.

Junto a los cuatro representantes bancarios, la comisi¨®n gestora del Fondo, presidida por el subgobernador del Banco de Espa?a, Mariano Rubio, est¨¢ integrada por ¨¦ste y otros tres altos cargos del banco emisor: Arist¨®bulo de Juian, Modro?ero y Fanjul.

Calendario de devoluciones

Frente al casi medio bill¨®n de pesetas anticipados por el Banco de Espa?a al FGD -sin contar una cifra pr¨®xima a 200.000 millones que el banco emisor ha prestado a los bancos de Rumasa, que el Fondo se limita a adininistrar-, la banca privada ha contribuido de forma paritaria al Banco de Espa?a con un total de 22.300 millones de cuotas anuales (el uno por 1.000 de los recursos ajenos computables), a los que habr¨¢ que a?adir otros 10.000 millones por 1983, pues no se ha utilizado la posibilidad -abierta antes de llegar los socialistas al poder- de subirlas al dos por 1.000.

A mediados de diciembre pasado, Boyer expuso al club de presidentes de los siete grandes un calendario de 10 a?os para la devoluci¨®n de anticipos e intereses del 8%, con las cuotas anuales paritarias y la venta de activos. El ministro es partidario, sin embargo, de no ayudar a causar nuevas crisis por aumentar los pagos, medida que probablemente no se iniciar¨¢ hasta 1985.

Tambi¨¦n ha trascendido que ha sido descartado definitivamente el paso de la propiedad de los bancos de Rumasa al Fondo, que con dicha f¨®rmula tendr¨ªa que soportar las p¨¦rdidas acumuladas en los ¨²ltimos a?os. Aunque ha respondido a preguntas de este peri¨®dico que "no hay razones" para dicha medida, reclamada en verano pasado desde la Direcci¨®n General de Patrimonio, Boyer mantiene el anuncio de que la banca contribuir¨¢ al coste de la expropiaci¨®n con una parte, "en funci¨®n de las p¨¦rdidas acumuladas, sobre todo en el sector bancario".