1985 sera el a?o m¨¢s duro para la negociaci¨®n de Espa?a con Ios diez
Una ingente labor queda a¨²n por hacer en las negociaciones para el ingreso de Espa?a en la CEE. Y las tribulaciones espa?olas no terminar¨¢n con la firma del tratado de adhesi¨®n, previsto para el oto?o de este a?o. En 1985 ha de ser ratificado en los Parlamentos nacionales de los diez. Y para la Administraci¨®n espa?ola, 1985 ser¨¢, el a?o m¨¢s duro.Esta larga negociaci¨®n versa fundamentalmente sobre las caracter¨ªsticas que han de regir el per¨ªodo transitorio de adaptaci¨®n a la CEE tras el ingreso.
Las conversaciones se llevan a cabo en el seno de la conferencia negociadora. No es la CEE, como tal, la que negocia con Espa?a, sino los diez Estados miembros. En Espa?a, las propuestas se discuten en un grupo de directores generales de diversos ministerios y en la secretar¨ªa de Estado para las Relaciones con la CEE (el Palacio de la Trinidad, ocupado por Manuel Mar¨ªn), antes de recibir el visto bueno o los ¨²ltimos toques del Consejo de Ministros espa?ol.
Las declaraciones o respuestas de los diez se basan sobre proyectos elaborados por la Comisi¨®n Europea, ¨®rgano ejecutivo y burocr¨¢tico cuyo vicepresidente, Lorenzo Natafi, est¨¢ encargado del tema de la ampliaci¨®n.
En el Consejo de Ministros de la CEE, el llamado Grupo Espa?a de expertos de los diez recibe este proyecto, le da todas las vueltas que puede, lo modifica si es necesario e intenta llegar a un acuerdo interno sobre qu¨¦ oferta hacer a Espa?a, preparando tambi¨¦n posiciones t¨¢cticas de repliegue. De aqu¨ª, el proyecto, cerrado o con puntos abiertos, pasa al Comit¨¦ de Representantes Permanentes (el COREPER, formado por los embajadores de los diez), que son los que, en sesi¨®n de conferencia negocian, o simplemente se intercambian papeles, directamente con el secretario de Estado para las Relaciones con la CEE, Manuel Mar¨ªn.
La diplomacia se moviliza
Pero la negociaci¨®n, en realidad, es diaria y constante. A medida que van surgiendo los problemas, la diplomacia espa?ola se moviliza. Ya sea a trav¨¦s de la Misi¨®n de Espa?a cerca de las Comunidades -encabezada por Gabriel Ferr¨¢n- o, directamente, en Bruselas y en las capitales por medio de raudos desplazamientos de directores generales de la Trinidad, Fernando Mansito, hombre orquesta de esta negociaci¨®n, Carlos Westendorp y otros. Y el propio Mar¨ªn.
Por parte espa?ola, la negociaci¨®n se lleva a cabo de un modo secreto, observado en los contactos -que se han intentado esconder- de Mar¨ªn con Natalio, especialmente, con el ministro franc¨¦s de Asuntos Europeos, Roland Dumas. De hecho. las atenciones de Espa?a a Francia, como pa¨ªs y como presidencia de la CEE en los ¨²ltimos seis meses, han irritado a otros Estados miembros. No hay que olvidar las cumbres hispanofrancesas, ni las reuniones t¨¦cnicas hispano-comunitarias en Bruselas. La ¨²ltima sobre precios agr¨ªcolas fue tormentosa. La CEE acus¨® a Espa?a de falsear sus datos presentando unos precios m¨¢s altos que los reales.
Las negociaciones de adhesi¨®n comenzaron en 1979, pero la verdadera negociaci¨®n para el ingreso empez¨® el pasado mes de febrero cuando la CEE entreg¨® su declaraci¨®n sobre el cap¨ªtulo agr¨ªcola. Quedan ahora los temas que ya se sab¨ªa desde el principio que ser¨ªan los m¨¢s dificiles: agricultura, pesca, desarme aduanero para la industria, reforma sider¨²rgica, asuntos sociales (duraci¨®n y seguridad social), el estatuto, de Canarias y las relaciones durante el per¨ªodo transitorio entre Espa?a y Portugal. Faltan, adem¨¢s, otros temas, tales como acabar el inmenso cap¨ªtulo de las relaciones con terceros pa¨ªses y la participaci¨®n de Espa?a en las instituciones y en el presupuesto de la CEE. Todo esto en tres o cuatro meses de sesiones ministeriales de negociaci¨®n (una en julio, dos en septiembre y al menos otra en octubre).
El pasado 19 de junio, en Luxemburgo, se di¨® un paso adelante al aceptar Espa?a las grandes l¨ªneas-de la estructura de la transici¨®n en agricultura y ciertos principios del desarme aduanero. El acuerdo se logr¨® gracias a un pacto entre Mar¨ªn y Dumas. Ahora este acuerdo bilateral entre la presidencia francesa de la CEE y Espa?a ha de traducirse en un texto m¨¢s concreto, en la pr¨®xima sesi¨®n de negociaci¨®n -marat¨®ne- 23 de julio. S¨®lo si se llegase a un acuerdo concreto la negociaci¨®n acabar¨ªa en el oto?o. Pero, ?puede llegarse a un acuerdo en el que falta el vino y el aceite de oliva, temas que la CEE parece haber dejado para el final para marcar un gol? Incluso los comunitarios piden ahora que Espa?a presente su declaraci¨®n por ventanilla, una semana antes de la sesi¨®n, para prepararse.
Acuerdo en septiembre
De llegarse a un acuerdo sobre las grandes l¨ªneas de la agricultura, se prev¨¦, siguiendo el ejemplo portugu¨¦s, la convocatoria de una cumbre verde hispano-comunitaria en el mes de agosto, para discutir a nivel t¨¦cnico el tema de la agricultura, medida por medida y producto por producto. Pero estas reuniones t¨¦cnicas, que han de llevar tras de s¨ª un gran esfuerzo estad¨ªstico, podr¨ªan permitir alcanzar un acuerdo semidefinitivo el 3 de septiembre. Depende mucho del grado en que Espa?a est¨¢ dispuesta a ceder.
Una vez concluidas las negociaciones se requieren entre uno y tres meses para redactar el Tratado y las Actas de adhesi¨®n, que entran en todo g¨¦nero de detalles que han de ser negociados con cuidado, pues para cambiarlos luego se requerir¨ªa otra vez todo un proceso de rectificaci¨®n en los Parlamentos. De ah¨ª que se considere improbable la firma antes de noviembre o diciembre.
1985 ser¨ªa as¨ª el a?o de ratificacion de este Tratado en los Parlamentos de los diez y en el espa?ol. Esto supondr¨¢ una intensa labor diplom¨¢tica de los negociadores espa?oles en las capitales de los diez para celebrar este tr¨¢mite y aclarar problemas paralelos, como el de la OTAN. Espa?a ingresar¨ªa as¨ª el 1 de enero de 1986. Durante 1985, la CEE y Espa?a, reforzar¨¢n sus contactos, con una vigilancia mutua. Y en este plazo, se tienen que reformar en Espa?a un n¨²mero inmenso de reglamentos y leyes, relativos a todo g¨¦nero de cosas, desde el plomo de los carburantes a los monopolios fiscales y agr¨ªcolas, la introducci¨®n del IVA (que, en principio, deber¨ªa producirse en 1985), y otras que seguir¨¢n a lo largo del per¨ªodo transitorio. La reforma de Espa?a, en una palabra.
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