Rosa Obiol

Rosa Obiol es de Amposta (Tarragona), donde naci¨® hace 17 a?os. Es la ni?a peque?a de una familia que tiene cinco hijos, dos de los cuales son profesores de Educaci¨®n F¨ªsica. Su vida en un bote con remos comenz¨® a los 12 a?os, tras inscribirse en unos cursillos para aprender a remar. Le gust¨®, y su inter¨¦s por este deporte aument¨®. Decidi¨® continuar tras los pasos de un hermano suyo que tambi¨¦n hab¨ªa practicado el remo pero sin ning¨²n ¨¦xito. Ella ten¨ªa ganas de hacer deporte y se entusiasm¨® con los remos. As¨ª, de esa forma tan sencilla, Rosa se meti¨® en este tipo de competiciones.En cinco a?os de actividad seria, participando en regatas espa?olas y alguna que otra internacional, esta rubia de Amposta, novia de un estudiante de Educaci¨®n F¨ªsica, se ha dado cuenta de que la federaci¨®n espa?ola apenas mira a las chicas; se ha puesto a so?ar con disputar alguna vez unos Juegos Ol¨ªmpicos y tiembla ante su inmediato compromiso deportivo.

"Cuando uno conoce las posibilidades del resto de las rivales", manifiesta Rosa, "se siente tranquila. Pero en esta ocasi¨®n me da miedo no tener idea de c¨®mo est¨¢ el nivel de mis contrarias. Pienso adem¨¢s", dice, "que esta primera participaci¨®n m¨ªa en un campeonato del mundo juvenil en skiff puede servir de precedente para que el a?o que viene pueda realizarse una aut¨¦ntica selecci¨®n de chicas".

Rosa Obiol es la ¨²nica chica que est¨¢ concentrada en la localidad de Banyoles (Gerona) junto al resto del equipo ol¨ªmpico y otros componentes de remo ligero del equipo espa?ol. "Al principio me sent¨ªa acomplejada por eso de estar sola aqu¨ª entre chicos, pero despu¨¦s me he adaptado perfectamente. Me llevo mejor con los seniors, pero la relaci¨®n con los juveniles tambi¨¦n es buena".

El d¨ªa que le dijeron que ten¨ªa posibilidades de asistir al campeonato del mundo, Rosa no pensaba que tal elecci¨®n la pod¨ªa alejar de los estudios, de su familia o de su novio, o que ten¨ªa que convivir con un grupo de chicos durante varias semanas. "Cuando me dijeron que pod¨ªa asistir a Norkoeping (Suecia) pens¨¦ inmediatamente en encontrar la forma id¨®nea para compaginar mis estudios de COU con los entrenamientos. Pero fue imposible. Al final he quedado mal en los estudios, pero me siento bien en el bote".

Su familia la ha apoyado mucho. Su padre no se ha enfadado porque la ni?a haya perdido el curso. El sabe que ella es feliz remando, bailando y so?ando: "Ahora tengo suficiente con la ilusi¨®n de que voy a ser la primera espa?ola en competir en un campeonato del mundo, pero tambi¨¦n me he imaginado participando en unos Juegos Ol¨ªmpicos, aunque yo s¨¦ que, tal como est¨¢ enfocado el remo en Espa?a, eso es casi imposible".