Corregir la redistribuci¨®n, " aun contando con la protesta"
La inexistencia de datos estad¨ªsticos actualizados impide que el trabajo sobre la Renta Nacional de Espa?a se publique m¨¢s ajustado al ¨²ltimo per¨ªodo de la econom¨ªa espa?ola. Sin embargo, algunos expertos indican que, casi con toda probabilidad, las tendencias reflejadas en ¨¦l contin¨²an, a excepci¨®n de matices, puesto que los cambios se producen a medio plazo.Respecto del ¨²ltimo estudio, que abarcaba hasta 1979, la distribuci¨®n funcional de la renta -analizada de forma marginal-se detectaba un cambio significativo localizado en el bienio 1979-1981. La variaci¨®n consisti¨® en una mayor participaci¨®n de las renta! del trabajo en la renta interior neta, a pesar del descenso del empleo asalariado. Los factores m¨¢s perjudicados por esta distribuci¨®n fueron la renta d¨¦ los agricultores (que perdi¨® el 21,4% en su participaci¨®n global), el ahorro de los empresarios y, en menor proporci¨®n, las rentas de los empresarios. aut¨®nomos.
El peso del sector p¨²blico
Pero donde el cambio fue significativo "es en la renta familiar disponible, que gana 5,46 puntos en- la participaci¨®n de la renta interior neta. Las prestaciones sociales se incrementan en dos a?os en el 110%, pasando de absorber el 10,2% de la renta interior neta en 1979 al 16,5% en 198L Al mismo tiempo, los impuestos directos sobre las familias y las cuotas de la Seguridad Social pasan de absorber el 17,8% del producto interior neto en 1979 al 19,1% en 1981". Es muy significativo el comentario que hace el servicio de estudios del banco que preside Jos¨¦ ?ngel S¨¢nchez Asia¨ªn, y que reitera exactamente lo publicado en 1979, cuando se hizo p¨²blico el anterior estudio sobre la renta: "La econom¨ªa espa?ola se orienta hacia su m¨¢xima tercerizaci¨®n y un mayor peso relativo del sector p¨²blico, especialmente por la asunci¨®n por las administraciones p¨²blicas de las necesidades colectivas. El paro y el crecimiento del n¨²mero de jubilados y pensionistas est¨¢n absorbiendo, con creces, los modestos incrementos de productos en los a?os de crisis. Dicha tendencia, aunque introduzca alguna mejora. en la distribuci¨®n de la renta y pal¨ªe los efectos de la crisis, conduce inexorablemente a la paralizaci¨®n del crecimiento econ¨®mico, negando la posibilidad de acceso de las nuevas generaciones de empleo. Un panorama ciertamente oscuro al que la pol¨ªtica econ¨®mica tendr¨¢ que hacer frente, aun contando con la protesta de la sociedad".
Advertencias ignoradas
Son palabras suscribibles en un 100% por el equipo econ¨®mico que los socialistas pusieron en el Gobierno, cuando en enero de 1983 comenzaron a administrar la crisis, olvidando la pol¨ªtica econ¨®mica de relanzamiento que aparec¨ªa en su programa electoral. La cr¨ªtica a la pol¨ªtica econ¨®mica seguida por UCD tambi¨¦n es abordada por el estudio de la entidad financiera: los datos demuestran, dice el texto, "hasta qu¨¦ punto ha pro
Corregir la redistribuci¨®n, " aun contando con la protesta "
seguido la tendencia, de la econom¨ªa espa?ola hacia un modelo redistributivo incompatible con el ajuste necesario que deber¨ªa conducirnos a la disminuci¨®n del paro y del d¨¦ficit exterior. No s¨®lo no se han tenido en cuenta por los directores de nuestra pol¨ªtica econ¨®mica las advertencias que los datos de 1979 proclamaban, sino que se ha insistido enf¨¢ticamente a¨²n m¨¢s en las causas que originan los desequilibrios b¨¢sicos, dando lugar a que en 1981 apareciera el fuerte crecimiento del d¨¦ficit p¨²blico, que en 1982 y 1983 result¨® asfixiante, para enderezar los problemas b¨¢sicos de nuestro modelo econ¨®mico".En 1983, primer a?o de la ¨¦poca socialista, la tendencia redistributiva cambi¨® de signo, disminuyendo la participaci¨®n de la rentas del trabajo en el producto global, increment¨¢ndose al mismo tiempo las del capital.
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