Aranguren lleg¨® fastidiado y se fue emocionado del homenaje de sus disc¨ªpulos
El acto fue organizado por el Centro de Derechos Humanos de la Cruz Roja
El fil¨®sofo Jos¨¦ Luis L¨®pez Aranguren cambi¨® el fastidio inicial por la emoci¨®n y el agradecimiento durante el homenaje que el pasado martes le tributaron sus alumnos y amigos en el C¨ªrculo de Bellas Artes de Madrid, en un acto organizado por el Centro de Estudios y Difusi¨®n de los Derechos del Hombre de la Cruz Roja Espa?ola. El soporte del homenaje fue la presentaci¨®n del primer n¨²mero de la Revista del Conocimiento, enteramente dedicado al profesor Aranguren y titulado 'Contra la violencia'.
Jos¨¦ Luis L. Aranguren, de 75 a?os, se sent¨® en la presidencia de la mesa luciendo un gesto de fastidio que exhibir¨ªa sin pudor cada vez que uno de los oradores hac¨ªa un trazo del perfil cient¨ªfico o humano del "profesor Aranguren". Seg¨²n iban transcurriendo las intervenciones del doctor Gonz¨¢lez M¨¢s, Alfredo Fierro, Juan Lozano, Carlos Paris, Fernando Savater o Pedro La¨ªn, ese gesto de aburrimiento se fue tornando tierno y c¨®mplice. Porque frente a ¨¦l -o mejor ante ¨¦l- se encontraban sentados alumnos, seguidores y amigos suyos: el escritor Alvaro Pombo; el dramaturgo Buero Vallejo; el ministro de Cultura, Javier Solana; el presidente del Banco Exterior, Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez; el escultor Mart¨ªn Chirino; el diputado de Euskadiko Ezquerra Juan Mar¨ªa Bandr¨¦s, o la actriz Esperanza Roy, entre muchos otros.El doctor Gonz¨¢lez M¨¢s abri¨® el turno de intervenciones hablando de la falta de colaboraci¨®n del profesor Aranguren en la realizaci¨®n del homenaje y de su actitud insobornable, "que le lleva a estar permanentemente con los marginados. Es bueno que se le dedique el primer n¨²mero de la revista, porque es un ejemplo de conocimiento".
Contra la violencia
Alfredo Fierro se refiri¨® al primer n¨²mero de la Revista del Conocimiento, que bajo el ep¨ªgrafe de Contra la tortura se dedica a Aranguren, y afirm¨® que todo conocimiento tiene mucho que ver con los derechos humanos. "Al hablar contra la violencia se aborda un tema ¨¦tico por antonomasia. Aranguren es un fil¨®sofo moral que es el que diserta y argumenta contra la violencia. Querr¨ªamos que no fuera necesaria la existencia de fil¨®sofos morales, pero lamentablemente sigue siendo necesaria la denuncia contra la tortura, contra las cat¨¢strofes"."Aranguren es el t¨ªpico representante", prosigui¨® Fierro, "de los intelectuales de nuestro tiempo, porque desde siempre se ha pronunciado contra la represi¨®n".
Despu¨¦s de que Jorge Lozano hiciera una breve intervenci¨®n para dar las gracias a su profesor ("gracias por ser", dijo), Carlos Paris brome¨® diciendo que todos los que estaban interviniendo en el homenaje estaban realizando un acto de tortura contra Aranguren, "porque no hay nada que m¨¢s le fastidie que el que se hable de ¨¦l".
Fernando Savater no tuv ning¨²n problema en dar una vuelta m¨¢s a la manivela de esa tortura para preguntarle p¨²blicamente al homenajeado si no estaba ya absolutamente harto de hablar de la ¨¦tica. "Hay una invasi¨®n total de ¨¦ticas. Todo se hace por ¨¦tica: la huelga, las torturas, la represi¨®n. Vivimos bajo el imperialismo categ¨®rico aprovechando que casi nadie sabe lo que est¨¦tica. Es un abuso de la moral para criadas de la que habla D. H. Lawrence en El amante de lady Chaterlay. Propongo un eslogan: si usted puede ser ¨¦tico, ?por qu¨¦ conformarse con menos? En realidad", resumi¨® Fernando Savater, "el abuso de la ¨¦tica no es m¨¢s que una coartada ante la ausencia d¨¦ aut¨¦nticas razones pol¨ªticas. Aranguren siempre ha sabido esto y por eso siempre ha hecho an¨¢lisis pol¨ªticos, no ¨¦ticos ni moralistas".
Bondadoso, ir¨®nico
Pedro La¨ªn describi¨® con cuatro palabras los rasgos caracter¨ªsticos de Aranguren: sutileza, independencia, iron¨ªa y bondad. "?l es el fil¨®sofo de la bondad, como lo prueba el que su actitud permanente est¨¦ en la defensa de los marginados. Siempre ha querido el bien y se ha caracterizado por la defensa de la justicia real y relativa. A lo largo de su vida ha hablado de todo: pol¨ªtica, juventud, erotismo, y siempre con una insobornabilidad encomiable. Yo creo que debemos aprovechar este encuentro para pedirle que siempre siga siendo as¨ª".Y al final, fuera del programa de intervenciones y de lo anunciado por ¨¦l mismo, Jos¨¦ Luis Aranguren agarr¨® el micr¨®fono para responder, en un tono entra?able y cari?oso, a las intervenciones de sus compa?eros de mesa, "porque veo muchas caras amigas, porque quiero y porque no han venido ustedes por la Cruz Roja ni por la nueva revista ni por la ¨¦tica, sino por m¨ª".
"Estoy muy feliz de reencontrarme con ustedes", dijo a los asistentes que abarrotaban el local, "y porque esto significa una forma de rejuvenecimiento. Estamos adem¨¢s en un buen momento, porque yo creo que la d¨¦cada de los ochenta se empieza a parecer a la de los sesenta, cuando muchos vivimos momentos de gran ilusi¨®n, de gran entusiasmo. Esta d¨¦cada nos devolvi¨® la juventud a quienes no la hab¨ªamos podido vivir a su tiempo".
"Yo ven¨ªa enormemente abrumado a este acto. Me vine caminando desde mi estudio de la calle de Fortuny hasta aqu¨ª un tanto agobiado. Quer¨ªa que se despersonalizara el homenaje. Pero confieso que me he divertido mucho, porque oy¨¦ndoles a ustedes me he podido re¨ªr de m¨ª mismo. Seg¨²n iban refiri¨¦ndose a mi persona o a mi obra, yo me re¨ªa de m¨ª. Y adem¨¢s me he emocionado y no me burlo del ritual del homenaje porque todos somos oficiantes".
Respecto a la pregunta de qui¨¦n es Aranguren que intent¨® esbozar Pedro La¨ªn, el profesor Aranguren advirti¨® que se reconoce como contradictorio ("pues claro que cambio de opini¨®n, como casi todos"), infiel y cambiante, hasta el punto de no reconocerse en cosas dichas con horas de diferencia.
En cuanto a su insobornabilidad, Jos¨¦ Luis Aranguren rest¨® importancia al asunto diciendo que econ¨®micamente "siempre he tenido un buen pasar, no he sufrido mayores agobios econ¨®micos y no tengo grandes aspiraciones. Pero no se puede hablar de grandes bondades porque todos somos buenos y malos, lo que no supone que seamos mediocres".
Aranguren termin¨® parafraseando a Eugenio D'Ors con el "gracias por existir" que ¨¦ste dedicaba a las se?oras. "Yo se lo digo a todos los que est¨¢n aqu¨ª, a los se?ores y a las se?oras".
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