Los 'polisarios' econ¨®micos
La presencia de empresarios en el mundo pol¨ªtico se reabre con la operaci¨®n de Segurado en el Partido Liberal
El primer caso significativo de un dirigente empresarial que pas¨® a la pol¨ªtica, en este caso directamente al Gobierno, fue el de Agust¨ªn Rodr¨ªguez Sahag¨²n. Sahag¨²n fue uno de los pioneros en la creaci¨®n de patronales en un momento en que los empresarios necesitaban organizarse ante la presencia de las centrales sindicales (CC OO, UGT, USO, CSUT, SU, etc¨¦tera) que se hab¨ªan formado en la clandestinidad durante el anterior r¨¦gimen. A partir de 1976 se desarroll¨® en Espa?a un fuerte movimiento huelgu¨ªstico que pill¨® a los empresarios sin posibilidades de reaccionar, ante la falta de vida del Consejo Nacional de Empresarios, perteneciente a la antigua Organizaci¨®n Sindical.
En 1977, reci¨¦n creada la Confederaci¨®n Espa?ola de Organizaciones Empresariales (CEOE) mediante la fusi¨®n de las cuatro organizaciones existentes (Confederaci¨®n Empresarial Espa?ola, Agrupaci¨®n Empresarial Independiente, Confederaci¨®n General Espa?ola de Empresarios y Fomento del Trabajo Nacional), sus dirigentes preparan mitines multitudinarios bajo el lema "Reaccionemos" contra diversos aspectos de la pol¨ªtica econ¨®mica del Gobierno de Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico (UCD), que presid¨ªa Adolfo Suarez. Sahag¨²n es uno de los oradores fijos en los mitines y destaca por su combatividad a la reforma fiscal de Francisco Fern¨¢ndez Ord¨®?ez. Casi al mismo tiempo se produce una crisis en el Gobierno cuyo detonante es el Plan Energ¨¦tico Nacional (PEN). Fuentes Quintana, superministro de Econom¨ªa defiende la nacionalizaci¨®n de la red de alta tensi¨®n; Alberto Oliart, ministro de Industria y Energ¨ªa, se le opone. Ambos cesan y el puesto de Oliart es cubierto por Agust¨ªn Rodr¨ªguez Sahag¨²n, presidente de Cepyme (la patronal de la peque?a y mediana empresa).
Santiago Carrillo, secretario general del Partido Comunista de Espa?a (PCE) pide explicaciones sobre la presencia de Sahag¨²n en el nuevo Gobierno, en el Congreso. "Se ha premiado -dijo- con un Ministerio sus ataques al Gobierno". Poco despu¨¦s de entrar en el Gabinete, Sahag¨²n se afilia a UCD. Hoy pertenece al Centro Democr¨¢tico y Social, del que es diputado.
Presencia en el Parlamento
Una de las obsesiones de los hombres de la patronal ha sido, desde las primeras elecciones democr¨¢ticas, tener hombres en el Parlamento que defendiesen sus puntos de vista. Pon¨ªan el ejemplo de los sindicatos Comisiones Obreras y UGT, que ten¨ªan, entre otros, a sus secretarios generales en el Congreso. Sin embargo, se lleg¨® a un acuerdo impl¨ªcito en el seno de la CEOE de que cualquier dirigente empresarial que pasase a la pol¨ªtica habr¨ªa de dejar su cargo patronal.
Hasta los comicios de 1982 no bu plasm¨® esa presencia de polisarios en el Parlamento. Seg¨²n una nota de la propia CEOE, los casos que se dieron son los siguientes: Isa¨ªas Monforme Francia (secretario general de la Federaci¨®n de Empresarios de Logro?o y Rioja), que se present¨® como n¨²mero dos en las listas de AP por Rioja; Anturo Corte Mier (presidente de la Federa,ci¨®n Asturiana de Empresarios), n¨²mero dos como independiente en la lista de AP por Asturias; ?ngel Ganado Sutil (presidente de la Asociaci¨®n Zamorana de Empresarios), n¨²mero dos por UCD de Zamora; Javier Gonz¨¢lez Estefani (presidente de Cepyme), n¨²mero ocho por la lista de AP por Madrid como militante del Partido Dem¨®crata Popular; Juan Molina Cabrera (presidente de la Confederaci¨®n de Empresarios de Albacete), n¨²mero uno de AP por Albacete; ?lvaro Sim¨®n Guti¨¦rrez (presidente de la Confederaci¨®n Nacional de Agricultores y Ganaderos), n¨²mero uno de AP por C¨¢ceres; y Pedro Galindo Vegas (director de la Federaci¨®n Espa?ola de Restauraci¨®n), n¨²mero uno de Extremadura Unida en C¨¢ceres.
Seg¨²n la nota de la c¨²pula patronal, "todos los citados son los que pueden calificarse de dirigentes empresariales. Adem¨¢s, bastantes organizaciones territoriales promueven a empresarios individuales o conocidos en las diferentes provincias para que se presenten en las listas de partidos de centro-derecha".
?D¨®nde va Ferrer?
Tras las elecciones generales se celebran las municipales. Entonces trasciende por primera vez una operaci¨®n pol¨ªtica en la que est¨¢ implicado Jos¨¦ Antonio Segurado, presidente de la todopoderosa patronal madrile?a (Confederaci¨®n Empresarial Independiente de Madrid), vicepresidente de la CEOE y uno de los l¨ªderes patronales con m¨¢s arraigo entre sus bases. Manuel Fraga Iribarne, presidente de AP, le invita a ser el candidato de la derecha para la alcald¨ªa de Madrid, contendiendo con el socialista Enrique Tierno Galv¨¢n. Segurado no acepta.
A mediados de mayo pasado tienen lugar las elecciones en la CEOE. Estatutariamente, Carlos Ferrer Salat, fundador y ¨²nico presidente de la c¨²pula patronal en su peque?a historia de ocho a?os, no puede ser reelegido. Tras un proceloso debate previo, Ferrer Salat propone como sucesor a Jos¨¦ Mar¨ªa Cuevas, lo que significa abrir una guerra con la patronal madrile?a cuyo presidente, Jos¨¦ Antonio Segurado, aspiraba a ser el nuevo patr¨®n de patronos. Segurado acusa a Ferrer de cooptar pr¨¢cticamente a Cuevas sin que las bases empresariales hayan opinado.
El hecho es que Cuevas queda al frente de la patronal, Segurado comienza a pensar directamente en t¨¦rminos pol¨ªticos y Ferrer queda disponible para nuevas aventuras. La primera de ellas es la presidencia del Instituto de Estudios Econ¨®micos (IEE), el aparato ideol¨®gico de los empresarios espa?oles, desde donde se editan multitud de estudios y an¨¢lisis que pueden servir de base para que diputados y senadores de la derecha presenten alternativas legislativas a los socialistas. El propio director del IEE, V¨ªctor Mendoza, anuncia la incorporaci¨®n de Ferrer y ambos realizan un viaje a Estados Unidos para recabar informaci¨®n sobre lo que instituciones semejantes realizan. Al final, y sin que se hayan explicado hasta ahora los porqu¨¦s, Ferrer queda fuera.
Paralelamente, Abel Matutes, vicepresidente de AP, anuncia que ceder¨¢ su puesto en la formaci¨®n pol¨ªtica a Ferrer Salat si ¨¦ste acepta. La operaci¨®n parece tener un destino r¨¢pido pero tambi¨¦n se tuerce. Diversas fuentes han indicado que las consultas realizadas por Ferrer en el mundo financiero y patronal no le son favorables. Muchos opinan que no es bueno que el m¨¢ximo dirigente empresarial del pa¨ªs pase, sin soluci¨®n de continuidad, a un puesto de gran relevancia dentro del partido fundamental de la derecha espa?ola (ver la entrevista adjunta con Jos¨¦ Mar¨ªa Cuevas). Adem¨¢s, al parecer, el resto del aparato de AP no ve con buenos ojos la aparici¨®n de Ferrer en el partido de modo directo, sin ning¨²n refrendo de las bases.
Por ¨²ltimo, nada m¨¢s comenzar el a?o, se anuncia de modo irreversible la dimisi¨®n de Segurado de su cargo de presidente de CEIM para pasar a formar parte -tambi¨¦n como presidente- del Partido Liberal (fusi¨®n de la Uni¨®n Liberal y del antiguo Partido Liberal). Seg¨²n palabras del propio Segurado, es muy probable que en el consejo pol¨ªtico de los liberales haya hasta un 20% de empresarios. Esta posibilidad ha dado lugar a que el secretario general de Confemetal (patronal del metal, la segunda organizaci¨®n sectorial en importancia dentro de la CEOE), Julio Pascual, haya resucitado el fantasma del Partido Econ¨®mico de los Patronos Espa?oles (PEPE), un partido que los patronos intentaron crear, corporativamente, en la Segunda Rep¨²blica, auspiciado por el fascista Ernesto Gim¨¦nez Caballero.
Segurado ha negado que el Partido Liberal vaya a ser un partido de empresarios y ha prometido que explicar¨¢ el n¨²mero de militantes con que cuenta y las cuentas auditadas de la nueva formaci¨®n pol¨ªtica.
Qu¨¦ fue el PEPE
A finales de 1935, Ernesto Gim¨¦nez Caballero pretendi¨® crear el Partido Econ¨®mico de los Patronos Espa?oles (PEPE), bajo el lema "el poder pol¨ªtico para los patronos". Mercedes Cabrera ha escrito un libro titulado La patronal ante la II Rep¨²blica, en el que explica las vicisitudes del PEPE que "ni siquiera entre las clases patronales madrile?as logr¨® unanimidad".S¨¢nchez Castillo, presidente de un homenaje al fascista espa?ol Ernesto Gim¨¦nez Caballero que se celebr¨® en mayo de 1935, afirm¨® en dicho homenaje: "Los partidos pol¨ªticos, esencialmente pol¨ªticos, son trampol¨ªn de trashumantes, en los que hay que defender a todas las clases sin defender a ninguna, pero en los que hay que repartir prebendas y sinecuras a amigos y parientes... Yo soy apol¨ªtico, dice generalmente el patrono. ?Apol¨ªtico de qu¨¦? Por regla general el que esto dice est¨¢ afiliado a alg¨²n partido pol¨ªtico y a ¨¦l da su voto... De ese partido s¨ª que debe ser apol¨ªtico. Apol¨ªtico de su partido, del partido patronal, no. Patronos espa?oles: las izquierdas no atacan. Las derechas con su social cristianismo nos dejan hundimos. Todos los partidos pol¨ªticos est¨¢n jugando al higu¨ª con los obreros y ellos no querr¨¢n nada m¨¢s que su partido. Hagamos nosotros lo que hacen ellos, pero sin revoluciones y sin pistolas".
Las clases patronales buscaban reconocimiento a su funci¨®n; necesitaban reforzar la imagen p¨²blica del patrono -no del empresario- y trataron de lograrlo reafirmando sus propias organizaciones, no ya al margen, sino incluso frente a la representaci¨®n parlamentaria y partidista.
Ninguna de las grandes organizaciones patronales, ni siquiera la Confederaci¨®n Patronal ni la Gremial como tales, se sumaron a la propuesta de creaci¨®n de un partido patronal. Los dirigentes patronales negaron que pudiera existir un ideal patronal, porque le faltaba el principio fundamental: ni en lo econ¨®mico ni en lo social, los patronos piensan con igualdad de criterios. Era imprescindible la uni¨®n patronal, pero como mucho se aceptar¨ªa la sindicaci¨®n forzosa; estar¨ªa condenado al fracaso cualquier intento de creaci¨®n de un partido de clase.
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