La provocativa ¨ªnocencia del agua
Sin ninguna ceremonia, mientras sonaba de fondo un tema del veterano grupo ingl¨¦s Jethro Tull, salieron al escenario apoyados por un teclista los integrantes de Siniestro Total. Juli¨¢n, el bater¨ªa, sediento sin duda por los duros mazazos que propinaba a los parches, tom¨® un trago de agua. Avergonzado tal vez por tan impropio gesto, se dirigi¨® al p¨²blico. "Es ginebra", dijo, justific¨¢ndose. Sencillo gesto que resumir¨ªa la esencia de la actuaci¨®n y el trabajo de un grupo que juega inocentemente a la provocaci¨®n m¨¢s primaria.Durante algo m¨¢s de una hora desgranaron con furia y una cierta socarroner¨ªa canciones de mon¨®tona uniformidad. Bases r¨ªtmicas de gran simplicidad, breves y repetidas frases mel¨®dicas y acompa?amientos de sencillez casi espartana constituyen el elemento fundamental de un repertorio de canciones que parecen compuestas a partir de una m¨ªnima rima ocurrente: Me pica un huevo, El baile San Vito, Que corra la nicotina, Sexo chungo, Todos los ahorcados mueren empalmados, y el inevitable Ayatola, no me toques la pirola.
Siniestro Total
Concierto rock.Sala Astoria, Madrid. Viernes 11 y s¨¢bado 12 de enero, 1985.
Siniestro Total, patriarca junto a Golpes Bajos de la movida rockera gallega, tiene la ambigua gracia de una provocaci¨®n inocente que retrotrae a la prehistoria del rock. Lo suyo es m¨¢s una actitud que una forma de hacer m¨²sica, y como tal hay que tomarlo si se quiere disfrutar del invento. Es sintom¨¢tico comprobar de qu¨¦ manera se repiten en el rock actual actitudes y posturas que parecen nuevas a una buena parte del p¨²blico, cuando, en realidad, son tan viejas como el rock mismo. ?Acaso son Siniestro Total m¨¢s provocadores que Jim Morrison, m¨¢s violentos que The Who, m¨¢s sexuales que Jimmy Hendrix o m¨¢s novedosos y modernos que Eno? En absoluto, sin embargo as¨ª son tomados por buena parte del p¨²blico, como provocadores, violentos, sexuales y novedosos. Por el contrario, son tan inocentes como el agua que tomaba el bater¨ªa. Aunque resulten tan provocadores como la ginebra.
Sin embargo hay algo que resulta atractivo, divertido e impactante en esos temas m¨ªnimos y repetidos. Se podr¨ªa decir que tienen infinitos puntos de contacto con el minimalismo y la repetici¨®n de esas corrientes de la m¨²sica contempor¨¢nea. En ambos casos pr¨ªma el contenido de su actitud, despreciativa y destructiva de las formas (buenas o malas, da igual) de la m¨²sica, sobre el propio elemento formal. Si se comparte esa actitud, la cosa puede interesar.
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