Comparecen en el juicio los miembros de la cuarta Junta Militar

Los tres integrantes de la cuarta y ¨²ltima Junta Militar argentina -teniente general Nicolaides, almirante Rub¨¦n Franco y brigadier general Augusto Hughes- comparecieron el viernes ante el juicio de Buenos Aires seguido contra sus nueve antecesores en la gobernaci¨®n militar del pa¨ªs.

Los tres ¨²ltimos triunviros, tras la p¨¦rdida de la guerra de las Malvinas, administraron la transici¨®n a la democracia bajo la presidencia nominal del general Reynaldo Bignone.

Los tres, particularmente el general Cristino Nicolaides, destacaron el car¨¢cter de guerra que tuvo el enfrentamiento armado contra la subversi¨®n de izquierdas. Nicolaides afirm¨®: "Como profesional militar no tengo dudas de que ¨¦sta fue una guerra, y para ello voy a dar tres argumentos. El primero es que hab¨ªa dos opositores armados cuyo objetivo era la conquista del poder, uno la buscaba para imponer una ideolog¨ªa de izquierdas ajena a las tradiciones y al sistema de vida del pa¨ªs. En segundo lugar, las Fuerzas Armadas fueron convocadas por decreto para oponerse a esa usurpaci¨®n, es decir, salieron en cumplimiento de un mandato constitucional y lo lograron. En tercer lugar, se habla de represi¨®n, pero yo me he tomado el trabajo de leer el diccionario de la Real Academia y dice que represi¨®n significa neutralizar los efectos de algo. En cambio, el t¨¦rmino aniquilar est¨¢ directamente relacionado a la guerra. La guerra busca el aniquilamiento del enemigo".

Perdieron la seguridad

Los tres ¨²ltimos triunviros testificaron que la lucha contra la subversi¨®n fue responsabilidad de cada arma y perdieron seguridad cuando se les interrog¨® sobre el documento final por ellos elaborado.El documento final fue un comunicado conjunto previo a la ley de amnist¨ªa que despu¨¦s derogar¨ªa el Gobierno constitucional.

En ¨¦l se reconocen errores en la represi¨®n -se llegan a citar 200 casos- supuestamente castigados militarmente, admiti¨¦ndose que personas inocentes resultaron muertas en acciones de contrainsurgencia.

Nicolaides, Hughes y Franco aseguraron que la detenci¨®n de personas desarmadas en sus domicilios colistitu¨ªa una acci¨®n de guerra y obviaron profundizar sobre el alcance de p¨¢rrafos de aquel documento final en el que se alud¨ªa al "traspaso de los l¨ªmites de los derechos humanos fundamentales", al "robo cometido en algunas operaciones" y al "mal comportamiento con la gente".

En cualquier caso, seg¨²n los testigos, se trat¨® de errores que fueron sancionados militarmente. Nicolaides, el hombre fuerte de la ¨²ltima Junta Militar, se neg¨® por tres veces a testificar para no resultar incriminado: cuando le preguntaron sobre si los errores implicaban la tortura y la desaparici¨®n de personas, sobre si los procedimientos in¨¦ditos a que se vieron obligadas las Fuerzas Armadas inclu¨ªan el tormento a los detenidos y sobre si se consideraba responsable de alg¨²n hecho il¨ªcito.

Reclamando su derecho de no declarar contra s¨ª mismo, el teniente general Nicolaides fue, al menos, profundamente sincero y expl¨ªcito con su silencio.