Pedro Delgado da un 'golpe de mano' y se convierte en l¨ªder de la ronda espa?ola
J. M. SIRVENT ENVIADO ESPECIAL, La Vuelta Ciclista a Espa?a, que estaba planificada para que la ganara un escalador, se resolvi¨® en un descenso. Pero ese escalador no fue Robert Millar, l¨ªder de la prueba hasta ayer, sino el espa?ol Pedro Delgado, que sorprendi¨® a todos y logr¨® anular su desventaja de 6.13 minutos respecto al brit¨¢nico. El corredor segoviano, que ahora goza de un margen de 36 segundos sobre Millar, cont¨® con la colaboraci¨®n de Jos¨¦ Recio, que se adjudic¨® la etapa, y de la casi totalidad de los equipos espa?oles. La Vuelta finaliza hoy en Salamanca y Delgado es su virtual ganador.
No fue una carambola a tres bandas, sino la culminaci¨®n de una estrategia perfectamente planificada. Durante los ¨²ltimos cinco a?os, la Vuelta efectu¨® el mismo recorrido y nunca pas¨® nada porque nadie lo intent¨®. Ayer, por fin, un equipo espa?ol jug¨® fuerte y gan¨®. Para ello tuvieron que concurrir muchas circunstancias y algunas ins¨®litas, como el hecho de que los conjuntos nacionales actuaran unidos contra el hombre del pendiente, el escoc¨¦s Millar.Robert Millar sali¨® de Alcal¨¢ de Henares convencido de que no tendr¨ªa dificultades para conservar su jersei amarillo. Lo mismo pensaban las aproximadamente 1.200 personas que componen este circo ambulante de la Vuelta. A Millar le bastaba con vigilar los movimientos del colombiano Pacho Rodr¨ªguez y del espa?ol Pello Ruiz Cabestany. No se acord¨® de Pedro Delgado y, cuando quiso reaccionar, se encontr¨® solo, sin equipo, rodeado de enemigos y distanciado.
El l¨ªder rod¨® c¨®modamente hasta la ascensi¨®n del segundo puerto de primera categor¨ªa, el de Cotos, que recibi¨® a los ciclistas con nieve y fr¨ªo. En las primeras rampas fue cazado el sovi¨¦tico Osipov, que se hab¨ªa marchado en solitario en busca de un premio imaginario. Y fue a partir de ese instante cuando Millar supo lo que es sufrir. Un pinchazo del escoc¨¦s actu¨® de reactivo para que Recio se despegara de todos y se fuera hacia la cima. Delgado vio con claridad que se iba a producir el corte y no lo dud¨® un instante. Era su ¨²ltima oportunidad de hacer algo grande de demostrar que por algo es el ciclista espa?ol mejor pagado.
Pedro se sab¨ªa el recorrido de memoria y no tard¨® en dar alcance a Recio, un buen rodador, que ya se anot¨® la victoria en esta misma etapa en la anterior edici¨®n de la Vuelta. El entendimiento entre ambos fue instant¨¢neo. Delgado debi¨® de decirle: "T¨² me ayudas a volar y, si todo sale bien, el triunfo en la meta de Segovia ser¨¢ tuyo". Y el binomio Delgado-Recio vol¨® hacia la ciudad natal del primero con relevos perfectos.
Al principio, la escapada parec¨ªa que iba a ser buena, pero no dejaba entrever que pudiera originar un vuelco tan espectacular en la clasificaci¨®n general. Delgado, el ¨²nico que pod¨ªa amenazar a Millar, estaba a 6.13 minutos. Pero esa diferencia cay¨®.
Fueron las emisoras de radio las que alertaron a los segovianos de que pod¨ªa producirse el milagro, mientras por los receptores de los veh¨ªculos acreditados en la Vuelta se iban cantando los tiempos entre la expectaci¨®n general. Nadie se preocupaba del grupo de hombres que rodaba entre los fugados y el pelot¨®n del l¨ªder. La atenci¨®n estaba centrada en la posible reacci¨®n del escoc¨¦s y sus acompa?antes. Pero Millar bastante hac¨ªa con ir a rueda de los dem¨¢s, que se manten¨ªan tranquilos, sabi¨¦ndose c¨®mplices de la confabulaci¨®n. S¨®lo Pacho Rodr¨ªguez daba muestras de nerviosismo y parec¨ªa no entender nada. El colombiano fue a pedir explicaciones a Pello Ruiz Cabestany por su actitud conservadora y el joven compa?ero de Delgado le respondi¨® con un "?d¨¦jame en paz!" lac¨®nico.
Roland Berland, director del Peugeot, en un intento desesperado de salvar el liderato de Millar, se acerc¨® al director del Teka, Gonz¨¢lez Linares, para pedirle que sus hombres tiraran. Le ofreci¨® el oro y el moro. Pero ni un solo Teka se movi¨®. Tampoco nadie del Zor, cuyo director, M¨ªnguez sacrific¨® el segundo puesto de Pacho Rodr¨ªguez.
Recio se llev¨® el ramo de flores Pedro Delgado fue alzado en hombros por sus paisanos y Rober Millar, hundido, no pudo reprimir el llanto.
"?Vaya hijo que tiene!"
.?Vaya hijo que tiene!", le dijo Pello Ru¨ªz Cabestany a la madre de Pedro Delgado, que acudi¨® a la l¨ªnea de meta sin ninguna convicci¨®n "porque vi a Pedro bastante mal en Alcal¨¢ de Henares". Pello y Pedro se abrazaron de forma sincera. El pique en la etapa de Panticosa s¨®lo fue una peque?a an¨¦cdota, protagonizada por dos hombres j¨®venes que tienen ambici¨®n de triunfo. A partir de aquel d¨ªa las colaboraci¨®n entre ambos han sido estrechas."l_a colaboraci¨®n ha sido hoy de todos los equipos espa?oles. Mi victoria es de toda Espa?a". ?stas fueron las primeras palabras oficiales del virtual vencedor de la Vuelta, que pareci¨® no inmutarse por su haza?a. "La verdad es que me he llevado una tremenda sorpresa porque ya estaba completamente entregado. Pero, cuando me fueron dando referencias, comenc¨¦ a intuir la posibilidad de vestirme de amarillo".
Pedro Delgado tambi¨¦n tuvo palabras de agradecimiento, c¨®mo no, para Jos¨¦ Recio, cuya colaboraci¨®n ha sido fundamental. Pepe es un excelente compa?ero".
S¨®lo un hombre no comparti¨® la euforia general que se vivi¨® ayer en Segovia. Txomin Perurena, director del equipo Orbea, no cesaba de repetir, una y otra vez: "La Vuelta no ha terminado. Si en esta ocasi¨®n se ha producido la sorpresa, en Salamanca puede ocurrir lo mismo. Hay que seguir".
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