Los fieles m¨¢s contestatados de la Iglesia cat¨®lica
Dicen que Holanda es "el pa¨ªs m¨¢s lejano" visitado por Juan Pablo II hasta ahora, porque se piensa que es la Iglesia m¨¢s hostil al Papa polaco. Para que atenten contra su vida, alguien ha ofrecido incluso un pu?ado de florines, un gesto provocador que revela cu¨¢nta angustia llevan dentro esos cat¨®licos, tan cat¨®licos desde siempre que se dice que dos holandeses hacen una Iglesia, pero tan cr¨ªticos y desasosegados que "tres hacen un cisma".Nunca hasta ahora, en la peregrinaci¨®n de Juan Pablo II a trav¨¦s de 57 pa¨ªses de todo el mundo, se hab¨ªan reunido p¨²blicamente 10.000 cat¨®licos, con te¨®logos y foto, para decidir "no participar en la visita del papa Wojtyla", qued¨¢ndose encerrados en sus casas, porque consideran que este Papa se niega a dialogar con los disidentes cat¨®licos.
El mismo arzobispo de Utrecht, la fortaleza del catolicismo m¨¢s teologizado, Adrien J. Simonis, elevado recientemente a la p¨²rpura cardenalicia por Juan Pablo II y considerado el enterrador de la gloriosa experiencia conciliar holandesa, admite en un art¨ªculo de L'Osservatore Romano que el Papa se encontrar¨¢ en Holanda "con un pa¨ªs y una Iglesia llenos de profundas paradojas".
Y recuerda al Papa que "nuestro car¨¢cter popular se caracteriza m¨¢s por un o-o que por un y-y, que nos lleva siempre de un extremo a otro: del ultramontanismo al nacionalismo, del dogmatismo y moralismo a la filosof¨ªa de la libertad y el rechazo de cualquier dependencia".
A los cat¨®licos holandeses se les llamaba "m¨¢s papistas que el Papa" por su amor pasional hacia Roma. Pero en 1945 aquellos cat¨®licos descubren el ecumenismo y se lanzan a un incre¨ªble di¨¢logo con los protestantes, olvid¨¢ndose de lo que los separaba para fomentar lo que les un¨ªa.
Con aquel esp¨ªritu ecum¨¦nico llegaron al concilio Vaticano II. Y los obispos holandeses, con el famoso cardenal Alfrink a la cabeza llegaron a Roma dispuestos a dar un buen revolc¨®n a la Iglesia conservadora e inm¨®vil de P¨ªo XII Aquellos obispos se trajeron como consultores a los te¨®logos m¨¢s progresistas de entonces, muchos de ellos hoy acusados de herejes por el ex Santo Oficio. Fundaron en Roma un centro de contrainformaci¨®n abierto a los periodistas llegados de todo el mundo, a quienes no ten¨ªan escr¨²pulos para entregarles documentos muy secretos. Y, tras el concilio, fue la primera Iglesia que public¨® un nuevo catecismo, prohibido en seguida por Roma, y la que celebr¨® el primer s¨ªnodo pastoral nacional.
Desde entonces empez¨® en los Pa¨ªses Bajos un proceso vertiginoso de secularizaci¨®n. Para ellos, el concilio hab¨ªa sido s¨®lo un punto de salida y no de llegada. Y en seguida se: les qued¨® corto a muchos.
Se reivindicaron todas las libertades en el interior de la Iglesia. Se abrieron los cimientos para una moral progresista y el ecumenismo lleg¨® hasta sus ¨²ltimas consecuencias.
Empezaron en seguida -a pedir, entre otras cosas, que se casaran los curas, que se permitiera celebrar el matrimonio religioso a los homosexuales, que se hicieran sacerdotisas a las mujeres, que no se prohibiesen las relaciones sexuales entre los no casados, ya que consideran la sexualidad como un di¨¢logo interpersonal y no s¨®lo como remedio de la concupiscencia o como puramente reproductiva. Y, sobre todo, cambiaron. radicalmente el concepto de Iglesia, que pasaba a ser pueblo de Dios, en vez de estar fundada sobre la jeraqu¨ªa. Y Holanda fue en aquellos a?os como un laboratorio de progresismo mundial.
La obra de restauraci¨®n del papa Wojtyla con el s¨ªnodo de obispos holandeses, convocado en Roma bajo su presidencia en 1980, signific¨® una p¨¢gina nueva en la progresista Iglesia holandesa, que vio rechazado, con el consenso un¨¢nime de su episcopado, la mayor parte de sus premisas.
Hoy, la Iglesia de Holanda, que ha dado un gran baj¨®n en el n¨²mero de sus sacerdotes y de sus vocaciones, se divide en varios grupos: los que viven a¨²n la nostalgia de una Iglesia de antes del concilio. Est¨¢n tambi¨¦n los cat¨®licos que han aceptado la renovaci¨®n del concilio y quieren llevarla a cabo "en plena obediencia a los obispos". Son quiz¨¢ la mayor¨ªa.
Vienen despu¨¦s los que contestan rabiosamente a Roma y a sus obispos contraponiendo a la Iglesia jer¨¢rquica una Iglesia evang¨¦lica. Son los que se han reunido para decir que "no rechazan teol¨®gicamente al Papa", pero que no asistir¨¢n a los actos porque consi
Los fieles m¨¢s contestatarios de la Iglesia Cat¨®lica
deran que es un viaje puramente "manipulado desde arriba". Por ¨²ltimo est¨¢n los peque?os grupos antipapistas y tambi¨¦n los indiferentes. Muchos de estos ¨²ltimos, indignados por la visita del Papa, se han presentado en el ayuntamiento para pedir que "los borren como cat¨®licos".Los cat¨®licos holandeses son el 1% del total de la catolicidad, pero dan el 12% de los misioneros de todo el mundo. Aunque en los ¨²ltimos a?os los sacerdotes han disminuido de 5.300 a 3.000, el laicado es viv¨ªsimo y existen 368 operadores pastorales seglares, quienes desear¨ªan ser ordenados sacerdotes, aunque la mayor¨ªa est¨¢n casados. Y hay nada menos que 30.000 voluntarios.
El n¨²mero de cat¨®licos en los ¨²ltimos 17 a?os ha bajado del 40,4% al 38,8% y no va a misa m¨¢s del 19% de los fieles.
Para poder comprender la magnitud del progresismo de los cat¨®licos holandeses, basta pensar que obispos considerados por ellos como ultrarreaccionar¨ªos, como por ejemplo Adrianus Simonis, arzobispo de Utrecht y primado de Holanda, en Espa?a ser¨ªa casi un progresista.
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