La ofensiva sandinista en el sur provoca la desbandada de los guerrilleros de Ed¨¦n Pastora
La ofensiva del Ej¨¦rcito sandinista en la zona del r¨ªo San Juan ha originado una desbandada en las filas de Ed¨¦n Pastora. A trav¨¦s de su emisora La Voz de Sandino, ARDE (Alianza Revolucionaria Democr¨¢tica) ha lanzado un urgente SOS a la comunidad internacional. Para continuar la lucha emprendida hace tres a?os necesita fusiles, municiones, medicinas, alimentos y ropa. Algunos de sus dirigentes empiezan a sospechar que la suya es una guerra definitivamente perdida.
La tercera v¨ªa que Pastora ha dicho defender se ha quedado sin espacio militar entre la maquinaria de Managua, bien engrasada por la Uni¨®n Sovi¨¦tica, y las guerrillas de la FDN (Fuerza Democr¨¢tica Nicarag¨¹ense), que cuentan con el apoyo log¨ªstico de Estados Unidos ARDE es ahora un grupo fugitivo ante el acoso de la artiller¨ªa sandinista y sus peque?os aviones Push Pull.La victoria del r¨ªo San Juan, parad¨®jicamente, puede crear serios problemas al Ej¨¦rcito nicarag¨¹ense en un futuro cercano. La FDN nunca ha ocultado su ambici¨®n de abrir un frente sur, que la presencia de ARDE obstaculiz¨® hasta ahora. Pastora se habr¨ªa convertido as¨ª en una especie de colch¨®n entre los sandinistas y su enemigo hist¨®rico, la antigua Guardia Nacional somocista, convertida ahora en fuerza irregular.
La endeblez militar y econ¨®mica de Pastora permiti¨® a Managua concentrar fuerzas en el norte sin correr por ello excesivos riesgos en el sur. ARDE ha sido siempre una guerrilla que maneja mejor la propaganda internacional que el combate efectivo. De alguna forma, ha sido una especie de seguro para el r¨¦gimen sandinista. A trav¨¦s del hueco abierto ahora puede entrar una FDN que, dentro de poco, podr¨¢ abastecerse de nuevo con cargo al presupuesto norteamericano.
Despu¨¦s del visto bueno del Senado de Washington a un paquete de 38 millones de d¨®lares (algo menos de 7.000 millones de pesetas) para los pr¨®ximos 18 meses, la C¨¢mara de Representantes debatir¨¢ ma?ana un programa de asistencia humanitaria por valor de 27 millones de d¨®lares (casi 5.000 millones de pesetas) hasta marzo del pr¨®ximo a?o. El car¨¢cter humanitario radica en no vender armas, pero s¨ª transportes, medicamentos, uniformes y raciones alimenticias. En definitiva, el apoyo log¨ªstico que exige cualquier guerra. A partir de ah¨ª no faltar¨¢n a la FDN fusiles ni balas.
Daniel Ortega asumi¨® en enero la presidencia de Nicaragua bajo la amenaza de que un Reagan reelecto iba a reanudar la asistencia a los contra, suspendida ocho meses antes. Su equipo no ocult¨® que ¨¦ste ser¨ªa el principal reto para su Gobierno, no tanto por el efecto que vaya a tener en la guerra una ayuda de 30 millones de d¨®lares, sino por lo que supone de involucramiento norteamericano.
En su campa?a para convencer a los congresistas de que lo correcto es ayudar a sus amigos contra, Reagan no ha vacilado en apelar a los argumentos morales: es una lucha leg¨ªtima contra una dictadura comunista. Su dial¨¦ctica de los buenos y los malos, tantas veces escenificada por ¨¦l en el western, parece haber calado el ¨¢nimo de algunos congresistas, que hace mes y medio rechazaron una simplificaci¨®n tan burda.
El gran perdedor en esta batalla pol¨ªtico-militar es Ed¨¦n Pastora. Ni siquiera sus amigos creen ya en este hombre contradictorio que so?¨® en construir un r¨¦gimen desvinculado de las dos superpotencias. Su cuartel general de La Penca, el mismo en el que un a?o atr¨¢s estall¨® una bomba de la que se salv¨® por milagro, est¨¢ ahora en poder de los sandinistas. Managua reconoce que quedan a¨²n peque?os focos de resistencia, pero el ex Comandante Cero no podr¨¢ convocar m¨¢s conferencias de prensa en esta zona inh¨®spita.
Algunos observadores se preguntan por qu¨¦ los sandinistas han lanzado en este momento una ofensiva tan feroz contra un enemigo que desde hace un a?o no les hab¨ªa creado graves problemas. La explicaci¨®n oficial parece poco convincente. Managua ha dicho que pretende restablecer la libre navegaci¨®n en el r¨ªo San Juan para rescatar una zona deprimida.
Adelantarse a los somocistas
Medios diplom¨¢ticos de San Jos¨¦ piensan que ARDE se hab¨ªa debilitado hasta el extremo de que ya no pod¨ªa frenar una posible penetraci¨®n de la FND por el sur. De ah¨ª que Managua haya decidido limpiar la zona y establecer baluartes militares a fin de impedir que los guerrilleros del norte abran un nuevo frente. El coste diplom¨¢tico de sus incursiones en territorio costarricense quedar¨ªa compensado por el ¨¦xito militar.En cualquier caso, la guerra de Nicaragua se ha clarificado. Es ya una guerra entre dos: los sandinistas y e la FDN.
La batalla del r¨ªo San Juan ha servido tambi¨¦n para ensayar una vez m¨¢s la t¨¢ctica militar que los sandinistas pusieron en pr¨¢ctica el mes de marzo. En esta guerra, que ha cumplido ya m¨¢s de tres a?os, fueron primero los milicianos y los batallones de reserva quienes se enfrentaron a los contra. Su escasa efectividad aconsej¨® luego crear los Batallones de Lucha Irregular, que aplican m¨¦todos guerrilleros, y establecer finalmente el servicio militar obligatorio.
A partir de una estructura s¨®lida de infanter¨ªa, Managua ha empezado este a?o a utilizar sistem¨¢ticamente su artiller¨ªa pesada, los carros de combate y la fuerza a¨¦rea, escasa pero eficaz. La creaci¨®n de un cintur¨®n deshabitado en su frontera con Honduras le ha dejado las manos libres para bombardear sin reparar demasiado en l¨ªmites fronterizos. El ataque contra el cuartel general de la FDN en Las Vegas constituye un ejemplo de esta nueva guerra total, que no ha hecho sino comenzar y en la que no tiene espacio Pastora.
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